A pesar de los altos costos que implica la generación de energía geotérmica (vapor de los volcanes), Nicaragua es el tercer país de América Latina que ha invertido más en este tipo de energía, reveló el estudio “ Análisis Comparativo de Estrategias para Mitigar los Riesgos Asociados con los Recursos Geotérmicos”.
“En el país solo un diez por ciento de energía que se genera es geotérmica, una de las energías renovables más estables y con menos gastos operativos. Aunque hay capacidad para una mayor generación el alto riesgo que existe en la perforación de pozos y su alto costo en la fase exploratoria ha frenado su inversión”, comentó Álvaro García, especialista energía renovable.
García explica que para iniciar una inversión en geotermia como mínimo se tienen que perforar dos pozos, la inversión más pequeña de unos 11 megavatios y se necesita un financiamiento de cuarenta millones de dólares, sin embargo en esta fase se puede perder toda la inversión si el pozo que se perfora no tiene vapor, por eso muy pocos inversionista se aventuran a invertir en este tipo de energía.
La última perforación exploratoria la realizó una empresa nicaragüense en la concesión Managua-Chiltepe en el 2010 que no fueron exitosas. Actualmente existen empresas que están realizando estudios superficiales en las concesiones de Cosigüina y Apoyo-Mombacho.
“Estas inversiones son importantes para el medioambiente y para la economía de la región, pues pueden reducir la dependencia de algunos países al petróleo, una fuente de energía finita y sujeta a constantes subidas y bajadas en sus precios, además de su ya conocido impacto ambiental”, se lee en el estudio.
En América Latina y el Caribe se puede encontrar energía geotérmica en Argentina, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México y Nicaragua.
POTENCIAL NO HA SIDO EXPLOTADO
El informe explica que el potencial global de exploración de geotérmica es entre 70 y 80 gigavatios. Sin embargo, después de más de 100 años, sólo el 15 por ciento de las reservas geotérmicas conocidas en todo el mundo son explotadas para la producción de electricidad, y generan apenas 12 gigavatios.
Encontrar y confirmar la disponibilidad del recurso tarda de dos a tres años. Y luego, toma otros tres años realizar las perforaciones adicionales.