14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Rutina

Tenga metas, de manera que, cuando se acaben las vacaciones, inicie con la normalidad y actitud positiva.

Vacaciones, ¿cómo regresar a la rutina?

Muchos caen en la “depresión de la tumbona” cuando se acaban las vacaciones porque no es fácil saltar de la tranquilidad de las playas, la casa o el campo, al estrés de las oficinas.

Las personas aman las vacaciones pero, cuando se prolongan, agotan tanto o más que la rutina: el cuerpo no soporta más excesos y la mente necesita una dosis de paz después de tantas reuniones familiares. Retomar los horarios es inevitable y cada vez más apetecido porque tiene sus ventajas. El síndrome posvacacional parece estar sobrevalorado.

Muchos caen en la “depresión de la tumbona” cuando se acaban las vacaciones porque no es fácil saltar de la tranquilidad de las playas, la casa o el campo, al estrés de las oficinas.

No obstante, el síndrome posvacacional es solo un conjunto de síntomas que ceden a los pocos días: tristeza, apatía, desmotivación, irritabilidad, malhumor, desconcentración, pérdida del apetito e insomnio.

travel bags and airplane in sky

ADAPTACIÓN Y MOTIVACIÓN

La psicóloga Gabriela Gómez explica que esta alteración se ha puesto de moda recientemente, pero “no hay una entidad clínica ni estudios que avalen la depresión posvacacional como tal”. Para esta especialista el inconveniente está en la capacidad de adaptación.

Beatriz García, socia directora de Crearte Coaching y miembro de la Asociación Española de Coaching, indica que el síndrome posvacacional es, en efecto, “un proceso de adaptación” más que una razón para sumergirse en el desconsuelo.

Gómez también cree en la motivación: “Las personas motivadas que disfrutan su trabajo se adaptarán con facilidad cuando lo retomen”. La actual incertidumbre económica influye en que la vuelta a las obligaciones sea cada vez más sencilla.

“El empleo es ahora mismo un bien preciado en España y el regreso está perdiendo la connotación negativa: la gente valora tener un trabajo”, dice Gabriela.

Por eso, muchos perciben el fin del descanso como la oportunidad de seguir activos en el mercado laboral. Otros, en cambio, necesitan un esfuerzo extra.

PASO A PASO

El primer paso para recibir la normalidad sin dramas es la planificación. Si tuvo unas vacaciones agitadas en las que no descansó, es fundamental que regrese con antelación para que el cuerpo y la mente se sincronicen.

Otro consejo que brinda esta especialista es equilibrar las cargas:

“Hay que hacer partícipe a toda la familia de esta vuelta a la rutina, pues es importante que se reparta entre todos la responsabilidad que implica”, indica.

CAMBIO MENTAL

La psicóloga clínica Gabriela Gómez recomienda que las personas asuman la vuelta de la pausa de forma progresiva y brinda otras claves:

1.Dedique un tiempo, días antes del regreso, a escribir una lista de las actividades pendientes, tanto en el hogar como en la oficina.

2. Jerarquice las tareas desde la llegada para resolver las más importantes y urgentes primero.

3. Aborde antes los temas más agradables para mejorar la conexión con la rutina y establezca otra vez un ritmo.

4. Planifique una cantidad razonable de metas para alcanzar cada día. Se recomienda un número menor de las que serían posibles de lograr para manejar los imprevistos y aumentar la sensación de productividad.

5.  Recuerde que es normal tener obligaciones acumuladas y menos concentración.

Time management business concept. Group of businessman working on a big clock. Isometric illustration vector.

VENTAJAS DE LA RUTINA

Tal vez, la primera ventaja de volver se refleja en el cuerpo. Así lo ve la nutricionista Natalia Galán: “El período vacacional es transitorio y, de vuelta a casa, el organismo nos va a agradecer, porque siempre sufre con los excesos”.

Otras ventajas de abrazar la normalidad residen en la familia, como analiza Gabriela Gómez.

“Cuando las vacaciones son prolongadas se da otra rutina: el exceso de tiempo libre”. En ese panorama, adultos y niños pueden aburrirse, especialmente cuando no hicieron planes para el ocio.

Muchas veces los familiares que no pasan mucho tiempo juntos, porque no están acostumbrados a compartir, lo que puede causar “irritabilidad en los padres o comportamientos perturbadores en los hijos y producir roces”, explica Gómez.

Añade que el regreso al colegio es un alivio para las parejas que no tienen quién cuide a sus pequeños mientras trabajan. El inicio del curso, además, puede verse como una nueva etapa en los demás aspectos de la vida.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí