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José Bernard Pallais Arana

La patria demanda lucha y valor

La historia que es maestra de las futuras generaciones, quiso que la Batalla de San Jacinto y nuestra Independencia coincidieran en dos fechas continuas en años diferentes. Celebrándolas siempre como los días patrios; la coincidencia histórica debemos verla como una enseñanza y como una advertencia o alerta de que no basta con tener patria sino que es necesario cuidarla, protegerla y más importante aún preservarla.

La historia tiene sus métodos para crear conciencia entre los ciudadanos y su estudio y análisis nos permite tener el valor necesario para enfrentar el futuro en forma apropiada y consecuente con nuestro amor a la patria.

Para quienes creemos que la patria es el hogar de los hombres libres, el conmemorar el 14 de septiembre la victoria en San Jacinto contra la agresión filibustera, que estuvo a punto de privarnos de nuestra patria, y el 5 de septiembre, nuestro nacimiento como nación soberana, nos motiva además de una gran alegría una profunda preocupación, simultáneo a la celebración esta coincidencia es un llamado a estar pendientes de no caer en los errores de nuestros antepasados y recordar que si hemos llegado hasta el presente ha sido por el sacrificio y el dolor de miles de nicaragüenses que han ofrendado su vida por la soberanía de nuestro pueblo y por nuestra libertad, las que continuamente y otra vez ahora se ven amenazadas.

La patria es un acervo cultural e histórico compartido por las personas que tienen el mismo lugar de nacimiento, o donde nos hemos radicado y que para la mayoría es el más importante referente de la propia identidad por ser el pueblo de nuestros ancestros.

La vinculación con la patria obedece a razones o motivos legales, sentimentales o históricos, estos últimos tienen el mayor peso cuando se quiere desentrañar la naturaleza y características de nuestras raíces que nos define como individuos, por lo que es importante identificar los elementos emocionales que nos vinculan a ella, ya que la patria tiene encerrada la historia de los antepasados, sus luchas, sus miedos, sus logros, sus aciertos y errores.

Las amenazas y riesgos a los que constantemente se ve sometida la patria nos llevan a la conclusión de que esta no puede existir sin patriotas y estos son los que como Darío nos enseñan a soñarla más grande y más auténtica y más apegada a la naturaleza que le ha definido la historia.

Que mejor lección: el héroe de San Jacinto, general José Dolores Estrada partió hacia el exilio por oponerse a la reelección de su mejor amigo, demandándole la patria un nuevo sacrificio.

Nicaragua está marcada por una lucha constante para la defensa de nuestra soberanía territorial, para la defensa de los valores democráticos contra las dictaduras y dinastías que han pretendido y continúan pretendiendo conculcar la libertad que tanto anhelamos y que tantas veces se nos ha restringido.

José Martí la define como “… dicha, dolor y cielo de todos y no feudo, ni capellanía de nadie”; esa lucha, ese dolor es lo que ha venido definiendo nuestra identidad nacional, que el 14 y el 15 de septiembre, cada año nos repite el mensaje: no hay patria sin lucha, no hay patria sin valor, no hay patria sin patriotismo.

En la Nicaragua del siglo veintiuno el mensaje de la historia es siempre actual, la deriva totalitaria y pretensión dinástica del actual régimen así como la oprobiosa entrega de nuestra soberanía territorial para la construcción de un supuesto canal, se presenta en estos días como una fuerte llamada de atención a la conciencia de los nicaragüenses.

Algunos podrán pensar que podemos tener patria sin respeto a los Derechos Humanos, sin poder escoger libremente a nuestros gobernantes, sin que la Ley prevalezca por encima de todos los ciudadanos, sin igualdad de oportunidades y derechos y que basta una macroeconomía estable sin justicia social y sin democracia. Así lo creyeron los Somoza, y pagaron caro su error.

Cada vez más voces se suman a la exigencia de una patria basada en nuestra propia identidad, una patria en libertad, sin farsa electoral en la que podamos rescatar a la república y a nuestra mancillada soberanía.

El autor es abogado.

Opinión independencia patria archivo

COMENTARIOS

  1. Hace 8 años

    Me pregunto: Cuándo el Sr. Pallais era diputado del PLC votó contra o a favor del pacto del politico más inteligente del planeta con el actual dictador?

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