Mientras se agrava aún más el deterioro de las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el especialista en este campo, José Dolores Gómez, advierte que detrás de las dificultades financieras de esta institución hay un problema de “oportunismo” político, al mencionar, por ejemplo, el incremento de casi un 70 por ciento el pago de las pensiones de guerra entre 2007 y 2015.
En un análisis minucioso sobre la situación financiera del INSS, Gómez considera inconcebible que en plena época de paz el pago de pensión de víctimas de guerra se haya incrementado 69.7 por ciento al pasar de 19,073 pensiones de este tipo en 2007 a 32,361 el año pasado.
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“¿Cómo se da esta situación cuando la guerra quedó muy atrás? Nuevamente el factor político. Un crecimiento del 69.7 por ciento, cuando ya transcurrieron casi veinte años de concluidos los conflictos bélicos”, cuestiona.
Nicaragua vivió una intensa guerra civil de 1979 a 1990, bajo la administración del primer gobierno sandinista.
Solo el pago de estas últimas pensiones costaron al INSS 31.1 millones de dólares en el 2015, estima Gómez con base en los anuarios estadísticos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, disponibles en el portal electrónico de dicha entidad.
La situación financiera del INSS se agravó aún más, agrega, por la decisión del Gobierno de crear una pensión reducida para los trabajadores que no lograron completar las 750 semanas cotizadas que se requieren para recibir una pensión mínima.
Hasta el 2015 la Seguridad Social atendía a 35,556 pensionados de este tipo, para un costo de 34.4 millones de dólares.
Es decir que sobre el hombro financiero del INSS hasta el 2015 recaía la responsabilidad de pagar 67,917 pensiones de guerra y reducidas, para una carga financiera de 65.5 millones de dólares.
“Ha resultado una carga financiera que tiende a colapsar todo el sistema. La pensión reducida tiene un origen de oportunismo político y la pensión para víctimas de guerra, un conflicto armado donde el INSS fue sacrificado. El incremento de la cuota patronal no tiene compensación. Por tal oportunismo se puso en riesgo grave la cobertura de 810 mil asegurados y 164 mil pensionados”, alerta el especialista.
SE DISPARA DÉFICIT DEL INSS
Las finanzas del INSS se deterioraron fuertemente en mayo, al registrar un déficit acumulado por 330.4 millones de córdobas, saldo que se originó principalmente en el mes de referencia por un monto de 296.1 millones de córdobas, después de donaciones según datos publicados por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
El INSS acumula hasta mayo en ingresos 8,716.3 millones de córdobas, los que resultaron insuficientes para cubrir sus gastos totales (incluida la adquisición de activos no financieros), los que suman 9,048.4 millones de córdobas. El hueco financiero fue ligeramente aliviado por captación de 1.6 millones de córdobas en concepto de donaciones.
Este creciente déficit en las finanzas de la Seguridad Social se registra pese a que los ingresos llevan un aumento del 17.89 por ciento. Esto se debe a que los gastos operativos se han incrementado 20.94 por ciento y la adquisición de activos no financieros (que incluye compra de clínicas y otras inversiones) registra un aumento del 120.25 por ciento.
ALERTA DEL FMI
En su último reporte conclusivo de la aplicación del Artículo IV, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió a Nicaragua de la necesidad de impulsar nuevas reformas a la Seguridad Social, al señalar que la misma caerá en insolvencia en el 2024 para evitar que dicha entidad se convierta “en carga fiscal importante” para las finanzas públicas.
En el documento, el FMI señala que se “prevé que el fondo de reserva del INSS se agote en 2024, después de lo cual se supone que el Gobierno central transferirá recursos para ayudar a que el INSS (pueda) financiar su déficit”.
El organismo explica que esas transferencias que haría el Gobierno a la Seguridad Social para paliar su creciente déficit previsto para los próximos años tendrá un “impacto en la dinámica de la deuda (pública) debido a que el Gobierno central tiene que emitir bonos” y recordó que la emisión de deuda a nivel interno es cara.
TRES AÑOS DE DÉFICIT
En 2013 el Gobierno impulsó una reforma paramétrica al INSS para garantizar su sostenibilidad hasta 2034. Este ajuste implicó un incremento gradual en el pago de la patronal, aumento del techo salarial exento del cobro de la Seguridad Social y cambios en la fórmula de cálculo de las nuevas pensiones. El Gobierno había prometido sacar del déficit al INSS este año tras tres años de crisis, pero las proyecciones apuntan a que terminará 2016 con su cuarto año en saldos rojos.
