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Edmundo Jarquín

¿Está débil la oposición?

Estuve esta semana en Miami para una entrevista en el programa Al Punto, del periodista Jorge Ramos en Univisión. Y en un anticipo de la entrevista, que se pasará este domingo, la periodista Tifani Roberts me preguntó para las redes sociales por qué en las manifestaciones de la oposición, protestando ante el Consejo Supremo Electoral, había tan poca gente.

El tema, en verdad, es recurrente, y se pone de ejemplo como muestra de la debilidad de la oposición a Ortega. Es más, cuando se compara con las multitudinarias manifestaciones de la oposición en Venezuela, o las que vimos el año pasado en Ecuador protestando contra la reforma fiscal de Correa, se acentúa el perfil de la supuesta debilidad de la oposición nicaragüense.

Pero, ¿es cierta esa debilidad de la oposición en Nicaragua, y más aún cuando se utiliza como contraste para demostrar la popularidad de Ortega?

En el análisis de la supuesta debilidad de la oposición se suelen olvidar y en el caso del extranjero con frecuencia se desconocen, algunas de las razones que la explican.

En primer lugar, cuando a los partidos de oposición se le cierran las oportunidades electorales, con fraudes o con decisiones judiciales como este año, es como a un pez que se le quita el agua. En Venezuela ha habido veinte elecciones bajo el chavismo, y salvo irregularidades relativamente menores o falta de equidad en la competencia electoral en cuanto a recursos y medios de comunicación, los votos se han contado básicamente bien. Y Chávez hasta aceptó los resultados negativos de un referendo, y Maduro no pudo impedir la derrota legislativa en diciembre pasado. Diferente es el abuso de poder negando las facultades de la Asamblea Nacional, o posponiendo indefinidamente el referendo revocatorio. Lo que queremos ilustrar es que la oposición en ese país ha tenido una y otra vez oportunidades de manifestar a través de los votos su descontento. Eso no ocurre en Nicaragua.

Y es el caso de Bolivia y Ecuador, también países del eje bolivariano. En ambos falta equidad en la competencia electoral, pero los votos se cuentan como en Venezuela. Correa aceptó las derrotas en las Alcaldías de Quito, la capital, y Guayaquil, la ciudad más importante, entre otras. Y Evo Morales en Bolivia aceptó los resultados negativos de un referendo que le permitiría continuar en la Presidencia, y la derrota en la gobernación de varias alcaldías y provincias.

En todos esos casos la oposición ha tenido la oportunidad de ejercicios electorales creíbles, y con la expectativa de que los votos se contarán bien ha podido movilizarse. En Nicaragua no, todo lo contrario. De nuevo, la oposición en Nicaragua es como un pez al que se le sacó el agua.

Pero hay otra razón. En ninguno de los casos mencionados hay un monopolio de la violencia en las calles como el que ejerce el orteguismo. No solamente los votos no se cuentan bien, y por tanto no hay el incentivo para que la oposición se movilice, sino que cuando se moviliza es reprimida.

En las elecciones de 2011, el orteguismo intentó impedir la concentración de inauguración de la campaña de la oposición aglutinada en la Alianza PLI. El Consejo Supremo Electoral (CSE) desautorizó una y otra localidad. Cuando el candidato opositor Fabio Gadea Mantilla con energía dijo ¡Sébaco va!, con menos de una semana de anticipación en Sébaco se concentraron decenas de miles, la inmensa mayoría movilizados por cuenta propia, en una explanada bastante más grande que la Plaza la Fe, de Managua.

A eso teme Ortega, y por eso este año cerró toda opción electoral a la oposición.
Y en cuanto a la represión de las turbas, que infunden miedo, los nicaragüenses sabemos por nuestra propia experiencia, como le dije a la periodista Roberts, que la otra cara del miedo es el resentimiento, y el tránsito del resentimiento al rencor es muy rápido, y del rencor a la protesta es aún más breve. Eso es lo que veremos, y más temprano que tarde.

El autor fue candidato a la vicepresidencia de Nicaragua.

COMENTARIOS

  1. El Patriota
    Hace 8 años

    Y entonces, aquí se da a entender que el FSLN ha atado las manos a la oposición.
    y que esperan que el FSLN también se las desate.

