Superado el bloqueo bilateral para el mercado de la leche, el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Alexander Mora, reseña la importancia para los dos países del funcionamiento normal de sus fronteras para el paso de mercancías.
Nicaragua es el principal socio comercial costarricense en Centroamérica, al vender los ticos productos por más de 500 millones de dólares; mientras que las empresas pinoleras ubican en Costa Rica mercancías por alrededor de 200 millones de dólares.
No obstante, Mora explica que la importancia de tener buenas relaciones comerciales bilaterales va más allá de las ventas en los propios países; ya que el comercio tico que pasa por Nicaragua al norte de Centroamérica y por las compras y ventas nicaragüenses a Panamá y resto del mundo que usan Costa Rica como puente.
Recientemente Nicaragua bloqueó el ingreso de productos lácteos de Dos Pinos, Pops y Sigma Alimentos alegando no conformidades sanitarias menores al parecer, como reciprocidad ante la negativa costarricense de permitirle a Lala —empresa mexicana que opera en suelo nicaragüense—, vender en Costa Rica por inconformidades sanitarias mayores.
El problema logró destrabarse luego de extensas reuniones técnicas entre los países, no obstante trajo a relucir las complicadas relaciones bilaterales más allá del comercio que han tenido a lo largo de la historia las dos naciones.
Ha mencionado la importancia de las relaciones bilaterales, pero el reciente conflicto por el mercado de la leche pareciera que fue debido a decisiones políticas…
Yo le puedo garantizar que del lado costarricense no hubo ninguna injerencia política en la decisión que se tomó de condicionar el ingreso de productos de la empresa Lala a Costa Rica, está sustentada en aspectos técnicos que fueron aceptados por la empresa y por las autoridades del IPSA (Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria). Si se ve la conformación de las delegaciones bilaterales que se mantuvieron (negociando), en una hubo participación de dos viceministros básicamente como facilitadores del proceso, pero fueron en todo momento las autoridades de salud animal las únicas que tuvieron decisión y participación en el proceso. La comunicación que se le hizo a la empresa Lala (cuando se bloqueó el ingreso de productos a Costa Rica) fue en tiempo, o sea se hizo una inspección, se identificaron las no conformidades e inmediatamente se comunicó que estas no conformidades tienen que ser atendidas de forma inmediata, para que puedan seguir trayendo productos a Costa Rica y cuando se atienda pues hacemos la inspección y volveremos a la apertura del mercado.
Eso se hizo en tiempo, según el procedimiento lo establece y la sorpresa nuestra fue cuando la parte nicaragüense reacciona con una reciprocidad que no estaba en tiempo y que de alguna manera nosotros resentimos, porque la sentimos con una dimensión técnica inferior a la proporcionalidad técnica a la que nosotros hemos actuado. Sin embargo, ya eso fue debidamente saldado en este caso y esperamos que no se presente a futuro y que los dos países tengamos la disciplina de actuar siempre en materia técnica. Nosotros siempre hemos tenido discrepancias técnicas con Panamá, que nunca han respondido con ninguna reciprocidad…
¿Es cierto entonces que Dos Pinos, una empresa grande y muy querida por los costarricenses, haya presionado al Gobierno para evitar competencia de productos Lala en Costa Rica?
Ninguna. Es absolutamente falso, yo lo desmiento totalmente porque eso nunca se ha dado.
¿Y Nicaragua sí lo habría tomado de esa manera?, porque hubo reciprocidad, primero bloquean a Lala en Costa Rica y después Nicaragua bloquea a Dos Pinos…
En el caso de Dos Pinos el proceso fue un poquito distinto porque hacía ya medio año que se había hecho la inspección (en Costa Rica) por parte del IPSA. Efectivamente ellos habían informado de tres no conformidades menores, aquí hay que hacer la diferencia, en los procesos de inspección hay no conformidades menores y no conformidades mayores; las no conformidades mayores son las que normalmente las autoridades establecen alguna restricción al comercio; las no conformidades menores son básicamente cosas que se pueden resolver o cuyo impacto no es significativo y no implica mayor riesgo a la salud. Entonces la diferencia que hay es que en la inspección que el Senasa (el costarricense Servicio Nacional de Salud Animal) hace en Nicaragua, pues encuentra no conformidades mayores que son las que sustentan una medida. La inspección que había hecho IPSA en Costa Rica a Dos Pinos había concluido con tres no conformidades menores, esas no conformidades menores fueron comunicadas a Dos Pinos en el año 2015 y en ese momento la empresa tomó las medidas correctivas e informó sobre la solución de esas no conformidades menores y manifestó su disponibilidad de que hubiera una inspección. Las autoridades nicaragüenses en ningún momento consideraron que era necesario una reinspección dado que se trataba de no conformidades menores. De ahí la sorpresa que nosotros tuvimos cuando en el marco de la comunicación sobre las no conformidades mayores de Lala, el IPSA procede con una obstrucción sustentada en no conformidad menor de la empresa Dos Pinos que en nuestro criterio ya había sido contestada y resuelta. Pero entendemos que las autoridades nicaragüenses en este caso tenían alguna reserva o no habían hecho la verificación o lo que fuera y consideró que era el momento para aplicar una medida como esta. Evidentemente la forma como fue leída la medida, creo que no puede ser igual a la forma como fue leída la medida de Senasa, por una cuestión de tiempos, de fondos, pero lo importante es que me parece que esto acercó a las autoridades, las hizo trabajar juntas y dio el espacio para que IPSA y Senasa socializaran la manera como interpretan y entienden ciertas normas y creo que uno siempre tiene que ser positivo y de los retos, errores y acciones, aprender y sacar alguna lección positiva.
