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Fabio Gadea Mantilla. LA PRENSA/Oscar Navarrete.

Fabio Gadea Mantilla. LA PRENSA/Oscar Navarrete.

Fabio Gadea: “La oposición me da ganas de llorar”

Fabio Gadea habla sobre su historia política, sobre Daniel Ortega y sobre la oposición de cara a las elecciones de 2016.

En Radio Corporación don Fabio Gadea tiene impuesta una orden que debe obedecerse. Cualquier persona que llegue a la radio y quiera hablar con él será recibida. No importa si es un periodista, un campesino, o un político. Gadea es visto como una de las opiniones opositoras más importantes en el país. Por esto los miembros de la oposición constantemente lo buscan para pedirle consejos.

Asegura que cuando fundó Radio Corporación no sabía que terminaría involucrado en la política, pero siempre defendió la democracia y por eso se echó de enemigo a Somoza y más tarde a Daniel Ortega.

En esta entrevista habla de sus inicios en la política, del exilio y la censura que vivió durante la dictadura somocista y en los años 80; del panorama electoral del 2016 y la desunión de los partidos políticos opositores.

¿Cómo ve usted a esta oposición de cara a las elecciones?

La veo dividida y me da ganas de llorar. Hay gente valiosa en la oposición, pero como que se repelen el uno al otro. Como que no pueden hacer un momento, un paréntesis de reflexión y ni siquiera abrazarse o darse la mano. Si no sentarse a platicar: “Mirá hombre, esto está así y así y así. Si nos unimos va a estar mejor”. Pero después están: “Sí pero qué voy a tener yo…?” Y eso lo ven después hombre. Que hagan unas asambleas y después lo hablan, pero ahorita no pueden estar pensando en eso. Pero se necesita arriesgarse a hacer esas cosas.

Cada vez salen más coaliciones y frentes nuevos, con nombres diferentes…

Y solo buscan diputaciones. Como que el Gobierno es una lotería que hay que repartirse. Y que en cinco años van a tener tales y tales sueldos y lo demás no importa. Me hago rico en cinco años y después me hago rico… Eso no es así. Tienen que enseñarnos desde niños a respetar eso.

¿Para usted quién es la figura más representativa de esta oposición?

Ahorita no la veo. Yo creo que la oposición debería hacer un esfuerzo colegiado. Un grupo de seis hombres por ejemplo y que sean ellos los que decidan el liderazgo para el futuro. Pero ahorita, ese trabajo es para un pequeño grupo de hombres y mujeres.

¿Y usted ve a algún candidato?

No.

¿Para representar a la oposición en las elecciones?

Es que a las elecciones ya no se va a ir.

¿Sin una figura sólida de oposición usted va a votar?

No.

Últimamente ha estado en discusión si se debe ir a votar o no… ¿usted qué piensa?

Para mí es mejor no votar.

¿Por qué?

Nada se gana con votar. Ya sabemos que el presidente y la vicepresidenta van a ser don Daniel y doña Rosario.

¿Qué diferencias ve entre las elecciones de 2011 y las que se acercan ahorita en 2016?

Había la esperanza de recoger una enorme cantidad de votos que iban a poder controlar los fiscales y que no iban a permitir que el Consejo Supremo Electoral hiciera trucos y cometiera fraude. Se logró una enorme cantidad de votos, tal como yo lo había dicho. Pero cuando vieron esa montaña de votos se asustaron, se apresuraron y decidieron no darme más del 31 por ciento a mí y el 60 y no sé cuánto por ciento a ellos, para tener una montonada de diputados. Hicieron un fraude.

¿Y el panorama actual para usted es igual o peor?

Es mucho peor.

¿Por qué?

Porque no hay partido para votar. Todos son partidos sandinistas. Todos son proclives al Gobierno. El PLI era el que estaba al frente, y ¡clas! lo cortaron.

¿Cuál cree que sea la forma en la que Daniel Ortega pueda dejar el poder?

Lo va a tener que dejar en los próximos años por dificultades económicas, por falta de cooperación internacional y por levantamiento popular. Ya guerra en la montaña no hay ni qué pensar, porque además de que son costosísimas dejan miles y miles de desgracias. Horroroso es una guerra. Y los que andan haciendo esa guerra y ganan vienen a instalarse de nuevo y te ganás otros dictadores. Así que para qué querés eso en la montaña. Hay que protestar cívicamente como lo está haciendo Venezuela. Pequeños grupos haciéndole ver al Gobierno las cosas en forma sosegada.

