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Iván de Jesús Pereira

Doble estándar en campaña electoral de EE.UU.

La campaña electoral en los Estados Unidos ha tomado un giro nunca visto, si en el pasado el debate fue alrededor de políticas, maneras de dirigir la economía, problemas internacionales o planteamientos ideológicos, esta campaña se caracteriza por los ataques sistemáticos personalizados. Ataques que nos descubren un mundo muy oscuro y una conducta ética que nada tiene que ver con la imagen del Estados Unidos que me enseñaron en mi vieja universidad de Georgetown.

Cuando leo, en los periódicos norteamericanos serios, las declaraciones de Trump sugiriendo que un fiscal independiente investigue la Fundación Clinton que dirigen Hillary y Bill, la que describe como “la empresa más corrupta en la historia de la política”, me asusto.

Cuando escucho, que sus detractores afirman que cuando Hillary Clinton fue jefa de la diplomacia, de 2009 a 2013, los donantes extranjeros, gobiernos, empresas o individuos contribuyeron con la Fundación como forma de obtener favores de la Secretaría de Estado y del Gobierno de Estados Unidos, me niego a creerlo.

Cuando Trump afirma que: “Está suficientemente claro que los Clinton crearon una empresa para obtener beneficios de la función pública, para la que vendieron el acceso”, estoy casi seguro que se le pasó la mano.

Por otro lado, el señor Trump hasta la fecha no ha sido capaz de enseñar su declaración de impuestos, cosa que en ese país es algo sagrado, y que se expresa en un viejo dicho: “Dos cosas son inevitables, la muerte y declarar los impuestos”.

Durante la convención demócrata, lo que se develó es lo inescrupuloso que ha sido Trump en sus negocios, llevando a la quiebra a pequeños contratistas, declarándose en quiebra varias veces pero salvando su capital de antemano, y al pasar de los días se investigó que la mayoría de su inversiones están hipotecadas con distintos acreedores.

La acusación de Trump sobre la señora Clinton de haber participado en una forma de corrupción digna del tercer mundo, a través de la Fundación Clinton, me recuerda con mucho dolor lo que yo sentía como hijo de América Latina, cuando en mis clases de Relaciones Internacionales se clasificaba a nuestros pequeños países, como países corruptos, “repúblicas bananeras”, en donde comprar a un funcionario público, a un juez, o al mismo primer magistrado de la nación, era lo más común del día.

Mi rector, el padre Heally S.J. nos presentaba a los padres fundadores John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison y George Washington como los creadores de un Estado en donde los altos valores éticos eran el norte de una sociedad que estaba destinada a iluminar al mundo.

Lo que estamos presenciando es todo lo contrario. Hablando en buen lenguaje nicaragüense, se puede decir que esta guerra sucia de dimes y diretes “ha sacado las mantillas al sol” en vez de “lavar los trapos sucios en la casa”.

Lo triste de todo esto es que esos valores como el respeto a los derechos humanos, el Estado de derecho, la lucha contra la corrupción, han sido impuesto en muchos casos a sangre y fuego a las “repúblicas bananeras”, creándonos el complejo de que estamos ante seres superiores.

Ante esta campaña sucia que descubre el lado oscuro de un pueblo al que yo amo, prefiero refugiarme en lo que me enseñaron en la universidad católica jesuita más antigua de ese país. Solo me queda el recuerdo de Darío que dice: “Los Estados Unidos son potentes y grandes. /Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor/ que pasa por las vértebras enormes de los Andes”.

El autor es abogado.

Opinión Donald Trump Estados Unidos Hillary Clinton archivo

COMENTARIOS

  1. jose m. fernandez.
    Hace 8 años

    Aquí hoy en esta realidad no se trata de demócratas,y de republicanos,y ni de sentimientos de puritanismo,ni de elegir al mas puro,ni al mas bueno,ni al mas malo,si no q’ se trata de elegir al menos corrupto,hay q’ salvar la republica,y el menos corrupto,aun con todos sus defectos es Donald Trump.Muchos de mis amigos hispanos,mi familia,y yo aun siendo demócratas,vamos a votar por el “republicano” Donald Trump.

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