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Cardenal Leopoldo Brenes. LA PRENSA/Óscar Navarrete.

Cardenal Leopoldo Brenes. LA PRENSA/Óscar Navarrete.

Cardenal Leopoldo Brenes: “Mónica está equivocada”

El cardenal responde a la exguerrillera Mónica Baltodano, quien afirma que él "coquetea con el poder", habla de su relación con Ortega y Murillo, del último mensaje de la Conferencia Episcopal y de su vida.

Algo de niño hay todavía en el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua. A sus 67 le gusta ver muñequitos en la televisión y es “el tierno” de doña Lilliam Solórzano, su madre. A él le gusta ser “el tierno” y por eso no tiene ningún problema en publicar el pasado 30 de mayo su mensaje personal a las madres nicaragüenses en la cuenta oficial de Facebook de la Arquidiócesis de Managua junto a una fotografía en la que doña Lilliam lo chinea.

Doña Lilliam es quien contesta el teléfono en la casa donde viven y quien a veces organiza su agenda. Le regaña si llega muy noche y últimamente hasta duermen en el mismo cuarto, solo separados por un biombo, porque “usted sabe, ella ya va a cumplir 90 años, ha tenido algunos problemas de salud y debo estar pendiente de ella”, dice el cardenal Brenes.

Así, entre una llamada y otra que contesta doña Lilliam, en algún momento le ha tocado en suerte la de la primera dama Rosario Murillo, con quien ha terminado haciendo buenas migas. “Acercamiento así íntimo no tanto, sino que como muchos llaman a la casa para hacerme alguna consulta, y ella atiende el teléfono, ahí nomasito comienza a volar lengua”, explica ante los rumores de un acercamiento entre el Gobierno y el jerarca de la Iglesia católica.

En esta entrevista se habla precisamente de ese tema.

¿Cómo valora la relación que hay entre la Iglesia católica y el Gobierno actualmente?
No ha habido como un ambiente de diálogo o cercanía permanente. Diría que es una relación de respeto. Los obispos escriben cartas y yo he hecho llegar alguna nota. He visitado dos veces la Secretaría (del Frente Sandinista). En una ocasión, acompañando al arzobispo de República Dominicana y en otra ocasión fue cuando vino otra persona de la Santa Sede y tenía una cita con el presidente.

¿Usted ha solicitado alguna otra reunión entre el presidente Ortega y los obispos desde aquella que sostuvieron en mayo de 2014?
No, no hemos hecho ninguna solicitud.

¿Hubo alguna respuesta a las peticiones que hicieron en aquel momento?
Ahí quedó. Se lo dimos a él. Nos dijo que iba a reflexionar sobre todas esas cosas y como decimos en buen nicaragüense: la pelota está en su cancha.

¿No hubo respuesta?
Quizás ha habido más apertura. Algunos obispos cuando sienten alguna urgencia, tienen algún conflicto, entonces se pueden comunicar. A nivel personal o a través de la Secretaría de la Conferencia Episcopal. Pero lo plasmado en el documento ha sido de manera fuerte.

¿Usted diría que ha habido algún momento de tensión entre el Gobierno y la Iglesia?
No. Sería mentiroso si dijera que ha habido tensión. Muchas relaciones que hemos tenido con el Gobierno han sido con los obispos a nivel de ministerios.

En el documento de mayo de 2014 los planteamientos que hicieron fueron fuertes. ¿Siguen considerando válidas esas peticiones?
Sí. Los obispos hemos mantenido la misma postura. Es un documento válido, que tiene validez por muchos años. Lo del Consejo Supremo Electoral tiene validez todavía. Lo de la institucionalidad sigue siendo válido…

Porque nada ha cambiado desde entonces.
Por eso te digo, sigue teniendo actualidad. Luego planteamos lo del Canal, que es un tema también de actualidad. La institucionalidad es un tema de actualidad. No era un documento para una semana, por eso la Conferencia Episcopal no ha querido dar otro documento, porque ese documento sigue siendo válido.

