SOLIDARIDAD ENCADENADA
Esposada de manos y presentada como una criminal cualquiera, la imagen de la profesora Nila Mar Alemán Mora, lejos de humillarla como se pretendía, la enaltece. Frente en alto, mirada firme. No lucía humillada. Al contrario, orgullosa. Se puede ser solidario quitándose algo de lo propio para ayudar al que lo necesita, y es meritorio, pero cuando la solidaridad con el necesitado implica el riesgo propio, poner en peligro su propia seguridad para ayudar al prójimo, a eso desde siempre se le ha llamado heroísmo. La maestra Nila Mar Alemán Mora es una heroína cívica, sin fusil, que le está dando una enorme lección de solidaridad y dignidad al régimen que la encadena. El diablo deberá tener un lugar en el infierno para aquellos “solidarios” solo del diente al labio en los eslóganes de gobierno.
PATAS ARRIBA
Muchas cosas están al revés aquí en Nicaragua. Una maestra, cuyo delito es ayudar al extranjero necesitado, es presentada como criminal, mientras delincuentes de conocida ralea se postulan para ser, fíjense nomás, “padres de la patria”. Por otro lado, misioneros, ambientalistas y estudiosos que vienen a ayudar son echados del país como criminales, mientras delincuentes buscados por la justicia de sus países se pasean tranquilos y protegidos. Y en el colmo de los disparates, vemos a pastores religiosos aplaudiendo que el Estado controle el trabajo e ingreso de otros pastores así como vemos a sindicalistas justificando que la Policía apalee a trabajadores que protestan por sus derechos. ¿Alguien le haya sentido a esto?
BENJAMIN BUTTON
Tan al revés andan las que cosas en este país que el gran canal interoceánico, “la obra de ingeniería más grande de todos los tiempos en el mundo”, está teniendo una vida a lo Benjamin Button, el personaje de aquella película que nació viejito y envejeció al revés, o sea volviéndose niño, hasta desaparecer como un gameto o, tal vez, en un orgasmo, como comienza la vida. Pues, con el canal primero fue la ley de concesión, luego se inauguró su construcción, hasta después vinieron los estudios y ahorita estamos en la etapa en la que dicen que hay países interesándose en él, o sea, el orgasmo con que debió comenzar. ¿Qué sigue? ¿Desaparecer?
ORTEGA VERSUS ORTEGA
La principal oposición que tiene Daniel Ortega en Nicaragua es Daniel Ortega. En los últimos meses ha entrado en un vertiginoso proceso de desacreditación ante la comunidad internacional, ante los ciudadanos independientes, y ante sus propios simpatizantes. ¿Cómo pueden convencer a los militantes del Frente Sandinista, aquellos a quienes “les cuesta la causa” y no a los pegatinas del momento, que una maestra, militante sandinista, mujer pobre, que esperó su raquítico salario mensual para ayudar a una madre extranjera a salir del país y seguir su camino de migrante, es una criminal, y que, en cambio, los nuevos héroes del partido son los Wilfredo Navarro, los Byron Jerez, los Roberto Rivas, los José Antonio Alvarado o los Pedro Reyes?
PRUEBA MADRE
La prueba madre de que en la boleta electoral no hay partidos de oposición, sino partidos zancudos diseñados en los laboratorios de El Carmen, es que los orteguistas no los atacan y los tratan con el respeto de aliados. ¿Acaso usted ha visto a los medios oficialistas descalificando a Pedro Reyes, del PLI, o sacándoles las mantillas al sol a Byron Jerez, que corre de primer diputado el APRE? Tan sin rivales están, que Eduardo Montealegre está fuera del país y, creo, de la política, y lo siguen atacando como si fuese el rival a vencer en la boleta electoral. Al menos, para simular el juego electoral, deberían hacer como que sus zancudos son rivales de verdad y no de mentiritas.
MEDIAS TINTAS
Nicaragua está mal y va para peor. Esto no es un asunto de partidos políticos o personas. Es un problema de toda la nación, inclusive un problema para aquellos que hoy, por ingenuidad o conveniencia, están ayudando a que Nicaragua marche al despeñadero. Son demasiados y muy visibles los síntomas. Decir las cosas con rodeos o parábolas no sirve. Es como darle acetaminofen a un paciente con cáncer. Ya los obispos, los empresarios, el Cosep, y los diplomáticos no pueden seguir con ese juego de medias tintas porque este régimen no se da por aludido cuando le señalan con “diplomacia” sus fechorías y, al revés, enarbola como un voto de confianza cualquier discurso gallo gallina. Si hay un momento en que se puede impedir por las vías pacíficas que la sangre llegue la río, es este. Este es el momento de colocarse en el lado correcto o incorrecto de la historia. Sin nebulosas. Sin medias tintas.