Una motocicleta es el medio de sobrevivencia de Arnoldo Zeledón, un campesino de la comunidad San Antonio, a unos 15 kilómetros al norte de Nueva Guinea, lugar donde pocas personas tienen vehículo o un medio para movilizarse.
Cobra tres córdobas por kilómetro y como esas carreteras están en mal estado, es muy difícil que vehículos pequeños puedan pasar, pero la moto de Arnoldo llega hasta los lugares más difíciles.
“Yo primero compré una motito pequeña y una vez que llevé a un pasajero a Nueva Guinea era un hombre grande y pesaba más o menos 200 libras, mi pobre moto no subía las pendientes, eso me motivó a venderla y buscar otra más grande, aunque fuera de segunda, pero buena”, recordó.
Arnoldo nació en la colonia San Antonio, pero al pasar de los años sintió que no le gustaba trabajar con el machete o como jornalero, por lo que optó por buscar cómo ganarse la vida haciendo viajes en las colonias de San Ramón, San Miguel, San Martín, Talolinga y hasta la cabecera municipal de Nueva Guinea.
Aunque el camino es de piedra, con bastantes huecos y lodo, Arnoldo pone a su clientes una bolsa plástica en los zapatos, les da un capote y de esa forma llegan limpios a la ciudad.
Arnoldo tiene cuatro años de vivir de su moto. “No me quejo, estas dos ruedas me dan de comer, lo último que he aprendido es a mecánico porque acordate si uno lleva la moto al taller entonces no ganás y la meta es que te quede plata para que podás mantener a tu familia porque si uno busca trabajo no hay, y si encontrás es limpiando potreros y con esa plata no podés llevar el sustento a tu casa”, dijo.
Según Arnoldo hay noches que no duerme porque lo pasan llamando a cada rato.