¿Y por la vía electoral?

Por medio de una elección súper vigilada, con un partido de oposición fuerte, cambiando el CSE, limpiando todo, porque ya están acostumbrados a hacer trucos. Yo recibí a amigos de barrio que me llegaban a decir: “Don Fabio, mire, ni siquiera vaya a las elecciones. La orden que tenemos es que ganemos o ganemos. De cualquier manera nosotros le vamos a ganar a usted”. Y en efecto. A mí me enseñaron boletas donde tenían 17 votos ellos y le pusieron un dos atrás para tener 217. Y así, montones de cosas. Un padrón electoral con muertos adentro, cédulas mal repartidas, que hacen al campesino votar como cinco veces… Esto es de nunca acabar. Es de hacer una limpieza completa para que pueda haber aquí elecciones libres.

Managua, Nicaragua, 15/09/2016. Fabio Gadea Mantilla, empresario radial , dueño de la Radio Corporacion y ex candidato presidencial, habla sobre las proximas Elecciones Presidenciales de Noviembre de 2016. Oscar Navarrete/ LA PRENSA.
Fabio Gadea Mantilla, empresario radial , dueño de la Radio Corporación y ex candidato presidencial, habla sobre las próximas elecciones presidenciales de noviembre de 2016. LA PRENSA / Oscar Navarrete.

¿Le llamaría al gobierno de Ortega una dictadura?

Claro… claro. ¿Qué cosa es una dictadura? Alguien que dicta. ¿Qué le hace falta para ser una dictadura? Cerrar los poquitos medios que tenemos: Canal 12, LA PRENSA, Radio Corporación, Radio Darío, y tal vez alguna otra radio. Yo creo que los dejan porque conviene que la gente sepa que hay protestas. Aquí hay crímenes tremendos y el Gobierno en silencio. Injusticias tremendas, tomas de fincas, quejas de los derechos humanos y el Gobierno no dice nada, nada, nada. No prospera.

Usted que vivió la dictadura de Somoza y ahora, como usted dice, la dictadura de Ortega ¿qué tan diferentes o similares son?

No se parecen mucho. Somoza podía ir a un restaurante a Los Ranchos a comer. Somoza tenía negocios y nadie lo perseguía. No tenia miedo de andar en la calle. Comenzó su caída cuando comenzó a pelear con la empresa privada. ¿Torturaba? Aquí también se tortura. La guardia era violenta, aquí también son violentos. Ahí apalearon a ese muchacho en Bluefields y dio pena ver al policía diciendo: “La Policía hace lo que quiere”. No hombre… debe hacer lo que manda la Constitución y las leyes. Y así pues… yo no estoy de acuerdo con que comparen a Somoza con Ortega.

¿Por qué?

Con Somoza había más apertura. Te pasaba algo y vos recurrías a la Policía y siempre tenías individuos que podían ayudarte en algo. Con Somoza vos tenías un pleito en los juzgados y el Gobierno no estaba interviniendo para que te acusaran o no. No se metía en el poder judicial. En lo general las cosas se veían bien en el poder judicial. En la Asamblea Nacional Somoza tenía una aplanadora, en eso se parecen. No tan grande como la de Ortega, pero tenía aplanadora para que le aprobaran todo lo de él. Y él tenía prepotencia y era dinasta, era heredero de un poder. Que de eso acusan también a don Daniel, ojalá que no sea así.

Rosario Murillo es candidata a la Vicepresidencia, ¿no le parece que sí va por el mismo camino?

Peor camino, porque Tacho no nombró a doña Hope como vicepresidenta.

Cuando usted empezó su carrera política ya era bastante mayor…

Tenía 41 años más o menos.

¿Y cuando fue candidato?

Uhhh… 74. Ya me había agarrado el calendario.

¿Se arrepiente de haberse lanzado tan tarde como candidato?

No. No me arrepiento. Dejé buenos recuerdos, una huella buena. Dejé una: “Qué pena que Fabio no fue presidente. Qué hubiera sido de este país con Fabio como presidente”. Probablemente no hubiera sido el reino de los cielos, porque ustedes saben que el danielismo siempre gobierna desde abajo y me hubiera hecho la vida imposible, como a doña Violeta. Pero en la mentalidad de la gente, existe eso: “Fabio, el hombre que une. Busquen a don Fabio hombre”. Entonces esa es una satisfacción para mí, que me aprecie toda la gente.

