El régimen del presidente inconstitucional Daniel Ortega otorgó asilo político al expresidente de El Salvador, Mauricio Funes, y a cuatro de sus familiares. Funes se declaró perseguido político por la “derecha oligárquica” de su país, luego que se abriera un proceso de investigación por supuesto enriquecimiento ilícito durante su paso por la Presidencia (2009-2014).
Sin embargo, un diputado de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), así como dos exfuncionarios nicaragüenses criticaron la decisión de Ortega por considerar que le da una imagen negativa al país.
Diputado de Arena cuestiona asilo
El diputado del partido opositor salvadoreño Alianza Republicana Nacionalista (Arena) Ernesto Muyshondt dijo este martes a ACAN-EFE que es “lamentable que Nicaragua abrigue y apoye a un corrupto”, en referencia al expresidente Funes.
“La corrupción y la impunidad deben de perseguirse, venga de donde venga, y los demás países deben de contribuir al combate de estas en lugar de ocultar y respaldar a los corruptos como Funes, que está siendo investigado por diferentes delitos”, manifestó Muyshondt.
Indicó que la decisión de Nicaragua “manda un mal mensaje que un país se preste a este tipo de situaciones y que proteja a una persona que tiene enormes indicios de haber cometido una gran cantidad de ilícitos y actos de corrupción en El Salvador”.
Muyshondt agregó que espera que la Fiscalía continúe con la investigación en contra del expresidente “para que, de encontrar más indicios, pida la ayuda de instancias internacionales, como la Interpol, para que sea capturado y pague por lo que ha hecho”.
Presidente salvadoreño descarta persecución
El gobierno salvadoreño, dirigido por el presidente Salvador Sánchez Cerén, descartó que Funes sea perseguido por esta administración.
“Él debe tener los fundamentos para poderse sentir perseguido, no por este gobierno, sino por otros actores”, dijo ayer el portavoz oficial Eugenio Chicas, según la información reproducida por ACAN-EFE ayer.
El partido izquierdista que gobierna en El Salvador, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), es el mismo que llevó a la Presidencia a Funes en 2009.
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Chicas aseguró en rueda de prensa que “no le corresponde” a Sánchez Cerén “apoyar o no” la decisión de solicitar el amparo de Nicaragua y los argumentos utilizados por Funes.
“Las razones que él argumenta tener para sentirse perseguido solo él las puede emplear” y pedir el asilo “es una prerrogativa que no necesitaba consultárnosla (al Gobierno)”, aseguró Chicas.
Asilo político oficial
El asilo político fue oficializado por Nicaragua a través de la resolución ministerial número 073-2016, publicada este martes en La Gaceta, Diario Oficial.
La Gaceta detalla que “Carlos Mauricio Funes Cartagena presentó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua solicitud de asilo político para él y su núcleo familiar, integrado por Ada Mitchell Guzmán Siguenza, Carlos Mauricio Funes Velasco, Diego Roberto Funes Cañas (también investigado) y Mauricio Alejandro Funes Guzmán”.
También su hijo es investigado
Funes Cañas es hijo del expresidente y también enfrenta una demanda civil por presunto enriquecimiento ilícito por la compra de ocho vehículos por un monto total de 118,600 dólares.
La Fiscalía salvadoreña ha indicado que Funes Cañas, un estudiante de 23 años, no ha justificado los ingresos para realizar esas compras.
Mientras tanto, el exmandatario Funes es acusado de no haber podido justificar transacciones personales por más de 600 mil dólares. Según un reporte de la Sala de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, durante su período de gobierno logró, entre otras cosas, cancelar una deuda personal de más de 200 mil dólares y aun así ahorrar 150 mil dólares.
Argumento de Ortega
En Nicaragua, Ortega consideró como argumento para el asilo “que la Constitución Política de la República de Nicaragua asegura el asilo para los perseguidos políticos, amparando a los perseguidos por luchar en pro de la democracia, la paz, la justicia y los derechos humanos, estableciendo que la ley determinará la condición de asilado o refugiado político, de acuerdo con los convenios internacionales ratificados por Nicaragua”, según detalla la resolución ministerial en La Gaceta.
