Hace cuatro años las vacas que María Ana Rivas Romero tenía en su finca estaban flacas, producían únicamente tres litros de leche al día y parían cada dos o tres años. Ahora producen hasta seis litros de leche por día y paren cada año.
“Ese es el resultado de haber establecido potreros con pasto mejorado, de dividirlos adecuadamente para rotar los animales y de atender mejor al ganado”, sostiene Rivas.
Según esta productora de Puerto Príncipe, Nueva Guinea (Región Autónoma de la Costa Caribe Sur), la lejanía de la zona en que vive hasta hace poco impedía que conociera los beneficios de tecnologías tan básicas como el pasto mejorado y las cercas eléctricas o de prácticas tan necesarias como el ordeño limpio y la nutrición adecuada.
La situación de Rivas se repite en gran parte de los más de cien mil ganaderos del país. Pero en los últimos cuatro años a través del proyecto Ganadería Empresarial (Gane) más de cinco mil pequeños y medianos ganaderos de 536 comunidades ubicadas en 14 municipios de Matagalpa, Jinotega y las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Norte y Sur, conocieron y fueron capacitados para implementar estas y otras tecnologías que mejoran la productividad.
ELEVAN PRODUCTIVIDAD
También recibieron asistencia técnica, administrativa y apoyo para acceder a mejores servicios de soporte para la comercialización de su producción, financiamiento para sus actividades y acceso a insumos, detalla Ryan Bathrick, director de TechnoServe Nicaragua, organismo ejecutor del programa Gane.
La adopción de estas prácticas sencillas y accesibles permite mejoras en la productividad y acceso a mejores mercados que garantizan que los más de cinco mil ganaderos beneficiados ahora sean más competitivos.
“Fue una intervención amplísima en toda la cadena ganadera, principalmente en leche, aunque como la mayoría de pequeños y medianos son de doble propósito, obviamente también salen terneros de las fincas y en eso también se mejoró al reducir entre cuatro y seis meses el intervalo entre los partos de las vacas, que en muchos casos eran hasta de tres años”, detalla Ignacio Vélez, director del programa Gane.
Para garantizar mejorías en la salud y nutrición del ganado, se promovió la siembra de pastos mejorados y la división de los potreros con cercas eléctricas. Esto garantiza una adecuada rotación de las reses en los pastizales.
“El sistema básico para instalar cercas eléctricas puede costar unos 1,500 dólares y con eso se pueden hacer divisiones hasta en treinta manzanas de potrero. Pero el beneficio es superior porque puede hasta triplicar el uso del pastizal”, explica Vélez.
TECNOLOGÍAS BÁSICAS
El uso de cercas eléctricas, según Vélez, es una mejora tecnológica de “alto nivel” que hasta antes del proyecto era desconocida para los beneficiarios del programa.
Para obtener mejores resultados el uso de semilla de pasto mejorado se combinó con el establecimiento de cercas vivas, sistemas silvopastoriles y el uso de sales minerales (en la proporción diaria cada día), ya que esto contribuye a que la ganadería nicaragüense sea cada vez menos extensiva.
El programa también hizo muchos énfasis en enseñar a los productores a construir sistemas de agua para garantizar agua de calidad al ganado, ya que según TechnoServe muchas veces aunque el líquido abunde el ganado padece sed.
Otra práctica que se promovió fue el cuido adecuado de los terneros, ya que en las fincas locales se registra una alta mortalidad de terneros.
Según TechnoServe se calcula que a nivel nacional promedia un diez por ciento. “Entonces se les enseñó desde lo básico que es permitir que el ternero tome su calostro los primeros días, luego a limpiar el ombligo y desinfectarlo y finalmente no tenerlos a la intemperie y darle comida además de la leche que se les deja. Esto redujo mucho la mortalidad y obviamente estos son más terneros para vender y para la reposición del hato”, detalló Vélez.
LECHE DE MEJOR CALIDAD
Se impulsó también el ordeño limpio, ya que en promedio solo tres de cada diez ganaderos entregan la leche que producen a los centros de acopio que venden leche fría a la industria. Eso ocurre porque los otros siete no hacen ordeño limpio, por tanto la leche no cumple las condiciones de calidad que requiere la industria.
