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Mónica Baltodano. LA PRENSA/Uriel Molina.

Mónica Baltodano. LA PRENSA/Uriel Molina.

Mónica Baltodano: “’Polito’ está coqueteando con el poder”

La exguerrillera sandinista Mónica Baltodano analiza la Nicaragua de 2016 y habla de la alianza entre el clero y la familia Ortega-Murillo.

Mónica Baltodano sabe de levantamientos del pueblo contra regímenes políticos. Ella protagonizó en 1979 la lucha del Frente Interno de Managua contra la dictadura somocista, pero ahora, para que Nicaragua vuelva a ser una República democrática, cree que las armas no son el camino. Más bien exhorta a la gente a que se levante masivamente como lo hicieron los guatemaltecos al derrocar y enjuiciar al presidente Otto Pérez Molina, en 2015.

En esta charla Baltodano explica cómo es, según ella, esa opción cívica que tiene Nicaragua para regresar a la democracia; habla de la aparente unión entre el cardenal Leopoldo Brenes y el poder ejecutivo, critica a los partidos de oposición por solo entrar en acción en períodos electorales y habla del último escándalo político del país —que ella vaticinó en una entrevista que dio a Revista Domingo en 2014—: Rosario Murillo como candidata a la Vicepresidencia.

Hace unos años usted aseguró que Rosario Murillo relevaría a Ortega y ahora va oficialmente como vicepresidenta.
Yo en aquel momento lo argumentaba por cómo operan las mafias. Si vos te fijás, el mafioso no cree en más que la familia. Todo lo demás está en interrogación, le genera desconfianza. Y Daniel me lo confirmó una vez. Me dijo: “Yo no confío en nadie”. Entonces fue construyendo esa relación con Rosario y era evidente que iba a terminar en esto: heredarle el poder a ella.

También decía que era torpe hablar de dictadura de Ortega. ¿Cómo lo ve ahora?
Mi negativa a llamarle dictadura no es porque carezca de una serie de rasgos dictatoriales, porque incluso va más allá: tiene rasgos autocráticos (forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley), porque el dictador no llega a concentrar el poder a tal nivel como el autócrata. Yo ahorita sigo estudiando la dictadura somocista y nuestra generación, de los 40, 50, 60 años, como yo, tenemos una referencia de dictadura como represión descarnada. Creo que este Gobierno ha aplicado ya represión: lo vimos contra los mineros en Mina El Limón, lo vimos con los jóvenes de OcupaINSS o lo hemos visto con las marchas del Consejo de Tierra, Lago y Soberanía… Pero todavía la gente no mira los cadáveres tirados en las calles o las bombas sobre las ciudades, que es de lo que la gente más se acuerda de Somoza.

Lo que sí se mira es que esposo y esposa serán presidente y vice.
Este es un régimen dictatorial que se convierte en monárquico. El nivel de concentración y control es mayor que el que podríamos señalarles a otras dictaduras de la región y evidentemente está tratando de construir relevos en la propia familia, lo cual le da un perfil dinástico.

Llama la atención que quizás Rosario Murillo está lista para reemplazar a Ortega, porque es un señor de la tercera edad, pero ella no es tampoco muy joven… ¿Usted cree que están preparando a los hijos también?
No sé cómo ellos los estarán proyectando en las actividades partidistas internas, pero sí los han proyectado en actividades internacionales, cuando en vez de ir el canciller o ministros de determinadas carteras, van los hijos. Es un manejo anómalo del poder, que es permitido por el control absoluto del aparato partidista. No hay democracia, todo está depositado en una pareja.

Pero muchos partidarios del Frente Sandinista parecen estar felices con estas decisiones.
El régimen está montado sobre jóvenes que creen que Daniel y Rosario hicieron la revolución. Los creen ungidos por esa mezcla que ellos hacen de la cuestión religiosa. A como dijo una diputada, que ellos eran elegidos por Dios. Eso se vende a lo interno y ahora que están proliferando las iglesias y las creencias religiosas, entonces es una mezcolanza perversa. Utilizar la figura de Dios para presentarse como ungidos por Él.