Mauricio Funes teme por su vida
En su cuenta de Facebook Funes dejó entrever que teme por su vida.
“Ahora que han transcurrido más de dos años desde que salí del Gobierno es claro que usarán las instituciones del Estado que aún controlan para provocar mi muerte civil y política y si es posible mi anulación física. Es por eso que decidí solicitar asilo político al Gobierno de Nicaragua, país en el que laboro desde hace más de tres meses para realizar una consultoría sobre Integración Centroamericana”, expresó.
“Desde que dejé la Presidencia de la República sabía que la derecha oligárquica iba a arreciar la persecución política en mi contra como un acto de venganza por las decisiones que tomé en mis cinco años de gobierno”, agregó.
El expresidente confirmó en su cuenta de Twitter que no había mentido sobre la solicitud de asilo que en un inicio negó. Según Funes, decidió “tramitarla el 31 de agosto, después de constatar la persecución política que se inicia en mi contra”.
La versión de Funes es que no pidió asilo para huir de la Justicia, sino para protegerse. “El asilo solo busca garantizar protección frente a la persecución. No he renunciado a enfrentar el proceso judicial ni a probar mi inocencia”, manifestó en otro tuit, también publicado ayer.
Habla diputado del FMLN
Nidia Díaz, diputada y dirigente del FMLN, dijo que lo que hay en contra del expresidente Funes no es una “persecución política”, sino “acusaciones que se están ventilando en lo civil, pero no hay una orden de captura penal o que lo vayan a reprimir como en los tiempos de la dictadura”, según información reproducida por elsalvador.com
Funes es el segundo expresidente de El Salvador que enfrenta un juicio por enriquecimiento ilícito desde que fuera aprobada la Ley de 1959 y el tercer exmandatario salvadoreño en ser procesado judicialmente en los últimos nueve meses por irregularidades durante su gobierno, según los diarios salvadoreños.
Mala imagen para Nicaragua
Por otra parte, el excanciller nicaragüense Francisco Aguirre Sacasa, en declaraciones a EFE, advirtió que el asilo a Funes puede causar una mala imagen a Nicaragua y al mismo exjefe de Estado salvadoreño. “Daniel (Ortega) está tratando de hacer un favor a (Sánchez) Cerén y a Funes, pero va a tener un costo, porque la percepción va a estar allí, que es un prófugo de la Justicia”, señaló Aguirre Sacasa.
Para Aguirre, el asilo a Funes es “un negocio malo” para Ortega, “porque el costo será mayor que los beneficios”.
El exdiputado Carlos Langrand lamentó que Nicaragua se esté convirtiendo en un “paraíso de evasores”, dando asilo a personas que huyen de la Justicia, mientras rechaza y persigue como delincuentes a los emigrantes que quieren cruzar la frontera en busca de mejores condiciones de vida.
Otras reacciones
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, el diputado sandinista Jacinto Suárez, defendió el asilo político a Mauricio Funes, diciendo que el expresidente eligió a Nicaragua porque “aquí se siente seguro”.
“Entiendo que el caso de Funes es una persecución política, no podemos leerlo de otra manera”, respondió el diputado Suárez a LA PRENSA.
Carlos Ascencio, embajador de El Salvador en Managua, se negó a responder preguntas de los medios de comunicación sobre el asilo que otorgó el gobierno de Daniel Ortega al expresidente Mauricio Funes.
“¿Tiene cita con él?”
Hace dos semanas LA PRENSA buscó una entrevista con él en una casa de Las Colinas, en Managua, donde los vecinos aseguran haber visto al exmandatario Mauricio Funes. “Vengo a buscar al expresidente Funes para una entrevista”, le dijo el periodista de LA PRENSA Ismael López a los policías nicaragüenses que custodian la casa. “¿Tiene cita con él?”, contestó uno de los agentes. Luego salió de la casa un oficial de la Policía con rango de teniente para asegurar que Funes no se encontraba. Se le dejó al exmandatario una nota con los datos, pero jamás regresó llamadas.