¿La inversión de Lala en Costa Rica y Dos Pinos en Nicaragua ayudó a destrabar el problema?
Yo soy sincero que nunca recibí una llamada de Dos Pinos, yo no me reuní con ellos, ni de otra empresa para resolver el problema. Era un problema técnico y las empresas lo entendieron, abordaron de esa forma y ayudaron a que el problema se resolviera de manera más rápida.
Superada esta diferencia, ¿cómo queda la relación comercial entre los dos países?
Yo tengo excelente relación con el ministro Orlando Solórzano que es mi contraparte, el viceministro tiene muy buena relación a nivel del viceministerio que dirige el colega Solórzano y yo diría que desde el punto de vista las autoridades todo este proceso generó que tuviéramos 4-5 conversaciones telefónicas entre el ministro Solórzano y yo… luego se dieron reuniones entre autoridades de salud animal que permitió acercarlos a ellos, que se conocieran, que trabajaran en conjunto, etc.
A mí me parece que las empresas no tienen que preocuparse, que la relación comercial entre los dos países va madurando, que tienen comercio bilateral las dos naciones entre los más fuertes que hay en la región centroamericana. Por lo tanto pues yo apuesto a que las condiciones de normalidad que existen en este momento se mantengan, a que las autoridades de los dos países tengamos siempre la madurez de entender dificultades comerciales como situaciones que se presentan y que hay que resolver, que una vez resueltas la vida debe continuar. Más bien creo que esta experiencia que hemos tenido debemos aprovecharla para aprovechar las áreas de mejoras y hacer un trabajo conjunto en prevención.
¿Cómo se puede entender el impacto del problema de la leche en Costa Rica, país donde hubo más resonancia mediática que en Nicaragua?
Lo interpreto en dos sentidos: primero Costa Rica tiene una altísima conciencia sobre la importancia del comercio exterior para un país tan pequeño y nosotros tenemos una política muy dinámica y agresiva de vinculación con el mundo, por lo tanto las noticias que tienen que ver con esta materia ocupan espacios importantes en los medios y en la intención de la gente. Si usted compara el comercio exterior costarricense con el PIB, el comercio exterior equivale al 90 por ciento del Producto Interno Bruto del país. Entonces cuando usted considera importaciones, exportaciones, inversión salida e inversión llegando, las noticias de comercio exterior son noticias.
Lo segundo es que tampoco se puede evitar que la relación Costa Rica-Nicaragua es sensible, que ha pasado por momentos de sobresalto importante recientes; el tema de Isla Calero, el tema de migrantes, paralelo al tema lácteo se presentó el tema de la isla (Bolaños) en el Pacífico; entonces cuando usted está sensible cualquier punto que le toque le genera a usted un poquito de sensación. Yo siento que los ciclos electorales suelen también afectar en esta materia. Cuando hay un ciclo electoral avanzado como el que se presenta en Nicaragua y tienen dificultades binacionales, la noticia se amplifica más que fuera de un ciclo electoral. Yo diría que es una suma de temas…
Una acción como esa tomada en Nicaragua o en Costa Rica es ilegal según normas de comercio internacional y tratados y acuerdos que tenemos en vigencia tanto a nivel de OMC como en la integración centroamericana… Si Nicaragua hiciera eso así, yo jamás pondría una reciprocidad, sino que nos remitimos al derecho internacional con mecanismos de la OMC y lo mismo con Nicaragua si es que Costa Rica hace una cosa así.
