Siria y Rusia afirmaron este sábado que docenas de civiles y rebeldes abandonaron la ciudad sitiada de Alepo a través de corredores “humanitarios”, aunque residentes y opositores refutaron estas aseveraciones.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó que el sábado salieron una veintena de civiles del sector este de la metrópolis siria, sitiado, pero insistió que ninguno era rebelde.
Alepo, con unos 300,000 habitantes sometidos a un extenuante asedio desde 2012, es la segunda ciudad del país y excapital económica, y desde que empezó el conflicto está dividida en dos. Las fuerzas prorrégimen controlan los barrios del oeste y tratan de reconquistar los barrios orientales, en manos de los rebeldes, bombardeando la zona desde hace meses y cerrando totalmente el paso hacia las áreas controladas por los insurgentes.
Tras haber asediado desde el 17 de julio a los habitantes de los barrios rebeldes, que padecen una gran escasez y penurias, el presidente sirio Bashar el Asad autorizó la apertura de corredores para que abandonen la parte este de la ciudad los civiles y los combatientes que deseen deponer las armas, a quienes además ofreció una amnistía si se entregan a las autoridades en los próximos tres meses.
CORREDORES HUMANITARIOS
Rusia, aliado del régimen de Damasco, fue quien anunció la creación de estos pasos. La iniciativa fue presentada como “humanitaria” pero los rebeldes, opositores y varios países, como Estados Unidos, expresaron su escepticismo.
Residentes y un corresponsal de la agencia Afp en la zona no vieron señales de movimiento en la ciudad. Los arcenes construidos por los rebeldes para cortar las rutas del acceso al este seguían en pie.
“Aquí estamos en el paso de Bustan Al Qasr. El régimen miente”, aseguró un comandante rebelde local, Yaser Flis, a un corresponsal de la AFP en la ciudad. “No han abierto ningún cruce ni han implementado ninguna tregua (…) al contrario, han aumentado sus bombardeos”, comentó.
“Quiero salir pero no hacia las zonas gubernamentales. Tengo mucho miedo de que recluten a mi hijo de 17 años para que haga el servicio militar o que lo envíen al frente”, afirmó por su parte Abu Mohamad, de 50 años, en el barrio de Al Shar. “La situación humanitaria es cada vez más desesperante y muy difícilmente conseguimos encontrar comida”, agregó. Desde el 7 de julio no ha entrado ninguna ayuda humanitaria a los barrios rebeldes de Alepo, donde existe una enorme escasez de productos de primera necesidad.