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El dilema electoral de Ortega

El dictador Daniel Ortega está  seguro de que volverá a ser reelegido como presidente de Nicaragua en la farsa electoral del 6 de noviembre próximo.

Inclusive Ortega  ya sabe, a grosso modo,  cuántos votos le asignará el  Consejo Supremo Electoral (CSE). Sabe que tendrá  dos terceras partes  de los votos, más o menos, y que el Frente Sandinista recibirá también   dos tercios o un poco más de los escaños de la Asamblea Nacional.

Para el proyecto político  de  Daniel Ortega es indispensable aparentar que tiene el respaldo  de más del sesenta por ciento y quizás hasta de tres cuartas partes  del electorado que participe en la  farsa  de noviembre. Así como   tener   en la Asamblea Nacional la cantidad  de diputados que le permita hacer  aprobar las leyes que quiera, inclusive una nueva Constitución a su medida, sin tener que negociar temas importantes y mucho menos  decisivos  con nadie, ni siquiera con una oposición de mentira.

En realidad, el único dilema electoral  de  Ortega es cómo  repartir el tercio de las curules ya asignados a la “oposición” colaboracionista. ¿Dará todos o la mayor parte de los escaños al PLC,  para establecerlo como la  segunda fuerza política del país y la primera de “oposición” parlamentaria? ¿O los distribuirá a partes iguales con el PLI? ¿Premiará  a los otros participantes en la farsa electoral con  al menos un diputado por grupo?

Es oportuno recordar que para la comedia electoral  de 1984, en la que solo participaron los partidos que habían sido  aliados del FSLN o eran afines ideológicamente a la revolución,  la asignación de curules  fue proporcional a lo que supuestamente representaban los grupos colaboracionistas. El “partido de vanguardia”,  o hegemónico, que era el  Frente Sandinista,   se recetó 61 diputados,  dos tercios del total. Al Partido Conservador Demócrata le fueron asignados  14 escaños;   9 al PLI;   6 al Partido Popular Social Cristiano;  2  al Partido Comunista;  2 al  Partido Socialista y 2 al Movimiento de Acción Popular Marxista-Leninista (MAP-ML).

Las circunstancias de ahora son diferentes y podría ser que  Ortega decida darle al PLC todos o la mayor cantidad de diputados,  del tercio destinado a la “oposición”, puesto que el partido de  Alemán ha sido su aliado   más consistente y  provechoso. Y una  parte minoritaria del tercio “opositor” se la podría  conceder  al PLI,  que últimamente  ha servido  muy bien  a  Ortega  en su plan para  librarse de un adversario verdaderamente    opositor en las elecciones y eliminar a  la oposición en la Asamblea Nacional.

En  fin de cuentas,   solo  Ortega sabe cómo distribuirá el tercio “opositor”. Esto  no lo conocen ni siquiera los que se consideran  sus más allegados en la ficción de partido  en la que se ha convertido el FSLN.

Es  muy penosa   la situación a la que ha sido llevada la precaria  democracia nicaragüense. Sin embargo no hay que  desanimarse. La dictadura podrá durar por algún tiempo,  pero no  permanecerá para siempre.  El momento tendrá que llegar, cuando el pueblo así lo quiera, en que   Nicaragua salga de  la pesadilla política que sufre  ahora  y vuelva a ser una república democrática.

Editorial CSE Daniel Ortega FSLN archivo

COMENTARIOS

  1. El Patriota
    Hace 8 años

    Sería bueno una encuesta muy creíble en estos momentos que indique que porcentaje votaría por el PLI si aún estuviera liderado por Montealegre. Para poder creer que era una verdadera oposición.

  2. el carolingio
    Hace 8 años

    Nicaragua no merece tanta vileza,el que no quiera votar que no vote,hscer guerra con sangre tampoco es necesario,puede hacerse oposicion de brazos caidos de parte de todos,empresarios y pueblo

  3. Ciudadano.
    Hace 8 años

    No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista,. cuando menos lo piensen les vendra el fin, y tendremos si Dios lo permite, dias mejores para este desventurado pueblo, en manos de lagartos y cocodrilos politicos, Traidores a los sueños de un pueblo que creyo en unos individuos que se hacian llamar liberadores y ahora son peor que contra quienes lucharon. La corrupcion tendra su fin y vendra por intevencion de Dios, El quita y pone a gobernantes y no los seres humanos,

  4. Una ciudadana
    Hace 8 años

    No creo que ese sea el verdadero dilema. El cuadro ya está rayado y en definitiva no hay oposición verdadera sino que son invitados a la fiesta … El dilema es otro: la cuota de poder confirmado que asignó al quien lo acompaña. Que ya la tenía, solo que ahora es mas oficial y use vislumbra cual es su objetivo final.

  5. Juan
    Hace 8 años

    Habra FSLN para un buen rato al menos la oposicion tenga un lan de desarrollo creible, hablar de democracia,liberad y estado de derecho no es suficiente

    1. El Observador
      Hace 8 años

      Sería interesanta que el Editorialista nos dijera, que fue lo que escribió cuando la “comedia de 1984” y en que diario se publicaron sus opiniones.

  6. roxy
    Hace 8 años

    Mejor habria de preguntarle al dictatador y a la dictadora quienes creen seran los candidatos del tenebroso FSLN para el 2022 solo por curiosidad talvez ya seria el turno de algun chigüin. Aguanten nicas que se merecen el gobierno que tienen.
    ai les dejo la tarella amigos!

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