Sin embargo, en las últimas comunicaciones de la Iglesia se siente que ya le han quitado el acento a esas situaciones que antes señalaban con tanta claridad.
Sí lo seguimos mencionando. Nosotros seguimos diciendo que la observación electoral es necesaria. Siempre tenemos presente todos los puntos, porque es un trabajo colegiado, de toda la Conferencia Episcopal. Lo estamos releyendo constantemente y haciendo referencia a eso. Y algunos obispos también hacen referencia a eso. Lo último fue una carta pastoral de monseñor Jorge (Solórzano, obispo de Granada) y en el análisis de la realidad él tomaba varios textos de esa carta como parte que todavía se está viendo. Es un punto no solo para el Gobierno, sino también para la clase política.

¿Siguen manteniendo que hay necesidad de cambiar a las autoridades de este Consejo Supremo Electoral?
Yo creo que sí. Siempre los obispos mantienen esa postura como Conferencia Episcopal.

¿Y no se sienten, cardenal, un poco frustrados que después de dos años y medio no haya cambiado nada de lo que señalaron en ese documento?
Nosotros como pastores damos la orientación, pero dejamos la libertad de la otra persona. El evangelio nos habla de eso: si una persona se porta mal, llámele la atención, pero queda en la otra persona responder.

¿Están divididos los obispos de la conferencia episcopal sobre estos temas?
No, fijate que no. Cuando yo oigo que los obispos están divididos es como un ambiente de que se promueva la división. Para nosotros el punto de unión es Jesucristo y en eso estamos totalmente claros. Nos une el magisterio de la Iglesia y en eso estamos muy unidos. Nos une el trabajo pastoral con nuestro pueblo y ahí estamos. Y luego, en la parte humana, nosotros nos estamos reuniendo cada dos meses para ir reflexionando en nuestros proyectos pastorales, pero durante los dos meses tenemos otros encuentros entre nosotros.

Pero se ven cosas que antes no sucedían. Por ejemplo, la carta pastoral de Cuaresma que al final no salió…
Pero ahí fue un detallito que lo explicamos, que nos faltó una dinámica que siempre es propia de la Iglesia: falta de tiempo entre nosotros. Muchos obispos estuvimos fuera…

Prometieron que iba a salir más tarde pero no salió nunca.
Que íbamos a sacar algo, pero no la misma carta, porque eso era un mensaje de Cuaresma, para ese momento. Como este documento es para este momento, este momento de proceso electoral.

Que tampoco lo pudieron sacar el mismo día.
No, no, es que a veces los periodistas dicen cosas que nosotros no hemos dicho. Nosotros no habíamos dicho que ese día íbamos a sacar carta. Porque la dinámica es que cuando ya revisamos nos ponemos de acuerdo cuándo es que se va a dar a luz.

Se habla de obispos progobierno y obispos antigobierno.
No, fijate que no. Yo me pongo a reír porque ninguno de nosotros estamos afiliados a una determinada ideología. Yo soy el pastor de todos los católicos de la Arquidiócesis de Managua, indistintamente que pertenezca a X o Y partido.

Leopoldo Brenes. LA PRENSA/Óscar Navarrete.
Leopoldo Brenes. LA PRENSA/Óscar Navarrete.

Pero sí se nota que hay algunos obispos que son más fuertes que otros al criticar al Gobierno…
Cada quién tiene su manera de matar pulgas. Cada uno según su manera de ser y eso nosotros lo respetamos, pero cuando sacamos una carta pastoral ahí todos tenemos el mismo pensamiento.

La comandante Mónica Baltodano dijo que sentía que usted estaba coqueteando con el poder. ¿Qué piensa de eso?
Yo no tengo el gusto de conocer a la Mónica, solo en fotografías. Pero no la conozco de manera personal, nunca he hablado con ella. Es una apreciación. Desgraciadamente está equivocada. Yo realmente me siento libre. A mí nunca me has visto participar en algún encuentro donde esté (Daniel Ortega), que a veces me invita. Es una apreciación de ella, pero vos viste que muchas personas le dijeron que estaba equivocada.