¿En qué elección cree que usted podría haber derrotado a Daniel Ortega?

En ninguna, porque ya estaba maleado… Bueno, la hubiera podido ganar en la que hizo Enrique Bolaños, porque estaba todavía el Consejo Electoral, además con cierto apoyo de Arnoldo, porque yo era del PLC. Pero después de eso, después de 2006 que Daniel Ortega tomó el poder eso ya estaba claro. Con solo botar la fuente musical que había en la Plaza de la República sin decirle a nadie, pasando por Nicho Marenco y con solo correr a la ministra porque dio una declaración sin permiso de nadie ya estaba la señal clara de un gobierno prepotente e irrespetuoso. Aquí no se respeta nada. Todos los poderes del Estado están en manos de él. Ya lo dijo Simón Bolívar: “Cuide aquel país donde un solo hombre maneje los poderes del Estado. Es un país de esclavos”.

¿Y usted cómo se involucra en la política?

Desde que estábamos en la Corporación nunca pensamos en involucrarnos en la política, pero siempre defendimos la democracia. Nunca alabamos dictaduras, nunca aceptamos venadeos. Al que venadeara yo lo corría. La radio vino creciendo y para el 72 ya empezamos a darle duro a la política porque Somoza hizo ya el triunvirato, el Kupia Kumi, ocurrió la toma de la casa de Chema Castillo, y nosotros tuvimos que estar ahí transmitiendo. Se volvió una radio de oposición contra Somoza y apoyando la revolución. Sobre todo que estos muchachos (sandinistas) en ese tiempo sin saber nosotros usaban a la radio, tenían gente infiltrada ahí. Por ejemplo William Ramírez, quien era periodista nuestro, era un sandinista que estaba infiltrado y ellos mandaban mensajes a su gente a través de la radio. “Que le pongan una mula en Mulukukú dice Fulano de tal”. Y eso era lo que la radio hacía, era normal. Por otro lado Carlos Mejía jodiendo con sus canciones (ríe), fue una lucha tremenda, una ayuda bárbara.

¿Pero usted también apoyaba la revolución?

Por supuesto.

¿Y cómo vivió el triunfo del 79?

Me había ido a Honduras como el 3 de junio y me agarro allá el movimiento que empezó el 4 de junio. Me avisaron de la radio que no viniera. Aquí había plena guerra. Me vine para acá el 18 o 19 con William Báez Sacasa y Raúl Torres Lazo en una avioneta. Estuvimos en el Camino Real el 20 y ahí mire a Daniel Ortega y lo saludé. No lo conocía y le dije: “Comandante, están quitándole dinero a la gente que sale de Nicaragua”. “No, suprimimos los billetes de mil córdobas porque se están llevando todo. Estamos haciendo que los billetes no valgan para que no se lleven todo el dinero”, y platicamos un rato. Ahí nombraron gabinete y estaban todos. Todas las radios estaban en cadena sandinista, ¿sabías vos eso?

No… ¿cómo fue?

Ellos las pusieron en cadena en un sistema sandinista de radio y televisión. Nosotros nos vimos en la coyuntura de que estábamos trabajando gratis. No podíamos pasar anuncio porque estábamos en cadena. Nos reunimos y fuimos a hablar con Bayardo Arce, amigo nuestro y le dijimos que cuándo iba a terminar esa cadena. “Acuérdese que esto es una revolución”, me dijo. “Acordate que tenemos que vivir nosotros, o vamos a acabar con la radio. Dejen suelto un pedazo siquiera”, le dije yo. Y empezaron a soltar un poco. Nos dejaban meter anuncios y nuestra programación. Después de eso cuando estábamos libres a ellos no les gustaba el tipo de noticia que dábamos, como lo hacíamos con Somoza y le dije a Bayardo: “Hombré, ya estás como el coronel Luna”, que era el esbirro de Somoza que nos mandaba a censurar. Hasta que pusieron el Estado de sitio en marzo del 82 y censura total. Y no había más que buscar la salida.

¿Y es cuando se va exiliado?

Fue cuando yo quise salir por Honduras con dos compañeros más y nos agarraron por Ocotal, estaba rodeado, estaba lleno de gente que estaba esperándonos para echarnos presos. Nos devolvimos y en el camino nos detuvieron y nos montaron en un carro cada uno.