“Ahí se hizo un gran trabajo con los productores, las cooperativas y la industria, trabajamos muy de cerca con dos industrias, con Nilac y el Grupo Lala que tiene tres plantas: La Perfecta, Eskimo y Lala para garantizar una mejoría en la calidad de la leche.
Bathrick añade que esta alianza permitió mejorar la calidad de la leche y su traslado desde el campo hasta los centros de acopio. Además se establecieron nuevas relaciones y se mejoró las existentes, entre las cooperativas y la industria. Estos elevó las compras por parte de las empresas.
Finalmente se implementó el establecimiento de registros técnicos y administrativos en las fincas.
Para garantizar estos cambios, según Vélez, se aliaron con líderes de las comunidades para construir 110 fincas demostrativas a donde los productores llegaban a ver todas esas cosas para luego replicarlas en sus fincas.
Además, se utilizó una metodología propia de TechnoServe llamada Crear, que permitió transmitir los conocimientos sobre las principales prácticas que podían impactar en la productividad, dice Bathrick.
CAMBIO SOSTENIBLE
Esto garantizó que durante los cuatro años de ejecución del programa que cierra oficialmente mañana, los ganaderos beneficiados obtuvieran 14.4 millones de dólares adicionales en ingresos, de los cuales 9.69 se generaron por el incremento en las ventas de leche y 4.74 millones de dólares por las de ganado en pie, principalmente terneros, dice Bathrick.
Teniendo en cuenta que por la lejanía de las comunidades en las que se ejecutó el programa, no toda la leche es acopiada por la industria, también se capacitó a 24 organizaciones para que mejoraran el procesamiento y el acopio y otras 11 mejoraron la venta de servicios.
Aunque mañana el programa concluye oficialmente, TechnoServe confía en que los resultados obtenidos serán sostenibles, ya que desde su inicio estaba diseñado para que así fuera, pues los conocimientos transmitidos son permanentes.
“El proyecto no regaló cosas, transmitió conocimientos y facilitó alianzas que podían beneficiar a los productores, las cooperativas y a otras entidades del sector como los laboratorios y los operadores de trazabilidad”, sostiene Bathrick.
La organización confía en que los beneficiados mantengan las prácticas que ya comprobaron que funcionan y que incluso ellos y las cooperativas a las que muchos pertenecen trasladen los conocimientos adquiridos al resto de ganaderos de sus zonas.
Además, están seguros de que las relaciones establecidas entre el sector y la industria, así como del sector y las financieras que participaron en el programa —Fundeser y el Fondo de Desarrollo Local (FDL)— serán permanentes y duraderas y garantizarán que este grupo continúe mejorando sus niveles de productividad.
“Estamos conscientes de que aún hay mucho por hacer, este fue un proyecto con más de cinco mil ganaderos, pero hay más de cien mil en el país, por lo que hay mucha necesidad de replicar estas experiencias”, admite Bathrick.
LA INVERSIÓN
Durante el desarrollo del programa Ganadería Empresarial —que inició en agosto del 2012 y concluye mañana— se invirtieron 8.1 millones de dólares aportados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por su sigla en inglés), dice Ryan Bathrick, director de TechnoServe Nicaragua.
Además de los beneficios a la productividad del sector, el programa generó unos cuatro mil empleos.
COYUNTURA RETADORA
Para Ignacio Vélez, director del programa Ganadería Empresarial (Gane), la coyuntura actual es muy retadora para el sector ganadero. Esto lo obliga a elevar la productividad y la calidad de los productos porque eso “lo hace más fuerte”, pero también se deben buscar nuevos mercados y seguir avanzando en proyectos como el Registro Nacional de Trazabilidad que es uno de los requisitos para acceder a nuevos mercados como el de la Unión Europea. También se debe reducir la edad de los animales que se sacrifican y mejorar su calidad genética, para garantizar la calidad de la carne, dice Vélez.