Los miembros del Grupo de los 27, que surgió en rechazo a los fraudes electorales y el control sandinista del poder electoral, llamaron a la ciudadanía nicaragüense a “repudiar” las elecciones generales del próximo 6 de noviembre y afirmaron que “no hay por quién votar”.
“El cierre de los espacios democráticos ha dejado en evidencia —ante la nación y el mundo— que el grupo gobernante, consciente de su gran debilidad, teme a la voluntad de los nicaragüenses y por eso impide elecciones honestas, transparentes e inclusivas”, expresa el pronunciamiento leído por el excandidato presidencial Fabio Gadea Mantilla, uno de los 27.
En estos comicios Daniel Ortega se reelige como presidente de la República por segunda vez consecutiva y eligió a su esposa, Rosario Murillo, como fórmula presidencial, en un acto sin precedente en la historia política de Nicaragua, y que causó controversia y crítica a nivel nacional e internacional.
Además, los esposos y candidatos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) participarán en unas votaciones sin oposición política, con el control total de los poderes del Estado y bajo la crítica internacional por la falta de observación electoral y la destitución de 28 diputados opositores.
QUIEREN PROCESO
ELECTORAL VERDADERO
Sofía Montenegro, periodista, socióloga e integrante del Grupo de los 27, expresó que el planteamiento que hacen es que “todos los nicaragüenses se deben comportar como ciudadanos y no como súbditos” de una “monarquía” impuesta por Ortega y su esposa.
“Hay que movilizarnos y organizar la protesta, por un lado, de repudio a la farsa electoral y, por el otro, reinvindicar la realización de elecciones libres, transparentes, competitivas y vigiladas internacionalmente”, explicó Montenegro.
Los integrantes del Grupo minimizaron el supuesto proyecto de ley que penalizaría el llamado al no voto o abstención electoral.
Carlos Tünnermann Bernheim, miembro del Grupo, manifestó que de la única manera que sería delito el llamado a no votar es que se secuestre a una persona para impedirle ir a votar; sin embargo, recordó que en Nicaragua el voto no es obligatorio y dejarán a la conciencia ciudadana tomar su propia decisión.
Ante la posibilidad de que esta ley sea una realidad, Enrique Zelaya, exmiembro de la Resistencia y ahora integrante de los 27, manifestó que “no importa cuántas leyes hagan”, porque “no pueden echarnos presos a todos los nicaragüenses”.
“ABSTENCIÓN ACTIVA”
Tünnermann explicó que el rechazo a las elecciones debe ser una “abstención activa”.
“Estamos hablando de una abstención activa y eso no significa que nos vamos a cruzar de brazos, sino que vamos a seguir oponiéndonos a todos los abusos que se cometan en el proceso electoral y denunciarlos nacional e internacionalmente”, manifestó Tünnermann.
Sergio Boffelli Acosta, director ejecutivo del Movimiento por Nicaragua, manifestó que el Grupo de los 27 “somos nicaragüenses que decidimos ejercer nuestra ciudadanía”.
“Sabemos que no solo somos 27, somos miles que queremos elecciones libres y justas”, dijo Boffelli.
Los 27 aprovecharon el encuentro para hacer un reconocimiento a la poeta Vidaluz Meneses, quien falleció recientemente, pero su participación en el Grupo de los 27 fue una de sus últimas acciones políticas. La escritora Michelle Najlis se integró al Grupo para completar 27.
Como hace 42 años
Hace 42 años un Grupo de 27 nicaragüenses también advirtieron sobre la manipulación de los procesos electorales, de parte del dictador Anastasio Somoza Debayle.
“El Gobierno se empecina en apartarnos a los nicaragüenses del camino electoral, al reservarse inescrupulosamente el manejo de todos los mecanismos que desde la inscripción hasta el escrutinio, conforme normas preparadas ad hoc, le permitirán hacerlo desembocar adonde él quiera o a cerrarlos a importantes y mayores sectores de ciudadanos que conforman la opinión del país”, manifestaba el pronunciamiento emitido por este grupo en junio de 1974.
Para el nuevo Grupo de los 27, constituido el pasado mes de mayo, esta advertencia escrita hace 42 años cobra vigencia con el actual gobierno de Daniel Ortega.