¿Los torturaron física o psicológicamente?

Hubo cierta tortura psicológica.

¿Qué le hicieron?

A mí me montaron en un carro y me iban diciendo que yo era agente de la CIA y que yo les iba a contar un cuento de Pancho Madrigal. Yo sentí que doblaron hacia un pedregal y dije yo “me van a fusilar”.

¿Cómo iba? ¿Llevaba los ojos vendados?

No, pero con la cabeza para abajo y esposado. Yo empecé a rezar un salmo y todas las oraciones que podía en secreto, porque caminaron como tres minutos. Yo solo esperaba que pararan el carro, me bajaran, me dieran un balazo en la nuca y me dejaran después como un accidente en la carretera. Pero yo eso sentí, yo sentí la muerte. Empecé a pensar en todos mis amigos, en mi mama, en mi familia. Se pararon un ratito y no dijeron nada. No abrieron el carro. Estuvieron como un minuto y después volvieron a seguir. Salieron a la carretera otra vez y subieron una loma. Me hicieron bajarme, me quitaron las esposas y miré la bandera del Frente Sandinista. Era como un cuartel, una cárcel. Nos interrogaron.

¿Qué le preguntaron?

Un poco de cosas. Que si era cierto que la CIA nos estaba dando para irnos a Costa Rica a hacer no sé qué. Un montón de disparates. Sobre todo nos hicieron ver lo que eran, porque el comandante que a mí me interrogó me dijo: “Mirá, no vayas a mentirme porque yo sé todo lo que has hecho. Antier vos dormiste en la Embajada de Venezuela. Antes de antier dormiste en el Consulado de Suiza. Ayer a vos se te bajó una llanta en la UCA y ahí tuviste que repararla. ¿Cierto o mentira?” “Cierto”, le contesté. “Para que veás pues, cómo la Seguridad del Estado los tiene agarrados a todos”. Como a las seis de la tarde nos montaron a los tres en un carro. A mí me robaron una pistola que andaba, le quitaron la placa al carro y salimos para Managua, con el gran miedo de que hubiera en el camino un atentado, un camión que nos destrozara. Íbamos rezando el rosario los tres. Al día siguiente nos devolvieron los pasaportes para que nos fuéramos.

Me mencionaba que hasta 1979 conoció a Daniel Ortega… ¿Antes nunca no lo había visto?

Me parece haberlo visto, porque él me ha recordado eso. En una fiesta de la Embajada americana cuando él no era presidente, era presidente doña Violeta, coincidimos los dos en la puerta porque yo pedí mi carro y él también pidió el suyo. Estábamos juntos y me dijo:

—Hola, don Fabio. ¿Qué tal?

—Muy bien comandante. ¿Y usted qué tal?

—Ahí, mas o menos bien

—Don Fabio —me dice— creo que usted era un antisomocista furibundo.

—Sí, es cierto —le digo.

—Yo llegaba a la Radio Corporación cuando comenzó en la calle Candelaria y usted hacía unos debates entre comunistas y democráticos— me dijo.

Y es cierto. Él dice que ya estaba ahí y tenia quince años. Entonces así lo conocí. Pero conocerlo de verdad, cuando vino el 19 de julio.

Hasta este momento de su vida, ¿qué ha sido lo más difícil que ha vivido?

Apoyar la revolución con todo el entusiasmo, fundar el partido MDN y sufrir todo lo que sufrimos en esa época de persecuciones hasta que tuvimos que salir al exilio y abandonar todo esto. Era el año 82, habíamos aguantado 79, 80, 81, ya estábamos suficiente turbeados, suficiente acabados, la radio era una calamidad y cuando pusieron el Estado de sitio ya no se podía hablar en la radio nada de noticieros ni nada de opinión, que es lo que yo hago. Los peores momentos son esos. Era el jefe de divulgación de lo que llamaron la Contra. Me hicieron un atentado en Costa Rica, mataron a mi chofer y el Gobierno de Costa Rica me recomendó que saliera del país. Me fui para Miami y cuando vinieron las elecciones empecé a querer buscar trabajo porque vi que iba a ganar Daniel Ortega. No pude encontrar trabajo y ya estaba decidido a ser CPF.

¿No quería regresar a Nicaragua?