Hablando de las iglesias, ¿cómo evalúa el mensaje de la Conferencia Episcopal?
El ascenso de “Polito” (cardenal Leopoldo Brenes) al frente de la curia arzobispal de Managua llenó de esperanzas, porque era un hombre con ideas nuevas, diferentes, muy cercano a la comunidad, pero el mensaje de la Conferencia Episcopal es un mensaje temeroso, ambiguo. No se corresponde con los mensajes que algunos de los obispos han dado, que han sido transparentes y claros para denunciar la realidad. Yo diría que se aleja del rol profético de la Iglesia. Y creo que es responsabilidad de “Polito”, porque lo vemos muy cercano al poder, jugando con la lógica del poder, ya no lo vemos como alguien ecuánime.

De hecho, cuando Rosario Murillo fue elegida como compañera de fórmula de Daniel Ortega, Leopoldo Brenes dijo que respetaba la decisión.
Sí, el Gobierno mantiene un trabajo permanente de cooptación de todo lo que puede ser cooptado y de búsquedas de alianzas y pactos. Ortega pactó claramente con Obando y Bravo, tiene un pacto con el gran capital, y evidentemente está haciendo esfuerzos para que la jerarquía católica se pliegue a sus puntos de vista. Parece que hay una resistencia de algunos obispos, pero Leopoldo Brenes es de los más proclives a ese acercamiento con el Gobierno y el poder. Está coqueteando con el poder.

¿Estas alianzas son peligrosas para Nicaragua?
No perdemos las esperanzas de que suceda como con la dictadura somocista, que tuvo durante muchos años la jerarquía católica y la evangélica a su lado. Y fue el Concilio Vaticano II, la reunión de los obispos de Medellín, que inspiraron la Teología de la Liberación y lo que hizo que la jerarquía se fuera separando del somocismo. Pero tuvieron que transcurrir muchos años. Por eso hay que estudiar la historia, para ver que muchas de estas cosas se repiten. Pero la Iglesia desde que es Iglesia ha estado al lado de los poderosos, aunque ha habido coyunturas en las cuales se distancian de los poderosos y empiezan a jugar un rol profético, un rol como el que jugó Jesucristo.

Dejando de lado la Iglesia, ¿cómo analiza el tema de la oposición?
Si vos te fijás, desde que subió Ortega al Gobierno, todas las luchas que ha empujado la oposición han girado alrededor de las elecciones. Vamos a las elecciones del 2008 para conseguir alcaldías, a las del 2011 para conseguir diputados y la Presidencia, a las del 2012 para nuevas alcaldías. Aquí no existe movimiento popular autónomo independiente. Yo creo que la única manera de construir otra correlación con la gente a la que no le parece cómo se hacen las cosas es con otras formas de organización que superen el electorerismo. El 6 de noviembre no va a pasar nada. La fuerza excluida de los procesos electorales, más que enfatizar que la salida es la abstención, debería promover la creación de un poderoso movimiento popular que derroque a este Gobierno sin esperar que el Gobierno conceda mejoras en el aparato electoral.

¿Cómo se puede crear un movimiento social fuerte de oposición en la Nicaragua de 2016?
Hay que construir alianzas con la gente que está luchando por su territorio, por que no pase ahí el Canal, con gente que está dando su vida, su dinero por esas luchas. Construir alianzas con la gente que no quiere la minería a tajo abierto y se movilizan, construir alianzas con los miskitos que están enfrentados con los colonos, construir alianzas con la gente que todos los días enfrenta la carestía de la vida, porque es mentira que con el salario mínimo de Nicaragua la gente vive dignamente. No solo construir alianzas pensando en agendas de carácter político, como el tema electoral. Es una trampa quedarse en lo electoral. Hay que construir ese movimiento. No son necesarias las luchas armadas para derrocar gobiernos, se puede hacer con organización y movilización, pero eso significa hacer el trabajo más difícil, el trabajo de hormiga. Ir al barrio, a las comunidades.

