El mismo día que empezó a redoblar la vigilancia en la frontera con Panamá para evitar el ingreso de más haitianos, africanos y asiáticos; el gobierno costarricense lanzó una nueva advertencia a migrantes cubanos para que se abstengan a ingresar a su territorio.
El gobierno que dirige el mandatario Luis Guillermo Solís, lanzó esta tarde la advertencia tras conocer sobre la movilización de importantes grupos de personas migrantes cubanas desde Colombia.
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Ante su inminente llegada a Centroamérica, el Gobierno costarricense reitera que el país no cuenta con las condiciones para permitir su ingreso como lo hizo a finales del 2015 y principios de este año, debido el mantenimiento del cierre de la frontera con Nicaragua y la presencia en territorio nacional de más de 2,000 migrantes de otras nacionalidades, según la presidencia de Costa Rica.
“El pueblo y el Gobierno de Costa Rica somos respetuosos de los derechos humanos, protegemos la dignidad de las personas y somos solidarios con las personas migrantes, pero las actuales condiciones no permiten el ingreso ni la posibilidad de que se asienten en el territorio nacional”, indicó el Presidente, Luis Guillermo Solís Rivera.
Costa Rica mantiene cerrado el paso para migrantes cubanos que intentan llegar a Estados Unidos desde el pasado 18 de diciembre, momento en el que finalizó el otorgamiento de visas extraordinarias de tránsitos a ciudadanos de la isla, luego de permitir el ingreso de 8 mil de ellos procedentes de Panamá.
Alrededor de la mitad de esos 8 mil, debieron salir entre enero y marzo anteriores desde Costa Rica rumbo a Estados Unidos, mediante puentes humanitarios hechos por El Salvador, Guatemala y México; debido a la negativa de Nicaragua de abrir sus fronteras, cerradas para el paso de extranjeros irregulares desde mediados de noviembre de 2015.
Lo mismo hizo Panamá en dos ocasiones, cuando Costa Rica también sus fronteras que dejaron varados primero a 1,300 cubanos y luego 3,500; ambos grupos llegaron a Estados Unidos vía México.
Nicaragua, Costa Rica y Panamá tiene cerrada sus fronteras a la migración irregular. Eso provocó que en Turbo, una comunidad colombiana cerca de la frontera panameña, sirva como especie de tapón para unos 1,300 cubanos que llegaron desde Ecuador y actualmente se encuentran varados.
Colombia se ha negado a solicitar un puente aéreo para ellos con México, y ha empezado el proceso para deportar a su país a 84 cubanos que se acogieron al proceso voluntariamente. Otros han desafiado la peligrosa montaña del Tapón del Darién, ubicado entre Panamá y Colombia, para continuar de modo irregular el periplo hacia Estados Unidos, donde la Ley de Ajuste Cubano les espera con amplios beneficios.
Según Costa Rica, sus autoridades han puesto en operación procesos apegados al derecho, para aprehender e iniciar la posterior deportación a su país de origen de todas aquellas personas que se encuentren en el territorio costarricense en condición irregular.
“El Gobierno de Costa Rica exhorta a la población migrante irregular a no ingresar al territorio nacional en dicha condición”, sostuvo el gobierno tico; un día después que también adelantó que reforzará la atención de unos dos mil migrantes haitianos y extracontinentales que se encuentran en albergues dentro de su territorio.
