14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Álvaro Urtecho, el 9 de Mayo del 2007, en Galería Epikentro en Managua..LA PRENSA/URIEL MOLINA

Álvaro Urtecho, el 9 de Mayo del 2007, en Galería Epikentro en Managua..LA PRENSA/URIEL MOLINA

Álvaro Urtecho, poeta del linaje cainita

Nutrido de lecturas europeas (Novalis, Rimbaud, Rilke, Nietzche, Leopardi Valéry, Alexaindre, Ciorán, entre otros), Urtecho construyó su mundo a través de la interiorización marcada por el fuego de la poesía.

Me refiero al inescrutable linaje encarnado por el personaje bíblico Caín, el homicida. Aludo a la lúcida apropiación que de ese linaje maldito, o cainita, realizó Álvaro Urtecho (Rivas, 1 de diciembre, 1951-Managua, 21 de diciembre, 2007) en su poética, definida por una constante, profunda indagación del SER y, por tanto, reflexiva.

Tal lo reveló en sus cinco poemarios signados por el asombro, la exclamación y la interrogación, todos aparecidos en Managua: Cantata estupefacta y otros poemas (Nueva Nicaragua, 1986), Esplendor de Caín (Fondo Editorial INC-ASDI, 1994). Cuaderno de provincia (Decenio, 1995), Auras del milenio —inserto, con los anteriores, en Tumba y residencia (Centro Nicaragüense de Escritores, 2000)—, más el casi póstumo Tierra sin tiempo (Academia Nicaragüense de la Lengua, 2007). En ellos, retomando la vertiente metafísica y visionaria de la poesía nicaragüense, se volcó con mesura como fiel discípulo de Carlos Martínez Rivas.

Su extenso e intenso poema Cantata estupefacta (1979) fue un ejemplo de ese discipulaje vital y literario. En efecto: parte de algunos recursos estilísticos del poeta de Dos murales USA para asumir su actitud ante la vida: la negación ante los dones del mundo. No utopías. / No discurso triunfal. / No patria. / No familia. / No currículum. Así optó por seguir al pie de la letra el consejo de Martínez Rivas: “Un auténtico poeta debe ser sin patria, sin partido y sin mujer”.

EL COSMOS Y LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Nutrido de lecturas europeas (Novalis, Rimbaud, Rilke, Nietzche, Leopardi Valéry, Alexaindre, Ciorán, entre otros), Urtecho construyó su mundo a través de la interiorización marcada por el fuego de la poesía. Tenemos fuego. / Lo sabemos por el día / que levanta su hechizo entre la luz / de los ondeantes pabellones. / Lo sabemos por la rosa / y su arrogancia. Por el hondo / sentido que vuelve al hombre / noche, sombra, mendigo de eternidad. (El fuego). Por ello meditaba sobre la soledad y la muerte: Pasaremos / como la hierba deshecha por el viento. / Partiremos sin retorno.

Por ello también, además de trazar figuraciones del tiempo, denunciaba la impostura del dinero y de la mentira. Mas también le asistió la nostalgia en Cuaderno de provincia. Allí despliega recuerdos de infancia, asociados a una fruta de procedencia asiática, arraigada con gloria en la América Tórrida: Y continúa: Milagro de luz, / almíbar contenido, ambrosía, / mango de infinitas aguas y vertientes…

Para Urtecho la poesía constituyó un oficio serio y sagrado para verter su tensión y hondura existenciales, surgida como un imperativo ante la ausencia de respuestas. No, no aclaramos nunca / la madeja. No resolvemos nunca / el problema final (Tierra sin tiempo). El poeta describe, con espanto, su linaje maldito: No pronunció palabra, no: / solo tráquea en el aire, quemadura, / algo como un gruñido, un casi balbuceo, / un rumiar de letras negras ahogadas, / odiosas, aceradas; / algo como un esputo sórdido y helado. (Esplendor de Caín).

LA FATALIDAD DESOLADA DE LA EXISTENCIA

En su poética, Urtecho prescindió como muy pocos coetáneos de la motivación política o cívica, permaneciendo independiente e incontaminado de consignas totalizadoras, fiel a su inexpugnable yo romántico, a su difuminada carga filosófica. Solo una vez, incidentalmente, facturó un homenaje a Francisco Morazán, no recogido en ninguno de sus poemarios. Igualmente, el goce de la mujer y la afirmación religiosa no constituyeron motivos centrales.

Pero en sus últimos años articuló dos secciones en Tierra sin tiempo: Fémina suite, reveladora de un inusitado despliegue erótico (¡toda una celebratoria galería de mujeres!) y La corona de espinas…

EL CRÍTICO LITERARIO Y EL CRONISTA DE ARTES PLÁSTICAS

Como crítico y ensayista, Álvaro Urtecho dejó dispersos sus aportes. Entre ellos cabe citar los consagrados a Antonio Machado, Pablo Neruda, Pablo Antonio Cuadra y Carlos Martínez Rivas, al igual que no pocas reseñas de obras nacionales. Por citar algunas, véanse las publicadas en el número 157 de Revista Iberoamericana (Pittsburgh, octubre-diciembre, 1991) sobre Antología, de Azarías H. Pallais; Mitología nicaragüense, de Eduardo Zepeda-Henríquez; Boarding house San Antonio, de Carlos Alemán Ocampo; y Tiempos, lugares, sueños, de Manuel Martínez. Otras aparecieron en La Prensa Literaria, La Crónica Literaria, Bolsa Cultural y Decenio. Además, colaboró en la antología de Rubén Darío y César Vallejo: Heraldos del nuevo mundo (Managua, Banco Central de Nicaragua, 1997) con el estudio correspondiente al primero.

También dispersos quedaron sus crónicas de artes plásticas que alguna vez reunió para editarlas en libro, sumando unas treinta. En ellas, su intuitiva mirada recreaba, a veces con certeza poemática, las arrobadores visiones de Alejandro Aróstegui; las figuras bíblicas, rítmicas y hieráticas de Leoncio Sáenz: la cosmogonía volcánica de Arnoldo Guillén; el vuelo y la transparencia de Orlando Sobalvarro; los espejos de la memoria de Alberto Icaza; las casas solares, coloridas y silenciosas de Alfonso Ximénez; la desencadenada fuerza vital de Miguel Ángel Abarca; los laberintos genésicos de Donaldo Altamirano; los frutos ocultos de Álvaro Gutiérrez; los ásperos yermos de Bayardo Gómez; las cajas y tesoros de Luis Morales Alonso, más los ojos, rostros, cadejos, toros, desnudos, puertos y anclajes de Efrén Medina, acaso el más afín de sus amigos pintores.

 

 

 

 

Cultura Alvaro Urtecho ensayo Jorte Eduardo Arellano archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí