La Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones llamó al Gobierno a permitir a las organizaciones sociales y a las comunidades ser hospitalarias y solidarios con los migrantes haitianos y africanos, que buscan cruzar el país.
Sheyla Reyes, integrante de esa Red indicó que actualmente por las políticas implementadas ante la presencia de migrantes que permanecen varados en la frontera norte de Costa Rica prevalece en el sur nicaragüense la inseguridad, el miedo generalizado y la discriminación racial.
Jorge Estrada, también miembro de la Red, encontró “un contrasentido” que en un país que promueve la solidaridad y la vida cristiano, se esté criminalizando la solidaridad con los migrantes, quien recordó que el Estado de Nicaragua es signatario de la Convención de los Derechos de los Trabajadores Migrantes y otros instrumentos jurídicos internacionales.
“Ser solidario no es un delito, en Nicaragua se está criminalizando la solidaridad con las personas migrantes”, afirmó Estrada en referencia al antecedente del enjuiciamiento de la profesora Nilamar Alemán.
Reyes informó que un grupo de promotores de derechos humanos de Rivas y organizaciones miembros de la Red analizó la situación que se vive en el país, sobre todo en la frontera sur, donde persiste el temor en la población a ser criminalizados si se solidarizan con los migrantes. Esa organización llamó a la población y a otras organizaciones a realizar campañas de sensibilización en las comunidades para ser solidarios con los migrantes e instarlos a reconocer que estos son seres humanos aunque vayan de forma indocumentada.
POLICÍA NO DISTINGUE ENTRE PERSONAS DEL CARIBE NORTE Y AFRICANOS
Reyes señaló que en esa zona también han observado que a raíz de la incursión de algunos migrantes, la Policía ha empezado a confundir y a discriminar a personas oriundas del Caribe que residen en esa zona con migrantes africanos o haitianos. La población también comenta el acoso, despojo y violación por parte de traficantes.
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migrantes africanos perecieron a inicios de agosto en el Lago de Nicaragua, cuando ideaban nuevas rutas aparentemente con ayuda coyotes para poder atravesar el territorio nicaragüense.
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