¿Hay algún ejemplo de un movimiento como ese?
El movimiento que encabeza doña Chica (Francisca Ramírez). Ese movimiento no surgió porque sí. No surgió solo por el Canal. Surgió porque se hicieron cientos de talleres en las comunidades explicándoles cómo les afectaba la ley. La gente no logra ver la violencia que ellos mismos sufren. Si vos le decís a un empleado público: “¿Vos creés que es digno que vos seás un empleado y que tengás que ir a rotondear a la fuerza?” Para que la gente entienda que esa es una violación a sus derechos humanos tiene que haber un trabajo de organización, de concientización. Esa es la única salida para Nicaragua. Y hay que hacerlo pronto, porque no queremos otra guerra.

 

Daniel (Ortega) y Rosario (Murillo) se venden como Dios y la Virgen”. Mónica Baltodano,
exguerrillera y política.

Mónica Baltodano. LA PRENSA/Uriel Molina.
Mónica Baltodano. LA PRENSA/Uriel Molina.

¿Los partidos de la oposición PLI (Partido Liberal Independiente) o MRS (Movimiento Renovador Sandinista) han hecho algo de eso?

Yo creo que todos los grupos, los pequeños grupos como las organizaciones de ambientalistas, grupos de mujeres, organizaciones de derechos humanos, grupos contra la minería, los restos de algunos sindicatos independientes… si todos esos empezamos a tender puentes y crear puntos de unión, en los que se incluyan también estas organizaciones (partidos) cuyos centros han estado en el esquema electoral, yo creo que se puede crear en Nicaragua un movimiento de resistencia que enfrente a este Gobierno.

Pero hace poco el Movimiento Democrático Nicaragüense fue a los barrios y comunidades a realizar una encuesta y cuando salieron a presentarla al Consejo Supremo Electoral, unos criminales atacaron e hirieron gravemente a Carlos Bonilla, el líder… ¿La gente no tiene miedo?
¡Claaaro! Ese es el propósito. Y exactamente así comenzó haciendo Somoza. Y la única manera de enfrentar eso es construyendo solidaridad. Que si a este muchacho le hicieron esto, haya un gran movimiento de solidaridad que contribuya a que cada agredido, cada reprimido, se sienta apoyado.

Pero con Carlos Bonilla no hubo una respuesta masiva de la gente…
Al principio es difícil. Todo principio es difícil. La gente te dice: “No, ¿para qué voy a ir, para que me tiren piedras?” Pero tenemos que ir. Es la única manera de escoger, como hizo alguna vez Mahatma Gandhi, con la no violencia. No vamos a responderle a la violencia con violencia, pero no significa que no la vamos a sufrir. La única manera de enfrentar un régimen como el que hemos descrito es ir saltando sobre esos obstáculos. Ya en algunos lugares lo han comenzado a hacer, porque cuando les pusieron el primer retén a los campesinos de la marcha anticanal, en Punta Gorda, o el otro allá en las comunidades, si no avanzan hasta ahí nomás llegan. ¿Pero qué hicieron? Se la rifaron. ¡Y fueron de retén en retén hasta llegar a Managua! Enfrentaron ponchaduras de llanta, miguelitos, los bajaron, registraron… Comenzaron a las 4:00 de la mañana y llegaron a Managua a las 4:00 de la tarde. Ellos dan pistas de los movimientos que hay que hacer. Que han dado resultados en otros países.

Y la oposición hasta ahora no se ha metido de lleno en estos movimientos pero sí ha participado en elecciones. ¿Qué implica enfocarse en elecciones?
Partimos de que el sistema electoral es corrupto. Y que cualquier camino que escojás te lleva al mismo punto. Resultados fraudulentos, amañados, se reparten el poder como quieren. ¡En el 2008 ya era corrupto! Para comenzar estaban excluidas dos fuerzas (Alianza Liberal Nicaragüense y MRS). ¿Y qué hicieron esas fuerzas? Llamar a votar en la casilla 1 de Arnoldo Alemán, validando un proceso corrupto. En el 2011 Daniel Ortega se postuló violentando dos veces la Constitución que le prohibía la reelección continua y la reelección en dos períodos. Entonces no había que concurrir a esos comicios. ¡Si se concurrió se legitimó! Y solo para sacar a unos diputados que ya ves cómo los quitan y los ponen como les da la gana. ¡Y en estas elecciones de 2016 se pensaba concurrir! Ir a hacer fila… Y ahora dicen que no hay que hacer fila porque les quitaron a los diputados. Entonces ese mensaje ambiguo los desautoriza, porque un día dicen una cosa y otro día dicen otra. El problema de Nicaragua es construir un movimiento. Y necesitás gente con autoridad, con prestigio. Políticos que se autodesprestigian no ayudan.

