Los evangélicos ya comenzaron a protestar por la medida del Gobierno para controlar el ingreso de misioneros.
Miembros de la Iglesia Cristiana Evangélica salieron a la rotonda La Virgen este domingo para mostrar su inconformidad por la medida que ha perjudicado a la Iglesia católica y al sector protestante.
“Creemos que Nicaragua es un país de paz, por eso hacemos un llamado a las personas que están a cargo sobre las medidas impuestas para los misioneros extranjeros”, expresó María Eugenia Zepeda, pastora asociada de la congregación Iglesia Cristiana Evangélica.
LIMITACIÓN PARA PREDICAR EL EVANGELIO
“Nos unimos como iglesia para tomar el propósito de Dios a la nación, no estamos en contra del Gobierno, el punto principal que pedimos es que pueda ser llevada la palabra, porque estas medidas resultan una limitación para la predicación de la palabra al pueblo”, explicó Jorge Bermúdez Lara, líder religioso de la Iglesia Cristiana Evangélica.
“Nos estamos manifestando de forma pacífica, los hijos de Dios lo somos, pero estamos aquí porque creemos que esas medidas migratorias no permiten la extensión de la palabra de Dios para que lleguen al país”, insistió María Eugenia Zepeda.
Las medidas restrictivas fueron establecidas por el Gobierno de Nicaragua a través del Ministerio de Gobernación y perjudican a misioneros extranjeros que por labor social o pastoral intentan entrar al país.
La normativa perjudica a la Iglesia evangélica y a la Iglesia católica.
LAS NUEVAS MEDIDAS
El pasado 12 de agosto cien pastores fueron citados al Ministerio de Gobernación para informarles sobre las nuevas medidas gubernamentales, que implican trámites en embajadas y consulados y un visto bueno de Gobernación, que se reserva el derecho de aceptar o no a los misioneros.
El pasado miércoles 24 de agosto, 28 líderes evangélicos de diferentes denominaciones se reunieron y rechazaron la nueva disposición y pidieron al Gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega que derogue la medida.
Los religiosos dijeron que esperaban que el Gobierno derogara la medida porque “si no veríamos a las iglesias manifestándose públicamente contra la disposición gubernamental”.
La medida perjudica a la Iglesia evangélica ya que la semana pasada 300 misioneros de México y Centroamérica que venían a una jornada bíblica tuvieron que cancelar su viaje porque no llenaron a tiempo los nuevos requisitos que exige el Gobierno nicaragüense.