¿Usted tiene algún tipo relación con el Gobierno, ya sea a nivel personal o como cardenal?
La única relación es, a veces, cuando viene gente aquí y me plantea un problema, que le hago una notita y se las presento. A veces responden y a veces no. Lo que sí tengo que decir es que han sido muy gentiles cuando hay alguna tensión en alguna cosa, por lo menos tienen la delicadeza de responderme que (lo) van a tomar en cuenta. Yo trato de hacerlo en beneficio de la población, pero nunca en beneficio personal, porque no quiero tener ningún compromiso con nadie, sino más bien estar al servicio de la Iglesia.

¿Le han ofrecido algo?
No. Creo que me conocen y saben que en ese sentido no.

¿Usted tiene escolta policial?
No. Tengo a alguien que yo llamo “acompañante”.

¿De la Policía?
Sí, policía. A veces nos sirve cuando a algún sacerdote le quitan la licencia, para gestionarla. O cuando voy a alguna parroquia, sobre todo en la noche, y es peligroso. No lo veo como un escolta, sino como un acompañante, porque además me ha acompañado desde que yo estaba en Matagalpa. Es un amigo, un miembro de los cursillos de cristiandad, un hombre muy religioso. Ya tiene diez años aquí conmigo más otros seis en Matagalpa. A veces me sirve hasta de acólito. A mí los escoltas me dan no sé qué cosa. Yo manejo mi carro. No tengo chofer.

¿Con el presidente Ortega mantiene comunicación telefónica?
Poco. Yo pienso que él no tiene teléfonos. (Ríe) Doña Rosario es más activa. Aunque siempre que se comunica siempre me dice que “el señor presidente ha tomado esta decisión”.

Sí se comunica con doña Rosario Murillo.
Sí, cuando quiere que yo tenga conocimiento de alguna situación. Por ejemplo, con este problema del mercado de Jinotepe.

Sobre las restricciones de ingreso a los misioneros hemos visto a los evangélicos reclamar fuerte. La Iglesia católica ha estado más callada.
Me hicieron llegar de parte del Ministerio de Gobernación unas orientaciones al respecto y yo se las mandé inmediatamente a los obispos, pero desgraciadamente esta semana varios obispos estaban fuera. Estamos poniéndonos de acuerdo para esta semana analizar. Vamos a pedir una cita con el ministro o viceministro de Gobernación para expresarle nuestras inquietudes.

¿Pero no los veremos protestando como los evangélicos?
El Santo Padre nos está hablando que utilicemos el diálogo como la forma de las soluciones.

¿Cuál es su valoración del proceso electoral que hay ahora en Nicaragua?
Como dijimos en nuestro mensaje es un proceso en el que hay situaciones nunca vistas. Un juicio sobre uno de los partidos, sobre el PLI. ¿Por qué se esperó tanto tiempo? Dos años antes se hubiese hecho esto y todo hubiese sido más claro. Luego, situaciones de la misma oposición que nunca se pusieron de acuerdo. Son situaciones especiales que no se dieron, digamos en el año noventa.

Muchas personas dicen que lo que hay ni siquiera es una elección.
Yo siento que con todo lo negativo que se pueda dar de esta situación especial las elecciones son la forma en que se tiene que elegir a nuestras autoridades. Eso nos tiene que llamar la atención, nos tiene que invitar a la reflexión. Nuestro mensaje va en esa línea, invitar a reflexionar. ¿Qué está pasando con nosotros? Algo que es normal, para elegir autoridades, nosotros no lo estamos haciendo. Tenemos que sacar una lección.

¿Cuál sería esa lección?
Se tiene que hacer un trabajo muy cercano con la población. En las encuestas se ve que hay muchos candidatos que no son muy conocidos. Se está haciendo trabajo de última hora. En la política hay que aprender de toda esta gente que compite en la Olimpiadas, si hoy perdieron por centésimas, esa gente no espera por tres años para empezar a practicar. Esa gente comienza a ir a los gimnasios después de una semana de descanso, no solo para buscar la clasificación de su país, sino también para romper su propia marca.