No podía. Si ganaba Daniel Ortega no podía. Esta casa estaba ocupada. Cuando yo me fui vinieron y se robaron todito. Todo, todo. Cuando estuve en el Parlamento Centroamericano y me tocó estar con Tomás Borge yo lo saludaba y una vez me dijo: “Hombré, Fabio, ¿y cómo fue eso lo de tu casa?” y le digo: “Pero si fue usted comandante el que llegó a saquearla”. “No —me dice— Yo no fui. Ese fue Lenín”. Todo se lo echaba a Lenín, pero no, él era el que mandaba. Nueve años después encontré la casa hecha un desastre.

¿Y sus cosas cómo las recuperó?

Las volví a comprar. Qué van a devolver ni media pulgada. Todo esto es otra cosa.

Managua, Nicaragua, 15/09/2016. Fabio Gadea Mantilla, empresario radial , dueño de la Radio Corporacion y ex candidato presidencial, habla sobre las proximas Elecciones Presidenciales de Noviembre de 2016. Oscar Navarrete/ LA PRENSA.
Fabio Gadea Mantilla. LA PRENSA/Oscar Navarrete.
Plano personal

Fabio Gadea Mantilla tiene 84 años y es viudo.

Fue candidato a la Presidencia de Nicaragua para las elecciones de 2011.

Todos los días se levanta a las cinco de la mañana y no sale de su casa sin leer el periódico.

Le gusta mucho pintar paisajes. Las habitaciones de su casa está llenas de pinturas hechas por él y otros artistas. Así como retratos de su esposa.

Es muy fanático de los gallos. También tiene esculturas y pinturas de gallos por toda su casa.

Suele ponerle apodos a la gente y asegura que una vez desayunó mono.

Su pasión es leer. Le gustan las novelas de realismo mágico y los grandes clásicos de la literatura.

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COMENTARIOS

  1. CICCONE
    Hace 8 años

    Pero usted que espera para hacer un llmado a la gente a que protesten en las calles masivamente y rescatar la democracia? Solo habla pero igual no da el paso de llamar a los ciudadanos a que rescaten la democracia! Porfavor muevese usted tambien con solo hablar no se soluciona el problema. Hay que sacar a Ortega del poder porque tiene la democracia secuestrada.

  2. Jose
    Hace 8 años

    Usted muy sabiamente dice:Como que no pueden hacer un momento, un paréntesis de reflexión y ni siquiera abrazarse o darse la mano. Si no sentarse a platicar: “Mirá hombre, esto está así y así y así. Si nos unimos va a estar mejor”. Pero después están: “Sí pero qué voy a tener yo…?”
    Tal vez si usted promueve a la montaña de votos que le dió su apoyo, votar por el PLC su antiguo partido y por Maximino su candidato, pudiera ser un inicio de unidad ¿ o no ?.

  3. ElAngelsXXI
    Hace 8 años

    Felicidades don Fabio… Los líderes nacen, no se hacen… El pueblo de nicaragua le agradece a don Fabio Gadea Mantilla la presencia en esta desgracia de oposición, pero su presencia sirve de guía para un pueblo que busca un líder honesto, patriota., la única esperanza es la guía que nos puede orientar don Fabio. Si el dice hay que votar… VOTAMOS, pero ya el se pronunció NO VOTA… Pues NADIE TIENE QUE VOTAR.

  4. jose r perez
    Hace 8 años

    Bueno don Fabio si le guardo un gran respeto por que ha sido opositor de una larga historia asi ocntra somoza ahora contra ortega , a ese senor si le creo por que es un hombre honesto .

  5. Olama
    Hace 8 años

    Así es Don Fabio, No hay por quien votar.

  6. Ojo al tiro
    Hace 8 años

    Favio tu’ estas bromeando ; que raro cual oposicion ? ; muchas letras y hablar donde esta’ oposicion de cual es que hablas ?

  7. El Leones
    Hace 8 años

    En la época del Somocismo (Tacho Viejo, Luis y Tacho (Hermanos e hijos de Tacho Viejo), el poder judicial estaba formado por verdaderos abogados. No era cualquier hijo de vecino que lo nombraban juez. Jueces como Mariano Fiallos Gil, por ejemplo. Como dice Don Fabio, el Somocismo no intervenía con el poder judicial. La dictadura actual es más férrea que el Somocismo. Prácticamente interviene en todo. Los medios de comunicación están acaparados por la familia de Ortega. Esperate que un diario internacional como el liberal New York Times saque un extenso reportaje acerca de esta familia; va a ser un escándalo internacional.

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