Quieres tener una mirada atractiva, de otro color o simplemente porque prefieres el lente de contacto a los anteojos. Cualquiera que sean los motivos, el éxito de usar lentes de contacto es que evites una infección en los ojos.
Así que para evitar el riesgo, debes tomar en cuenta que la infección varía un poco dependiendo del tipo de lente de contacto.
De acuerdo con el portal American Academy of Ophthalmology, los lentes de uso desechable diario son el tipo más seguro de lentes de contacto blandos, en cuanto a la reducción de riesgo de infección.
Los lentes rígidos permeables al gas son una alternativa más segura que cualquier otro tipo de lentes de contacto blandos.
Tu oftalmólogo puede ayudarte a decidir qué tipo de lente es más adecuado. Por lo tanto, independientemente del tipo que elijas, el cuidado adecuado de los lentes es esencial para una mirada radiante.
- Antes de manipular los lentes de contacto, lávate las manos con agua y jabón, luego enjuaga y sécalas con una toalla sin pelusa.
- Minimiza el contacto con el agua, incluyendo la remoción de los lentes antes de entrar a una piscina o a una tina caliente.
- Los lentes de contacto no deben enjuagarse o almacenarse con agua (de grifo o estéril).
- No enjuagues tus lentes en su boca. La saliva no es una solución estéril.
- No utilices soluciones salinas o gotas humectantes para desinfectar los lentes. No son un desinfectante eficaz o aprobado.
- Usa y reemplaza tus lentes de contacto de acuerdo con el período prescrito por tu profesional de la visión.
CUIDA TUS OJOS
Remueve tus lentes de contacto y consulta a un oftalmólogo inmediatamente si experimentas síntomas tales como enrojecimiento de los ojos, dolor, lagrimeo, aumento a la sensibilidad a la luz, visión borrosa, secreción o hinchazón.
Debes tener cuidado con el uso de lentes decorativos, como los que se venden en tiendas de disfraces.
Estos tienen el potencial de hacer daño permanente a los ojos.
Realiza exámenes regulares de los ojos. Si usas lentes de contacto, debes ser examinado por un profesional de la visión cada año, o más a menudo si es necesario.
RIESGOS
Los factores que contribuyen a la infección pueden incluir:
- Uso prolongado de los lentes.
- Intercambio reducido de lágrimas bajo el lente.
- Factores ambientales.
- Falta de higiene.