Pero si al competidor de la segunda mejor marca lo eliminan vía reglamento, como que ya no tiene mucho atractivo la competencia.
Yo creo que no debemos ser derrotistas y siempre tener un plan B. Se buscan otras opciones y no tienen que ser opciones de última hora. Hay que buscar nuevos líderes. Un joven me decía que los jóvenes de entre 25 y 40 años no han tenido oportunidad. Encontramos pocos. Veo sí que la mujer está agarrando muchas cosas en Nicaragua. Muchas mujeres están en la palestra nacional. Doña Vilma (Núñez), del Cenidh, luego doña Violeta (Granera) desde la sociedad civil, muy combativa, muy seria; esta mujer campesina, doña Francisca… Muchas mujeres mucho más comprometidas que muchos varones.

¿Usted ve con buenos ojos la candidatura de doña Rosario Murillo?
Yo pregunté si ella tenía algún impedimento y me dijeron que no. Constitucionalmente no. Desde esa línea, como nicaragüense, todos tienen la oportunidad y ella es nicaragüense.

Muchos políticos llevan a sus esposas como candidatas. Mi pregunta no es si lo ve legal, sino más bien si ve ético esto de llevar a su familia en las listas de candidatos.
Lo ideal sería que los familiares no. En los partidos políticos hay otras personas valiosas que pueden jugar un papel importante. Esto también tiene que ser tema de reflexión a nivel político. ¿Nuestras familias tendrán que estar? En eso la Iglesia es bien cuidadosa, porque cuando nombra a los obispos nos prohíbe que nombremos familiares cercanos. Las cosas en familia pueden causar muchos peligros. Como pastor, llamarle la atención a los políticos que siempre están promoviendo a la familia. A lo mejor no van como vicepresidentes, pero los ponen como candidatos a diputados en primera plaza o, más adelante, están pidiendo por debajera que les den un puesto. Es una cosa muy triste que forma parte de nuestra historia. Por eso digo que estas elecciones tienen que llevarnos a una reflexión en todos los niveles.

Ha dicho en varias ocasiones que estas elecciones deben llevarnos a una reflexión. Para ver si le entendí bien: ¿se refiere a una reflexión sobre cómo no se deben hacer las cosas?
Lo que no debe suceder y cómo debemos ir aportando a nuestro país desde un compromiso. Y creo que en esto los familiares deben pasar a segundo plano. A veces por darle el puesto a un familiar dejamos de lado a un montón de gente que a lo mejor ha estado bregando fuertemente dentro de un partido.

¿Va a votar en estas elecciones?
Nuestro mensaje llama a una reflexión y somos los primeritos en andar pidiendo luces al Espíritu Santo para ver cuál es la opción a tomar.

¿Todavía no ha decidido?
No. Estoy meditándolo.

Leopoldo Brenes con su madre. Fotografía tomada del Facebook de la Conferencia Episcopal.
Leopoldo Brenes con su madre. Fotografía tomada del Facebook de la Conferencia Episcopal.

 

Plano Personal

El cardenal Leopoldo Brenes nació en Ticuantepe hace 67 años.
Doña Lilliam Solórzano tuvo cinco sucesivos abortos antes de dar a luz al ahora cardenal. Su nacimiento se lo atribuyen a un milagro de Jesús del Rescate de Popoyuapa, Rivas, por lo cual es una tradición familiar viajar hasta ahí todos los años.
En la casa familiar, doña Lilliam es quien contesta el teléfono siempre. “No vaya a ser que me le digan alguna vulgaridad”, explicó en un reportaje que publicó la revista Magazine.
Tiene 28 años de ser obispo, diez de ser arzobispo de Managua y tres años de ser cardenal.
Maneja su propia camioneta, una Toyota Hilux 88, que la ha tenido consigo durante 28 años.
Le gusta conversar con las personas en los semáforos. “Hasta fiado me dan”, dice.
No se corta el pelo. Una amiga de la familia le hace pequeños recortes ocasionalmente y siempre viste de jeans bajo la sotana.

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COMENTARIOS

  1. 1Up
    Hace 8 años

    Que su Si sea Si y su No sea NO segun palabras mismas del hijo de Dios y Dios mismo encarnado; Jesus.

