La falta de información actualizada sobre las áreas de cultivo y volúmenes de producción; depender de semilla producida en el extranjero y las amenazas de las variaciones climáticas atentan contra la horticultura local que demanda un programa nacional de fomento que les garantice sostenibilidad económica y ambiental.
“No existe un plan ni acompañamiento de parte del Gobierno para este sector, que genera mucho empleo y contribuye a la seguridad alimentaria del país con la producción de alimentos sanos. Pero los costos de producción nos están ahogando”, afirmó Bismark Meza, coordinador de la comisión sectorial de hortalizas de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).
La producción de tomate, cebolla, repollo, lechuga, chiltoma, papa y otras hortalizas depende de semilla importada que no se adaptan a las condiciones climáticas de las zonas en que se cultivan, además las fuentes de agua se están agotando y los horticultores, que son pequeños productores que carecen de financiamiento, no están en condiciones de financiar la instalación de sistemas de riego ni infraestructura para cultivar bajo cobertura.
“Preocupados por esta situación la comisión de horticultura de APEN con apoyo de Veco Mesoamérica (Vecoma) elaboró una propuesta de desarrollo del sector hortícola y se la presentamos a través del gabinete de Producción, Consumo y Comercio, el año pasado y nuevamente en marzo de este año, pero sentimos que sigue estancada y necesitamos que se retome porque no queremos que Nicaragua deje de ser un país productor de hortalizas para convertirse en un importador”, advirtió Meza durante el IV Foro Nacional de Hortalizas organizado por APEN y Vecoma.
SIN ESPACIO
Otro problema que enfrenta el sector, según Fausto Rodríguez, coordinador regional de proyectos de Vecoma, es que los actores del sector hortícola, productores, comercializadores, transformadores y las mismas instituciones del Gobierno no coinciden en ningún espacio.
“Porque hay un sistema nacional de producción, consumo y comercio pero solo se convoca cuando hay una crisis, no en base a una visión o estrategia conjunta. Entonces es importante que los actores coincidan y sean parte de una estrategia común”, sostiene Rodríguez.
Meza y Rodríguez coinciden en que la banca es otro actor importante que debe integrarse a estos espacios ya que el financiamiento es una de las mayores limitantes que enfrenta el sector, que confían en que las autoridades presenten atención a su llamado, ya que de esto depende que se siga garantizando el abastecimiento de hortalizas al mercado local.
Buscan mercados
Otra queja de los horticultores es la falta de acceso a tecnologías para enfrentar la variabilidad climática, de mercados y precios estables.
“Eso lo que está provocando es que ante la falta de oportunidades en el campo, las nuevas generaciones deban emigrar a la ciudad. Pero con ayuda de Veco Mesoamérica hemos logrado entrar con nuestros productos a los supermercados para garantizar mercado e ingresos permanentes al horticultor”, dice Milo Cajina, coordinador técnico de la Cooperativa de Servicios Múltiples Productores de Jinotega R.L. (Coosmprojin RL).