¿Hay hipocresía por parte de estos políticos?
Yo creo que se autodesprestigian y desprestigian a la política. La política va más allá de los cargos, de las curules. La política tiene que envolver la calle, la canasta básica, los derechos humanos esenciales, derecho a la organización. Yo creo que es una oportunidad para estas fuerzas políticas excluidas para tender puentes. Para la unidad. Deberían concentrarse en alianzas con las luchas que peguen más con las necesidades de la gente. Y que ayuden a entender a la gente lo peligroso del régimen en el que estamos metidos.

Eso significa salir, gastar, ensuciarse… ¿Hay políticos en los cuales confiar?
Creo que sí hay algunos que, replanteándose su forma de trabajo, pueden recuperar credibilidad. Pero básicamente confío en la posibilidad de surgimiento de nuevos liderazgos. Gente como doña Chica. ¿Quién la conocía hace dos años? Y es una líder de su comunidad. Y cuando te digo liderazgo no te hablo de caudillos. Estoy hablando de liderazgos que comienzan desde lo territorial. Por ejemplo, ¿cómo se paró la concesión minera de Rancho Grande? Con movilización popular. Una enorme movilización. Pero también la tendencia es darle menos seguimiento a esos movimientos. Si no llevan el cartel de Ortega, ya no vale la pena esa concentración… ¡No! Es con esas movilizaciones donde vamos a ir construyendo alianzas, respaldo, para las justas y correctas luchas por la democracia. Mirá la estrategia de la oposición, que me llamó la atención ese titular de Confidencial: “La estrategia de la oposición: documentar la abstención”. O sea, su plan llega hasta el 6 de noviembre. Eso no es estrategia. Las estrategias trabajan con perspectivas de mediano plazo. Pero el nicaragüense, y el político todavía más, quiere que si hoy sale a gritar ya mañana estén las masas. Y mirá cómo montan las manifestaciones: “¡Vamos a protestar contra la expulsión de los 28 diputados!” Nooo, eso no es así. Significa ir al barrio, a hacer mítines en los barrios. Una marcha nacional se prepara en meses. Y eso da para que el orteguismo diga: “Es fracaso, no tienen gente”.

¿Y esta oposición ignora todo esto que usted me dice o tiene pereza?
No lo sé (ríe).

En noviembre comenzará el período 2016-2021. ¿qué cree que pasará en este futuro inmediato?
Vamos a asistir a un esfuerzo de subordinar y alinear de forma total y tajante a la Policía y al Ejército. Los van a tratar de convertir en una especie de guardia pretoriana. Y ese podría ser un frente de lucha. Se podría marchar masivamente contra eso. Que estas instituciones no pertenezcan a una pareja. Y son marchas civiles que no giran alrededor del Consejo Supremo Electoral, de la curul, del puesto, de la elección.

¿Cómo cree que sería Nicaragua con Rosario Murillo como presidenta?
Yo creo que Rosario Murillo tiende a empeorar las cosas porque no tiene la misma cohesión a lo interno. Daniel está ahí porque se construyó un ícono. Mirá cómo criticamos a Cuba. Vas a Cuba y no encontrás pancartas de Fidel. Encontrás a veces mensajes suyos, pero no hay fotos. Aquí lo que hay es un culto a la personalidad increíble. Y la gente tiene que decir: “Gracias a Dios, al Comandante Daniel y a la compañera Rosario”. Y si no lo dicen, los sancionan. Es castigo y recompensa. Y vas construyendo una figura que se vende como Dios y la Virgen. Hay gente que lo siente así. Pero Rosario no cuenta con el aura que tiene Daniel.