  2. Nikiriche Niki
    Hace 8 años

    ¿Por qué jodido no se le ocurre a este miope de Medina preguntar sobre la Iglesia? ¿Será que creen que la Iglesia es un ente aliado de la prensa reaccionaria para lograr sus objetivos político-económicos? ¿Será que a la Iglesia católica la ven como un perro guardián que ponen a ladrar al pulso de sus frustraciones político electorales? Da vergüenza esta entrevista, manoseada por mezquinos intereses, malas intenciones y llena de preguntas tramposas, como su autor… ¿Qué le puede importar al Cardenal Brenes lo que diga un político frustrado, cuando claramente señala que su principal interés es Jesucristo? Van de mal en peor, decepcionan, están cavando su propia tumba.

  3. Andres Castro
    Hace 8 años

    Por favor Ilustre Cardenal, quitese la mascara y vea la realidad de nuestro humillado puelo. Adonde no hay Democracia, no hay paz, legalidad juridica, educacion y progreso. Por favor vea la pobreza en nuestro pueblo que se mata de sol a sol por un dollar al dia. Gracias

  4. Salvador
    Hace 8 años

    Se terminaron los Gaspar Garcia Laviana y los Oscar Arnulfo Romero, ahora todos son de papel, solo nos queda decir como nuestro Ruben, “Cristo va por las calles flaco y enclenque, Barrabas lleva estrellas y charreteras” y “Al ídolo de piedra reemplaza ahora el ídolo de carne que se entroniza”.

  5. Nostra
    Hace 8 años

    Cantinflas tambien usaba los pantalones abajo. El gobierno con la espada para robar y asaltar y los católicos con el engaño de un falso evangelio han sumido a este pobre pueblo en la miseria y la desgracia. Los dos componen un híbrido maligno y perverso que ha despojado de los bienes materiales y espirituales a todo el que se les antoja. Es una bestia que será eliminada por nuestro Señor Jesucristo

  6. Guillermo Rocha
    Hace 8 años

    La realidad que la gente mira es una cosa y lo que yo creo puede ser otra. Yo puedo creer que un amigo me acompaña en todos mis viajes. Y si el amigo sucede que es policia, y si su sueldo es pagado por la policia y por consiguiente, por el gobierno? Sera que el gobierno me esta otorgando una cortesia? No es que se vaya a vender por eso, pero si ejerce cierta influencia. La gente mira eso, y como maximo lider de la iglesia en Nicaragua, debiera de tratar de dar un un ejemplo claro. Estoy seguro que seria mejor aceptado que anduviera con acompañantes de una compañia de seguridad privada que por policias.

    1. Indignado
      Hace 8 años

      Solo quienes lo conocemos entendemos lo que ha dicho, en Matagalpa sabemos quien es el amigo que lo acompaña, un católico comprometido que ha estado en esa labor de acompañante desde que monseñor Brenes era nuestro obispo, por favor no traten de buscarle tres pies al gato.

  7. El Tuleño
    Hace 8 años

    Aquí la situación no podría estar mas clara, o se está con el pueblo o se está con el diablo. O se está con el pueblo o se está con el que hace elecciones farsas. O se está con el pueblo o se está con el que manipula la constitución para beneficio de su dictadura. O se está con el pueblo o se está con el que nos cobra el combustible que le regalan al precio más caro del mundo. Aquí es el momento de definirse y enfrentar la realidad.

  8. Frank Porras
    Hace 8 años

    Donde hay una buena manipulación informativa no es necesario el fraude
    Electoral .

  9. RajaTabla
    Hace 8 años

    NI chicha Ni limonada, este Señor, al mejor estilo cantinflesco contesto todas las preguntas del periodista, por eso Nicaragua esta asi, como esta bien jodida. Si no hay lideres politicos opositores y democraticos, al menos lo que se espera que los representantes de la Iglesia Catolica saquen la cara antes los atropellos a los derechos civiles y politicos de los Nicaraguenses que comete el regimen de Ortega.

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