En un giro que podría repercutir en Medio Oriente, Irán confirmó este miércoles que Rusia está utilizando su territorio para realizar ataques aéreos en Siria, al tiempo que una segunda oleada de bombarderos de Moscú salían de la república islámica para atacar objetivos en la nación devastada por la guerra.
El suceso representa un acercamiento histórico con Moscú que podría irritar a los aliados de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, fortalecer al presidente sirio Bashar Assad y afectar el combate contra el grupo Estado Islámico.
Primero, Rusia anunció los ataques efectuados el martes desde cerca de la ciudad iraní de Hamedan, ubicada 280 kilómetros (175 millas) al suroeste de Teherán, la capital de Irán.
Este 17 de agosto, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que había salido de Irán otro grupo de bombarderos para atacar objetivos en el este de Siria.
Después, Alaeddin Boroujerdi, presidente de la comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, fue el primer funcionario gubernamental que reconoció la operación rusa. Dijo que los rusos estaban utilizando la base aérea Shahid Nojeh de Irán, ubicada aproximadamente a 50 kilómetros (30 millas) al norte de Hamedan, una base aislada en la que se detectó a fines del año pasado que estaban aterrizando aviones rusos.
Boroujerdi señaló que aviones rusos de combate Tu-22M3 aterrizaron dentro de Irán sólo para reabastecerse de combustible bajo permiso del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, una medida que les permitió llevar una carga de bombas de mayor tamaño, de más de 20 toneladas métricas. “No hay fuerzas rusas estacionadas en el territorio de la República Islámica de Irán”, agregó Boroujerdi.
En Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov defendió la utilización de bases militares iraníes para realizar ataques aéreos en Siria, y rechazó que podría tratarse de una violación a resoluciones de las Naciones Unidas que prohíben el suministro, venta y transferencia de aeronaves de combate a Irán.
“En el caso del que estamos hablando no ha habido suministro, venta o transferencia de aviones de combate a Irán”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa.
“La fuerza aérea rusa utiliza estos aviones de combate con aprobación de Irán para participar en la operación anti-terrorista” en Siria. No obstante, la acción anuncia bombardeos rusos aún más intensos dentro de Siria, donde Rusia ya ha sido acusada de ataques indiscriminados en los que han muerto muchos civiles.
Este miércoles, presuntos ataques aéreos rusos o del gobierno sirio sobre la ciudad de Idlib —controlada por los rebeldes— en el noroeste dejaron 17 muertos y al menos 30 heridos, reportó la rama de Defensa Civil de la provincia.
El mismo día, cohetes rebeldes dejaron 10 civiles muertos y nueve heridos en un distrito controlado por el gobierno en la ciudad de Aleppo.