  2. Rodolfo centeno
    Hace 8 años

    Lo mismo decia Somoza, y los sandinistas en los años 80’s q no habia oposicion. Lo mismo decian los comunistas en el extinta URSS, camposocialista, etc y tratan de presentar a la oposicion como parte de las agresiones de EU, dicen del imperialismo.y no solo lo dicen sino q la represion es tan salvaje q es a todos los niveles y tan descarada ni mas ni menos lo q vemos en Nicaragua donde ya la policia orteguista abiertamente y a plena luz del dia coordina a los motorizados, las turbas q en su mayoria son empleados publicos, les facilitan logistica, transporte, armas, para q repriman cualquier intento de protesta, a esto se suman los chantajes tan conocidos, etc pero todo esto va creando a la oposicion de manera silenciosa , sin exponerse, se crea oposicion el el mismo partido, gobierno, fuerzas armadas , policiales, gremiales, sindicales, y aumenta tan aceleradamente q la inteligencia del gobierno no logra ver. Lo vimos cuando esa oposicion aplastante derrumbo a la URSS y todo su campo socialista. Aqui en Nicaragua tambien derrumaron al sandinismo, derrotando de manera aplastante a Daniel Ortega en 1990 y asestandole 3 derrotas seguidas, pero claro el hombre no aprendio y esa oposicion vuelve a crecer ante su ojos y x eso aniquilan todo el sistema electoral para tratar de detener su nuevo derrumbe , x el momento pero mas temprano q tarde caeran y esta vez sera definitiva, x eso el sindrome de la derrota electoral del 90, 95 y 2000, los ha llevado a cometer las mismas torpezas q en los años 80’s

  3. ramon
    Hace 8 años

    No compares a la oposicion con el ecosistema del agua,la oposicion en Nicaragua tiene mas oxigeno en todo el sentido,falta organizacion,veligerancia,carisma y credivilidad,la oposicion misma le dijo a Ortega poneme contra la espada y la pared,ohora q’estan en ese punto se quejan,un principio sano de nuestros problemas no hay q’echarle la culpa a los demas,el idiota y aragan andan dos veces el mismo camino.

  4. galopinto
    Hace 8 años

    No hay oposicion verdadera y punto. Don Edmundo, deje de maquillar el analisis. En nicaragua todos tienen cola, y si no la tienen se las crecen o se las ponen. De tal manera que el siguiente paso es una seudo-opisicion vendida, comprable y chantageable.

    1. Rodolfo centeno
      Hace 8 años

      Gallo Pinto en Nivatagua la represion es mas salvaje q en Cuba todavia. Tanto q ya ni disimulan. A plena Luz del dia salen los motoriados dirigidos x la policia orteguista a reprimir las manifestaciones. 3l chantaje con el poco empleo formal, el chantaje con el empleo formal, el chamtaje en las universidades, colegios, escuelas , el chantaje con las ayudas q son impuestos de todos los nicaraguenses. La utilizacion de todos los empleados publicos e instituciones del estado, de los recursos de todos los nicaraguenses para asuntos partidarios,la utilizacion de medios de comunicacion masivo para desinformar , como vos q decis q no hay oposicion, es como cuando amarran al mejor peleador y despues le gritan dale, xq no peleas ahora? En los regimen comunistas es asi y la respuesta es enorme tambien , la oposicion es silenciosa , crece hasta dentro del mismo gobierno, partido, fuerzas armadas, policia,gremios, sindicatos, poblacion hasta q explotan como ya sucedio en la Extinta Union de Republicas Socialistas Sovieticas y todo su campo socialista, y tambien ya sucedio en Nicaragua en 1990 cuando Daniel Ortega lloro amargamente u derrota electoral y el pueblo le metio 3 derrotas seguidas.

  5. Carlos Rodriguez
    Hace 8 años

    Tal vez estaré pecando de ignorante político por opinar sobre un tema donde el Sr. Jarquín es todo un maestro, pero a mi me parece que todas las excusas que él trata de argumentar deberían de tener un efecto contrario en la oposición, a mas violaciones mayor arrechura y mas gente a la calle, como en Venezuela donde también hay represión y mucho mas violenta que la dicen vivir en Nicaragua. Así que las causas deben ser otras, las que seguramente conocen pero que no quieren resolver; Arrogancia, Intereses mezquinos, Falta de propuestas reales, pleitos internos, Incapacidad para negociar, etc.

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