 

Plano personal

Su nombre completo es Mónica Salvadora Baltodano Marcenaro y el pasado 14 de agosto cumplió 62 años. Tiene cuatro hijos y cuatro nietos, con quienes juega mucho.
Ha sido diputada en la Asamblea Nacional y es autora de varios libros de corte político e histórico.
Nunca se ha casado pero tuvo dos uniones de hecho estables.
Su domicilio es la Laguna de Apoyo, en Masaya, donde tiene un hotel llamado Pájaro Azul.
Sus pasatiempos son leer y bucear, ya sea en la laguna o en el mar.
Entre sus autores favoritos están José Saramago, Naguib Mahfouz y Carlos Ruiz Zafón.
Le encanta bailar bolero, cumbia y hasta twist, pero dice “no” al reguetón.
Su ideología política es el sandinismo. “Soy del sandinismo de Augusto Sandino, de Carlos Fonseca y de todos los que construyeron una propuesta para el país, una escala de valores”, explica.

Mónica Baltodano. LA PRENSA/Uriel Molina.
Mónica Baltodano. LA PRENSA/Uriel Molina.

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COMENTARIOS

  1. Allahu Akabar
    Hace 8 años

    El error de la compa Baltodano es negar que el inconstitucional es dictador. Cuando este es tan dictador como lo fue Commodus, el hijastro de Marco Aurelio o Caligula, A los cuales el poder los enloqueció, razón por la cual este tipo de desquiciados se consideran divinos y únicos. Si tan solo alguien les dijera que la pobreza extrema en la que esta sumida la mayoría del pueblo es consecuencia de la ignorancia, arrogancia, soberbia de quienes por casi 40 años han ejercido el poder absoluto en este desdichado país.

  2. Pronóstico
    Hace 8 años

    Paisito debe eternizar el siguiente slogan: ¡El pueblo vive, la lucha sigue!

  3. Carlos Eduardo
    Hace 8 años

    Muy de acuerdo con doña Mónica. Hay que construir alianzas estratégicas con los movimientos populares. Los partididos políticos no tienen esa visión de estrategias son electoreros y zancudos. Considero que hay que volver a las enseñanzas de Sandino y de Carlos Fonseca para iniciar verdaderamente la lucha popular contra la autocracia de la pareja de dictadores Ortega-Murillo.

  4. Ralph Smith
    Hace 8 años

    Autocracia es un derivado de la dictadura. No existe autocracia sin existir dictadura primero.

    1. Darwin Jiron E
      Hace 8 años

      Ralph nunca esperen de un Sandinista que ataque a Ortega..

  5. Ken Briell
    Hace 8 años

    La commandante Monica Baltodano se “piñateo” propiedades de mi familia, y se llenan la boca como si tuvieran autoridad moral para hablar

    1. Darwin Jiron E
      Hace 8 años

      Ralph nunca esperen de un Sandinista que ataque a Ortega

  6. Ralph Smith
    Hace 8 años

    Autocracia es peor que dictadura. La autocracia es una persona con poder absoluto sobre el pais entero sin ningun limite y control. El régimen Nazi era una autocracia y una dictadura. El régimen del Zar de Rusia era una autocracia. La autocracia puede ser malvado o benevolente. La autocracia es una forma de dictadura. No puede existir autocracia sin ser dictadura primero.
    Dictadura es el gobierno de una persona o un partido con absoluto poder. Pueden haber alcanzado el poder legalmente o ilegalmente. La dictadura usa de todos los medios ya sean legales o ilegales para mantenerse en el poder. Adolfo Hitler era un dictador. El Orteguismo es una dictadura no una autocracia.

  7. Moisés
    Hace 8 años

    Para competir contra los grandes, hay que usar sus mismas estrategias

  8. Moisés
    Hace 8 años

    El único partido político opositor que ha existido en Nicaragua desde el 90 ha sido el Frente Sandinista.

  9. Moisés
    Hace 8 años

    Los verdaderos hombres, arriesgan su vida.

  10. Moisés
    Hace 8 años

    Muy de acuerdo con doña Mónica
    Lo que necesitamos es un movimiento opositor, no un partido político opositor, estos no sirven para nada, solo funcionan en tiempos de elecciones y es ahí donde se evidencia que solo les interese el bien propio (político) y no el bien común.

  11. el carolingio
    Hace 8 años

    Creo que si ella hubiese continudo por siempre con Daniel como pareja Nicaragua fuera distinto al menos en lo politico

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