En el sector de El Ojochal, Tupilapa, jurisdicción de Jinotepe, la Policía capturó a 21 indocumentados originarios de El Congo, África. Pero en la delegación policial, dos de ellos huyeron cuando se dieron cuenta que los iban a regresar a la frontera de Costa Rica.
Entre el grupo había mujeres, hombres y niños. Aunque le costaba hablar español, Mimose Malande, originaria de El Congo, manifestó que lo que quieren es cruzar Nicaragua y no entiende por qué las autoridades los detienen, cuando en otros países pasan sin ningún problema.
Argumentó que cinco días estuvieron en las montañas aguantado frío, hambre y sed. “Nosotros solo queremos pasar para buscar una mejor vida, solicitamos la ayuda del presidente”, dijo la extranjera.
Como a eso de las 6:00 p.m., los 19 indocumentados que quedaron, fueron montados en una patrulla y en un microbús particular hacia la frontera sur.
Se intentó conocer la versión del comisionado Ángel Bonilla, de Auxilio Judicial de la Policía, pero no fue posible.
Un ciudadano, de identidad desconocida, con características físicas a la de un haitiano o africano, fue encontrado muerto la noche del miércoles en el mismo sector de Tupilapa. No presentaba signos de violencia y el doctor Sergio Cano, del Área de Forense de la Policía, indicó que se le practicaría una autopsia para conocer cuáles fueron las causas de muerte. Fue encontrado en estado de descomposición.