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¿Modelo de consenso o de Centralización?

A partir del regreso del Frente Sandinista de Liberación Nacional al poder, la estructura de un Estado descentralizado dio paso a un modelo que concentra el poder en el Ejecutivo y que supedita la toma de decisiones y la divulgación de información.

A partir del 2007, con el regreso del Frente Sandinista de Liberación Nacional al poder, la estructura de un Estado descentralizado que hasta ese momento funcionaba relativamente bien dio paso a un modelo que concentra el poder en el Ejecutivo y que supedita la toma de decisiones y la divulgación de información de todo el aparato estatal —y del municipal— a la Presidencia de la República.

El modelo impuesto va en contra de lo establecido en el artículo 3 de la Ley 290, Ley de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo que literalmente dice que “para el mejor cumplimiento de sus funciones” los ministerios, entes gubernamentales, bancos y empresas estatales pueden organizarse de forma “descentralizada o desconcentrada”, lo que no ocurre. Para algunos críticos, la centralización excesiva debilita la institucionalidad del país.

Reflejo en el “modelo de consenso”

El esquema centralizado de poder es un tema que la mayoría de empresarios prefiere no abordar, ellos optan por centrarse en los resultados. En la práctica, todo indica que la inoperancia de los funcionarios públicos en la toma de decisiones facilitó la instauración de un modelo que el Gobierno denomina de “diálogo, alianza y consenso” con el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), cuyo presidente José Adán Aguerri es el canal para que el sector privado traslade inquietudes, negocie y obtenga del Ejecutivo las soluciones que deberían proporcionar las distintas entidades del Estado y municipales.

Para el Gobierno y el Cosep el establecimiento de este modelo es el principal logro de sus mandatos, que en ambos casos inició en 2007 y la reelección continua les ha permitido mantenerse en los cargos. Ambos repiten constantemente las bondades del modelo y Aguerri le atribuye los logros económicos del período, principalmente el crecimiento económico, la baja inflación, la atracción de inversiones y más.

Freddy Cruz, presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), se suma a los halagos del modelo que también abrió un canal de comunicación con la organización.

Uno de los mayores beneficios que este esquema ha generado a las pymes, según Cruz, es que ahora pueden proveer sus productos al Estado. “Estamos participando cada vez más en los espacios de las compras públicas y antes eso era muy difícil”, asegura.

El presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), Rosendo Mayorga, agrega que tal es el éxito de este modelo que los países que no lo tienen, crecen a tasas más bajas que Nicaragua.

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“Eleva la burocracia”

Pero Roberto Sansón, presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), considera que “no hay quien pueda pensar que (la centralización) beneficia”, ya que en realidad perjudica y eleva la burocracia retrasando la toma de decisiones.

“No debería ser así. Cada institución tiene delimitadas sus facultades y su razón de existir. Para eso todo gobierno del mundo tiene ministerios, institutos y gobiernos municipales, porque por muy capaz que uno sea, no se puede manejar un país desde una oficina centralizadamente, se debe delegar”, asegura Sansón.

Pese a los elogios del aparato privado, también se ha vuelto costumbre que durante las conferencias de prensa que Cosep brinda los miércoles, Aguerri, su presidente, divulgue diversas situaciones —muchas de ellas provocadas por el retraso que genera la centralización de la toma de decisiones— que debe trasladar al Ejecutivo en busca de solución. Pero al ser cuestionado niega que exista esa centralización.

Según Aguerri el mecanismo de diálogo que mantienen con el Gobierno no es resultado de la centralización del poder y la toma de decisiones, sino solicitado por ellos para darle seguimiento a las propuestas del sector y para hacer más eficiente la relación entre ambos.

Mayorga, por su lado, justifica el modelo aduciendo que “no puede haber 21 voces ante el Gobierno, tiene que ser una sola voz, eso hace más eficiente la resolución de los problemas(…) Nosotros no andamos llamando a los ministros ni mucho menos, ya tenemos nuestro canal definido y con ese nos comunicamos”.

¿Modelo ayuda o perjudica a la mayoría?

“No todos los problemas se tienen que trasladar a Cosep”, asegura Aguerri y añade que en realidad lo que hacen es mejorar el marco legal sobre el que trabajan las empresas informales, que son la mayoría en el país y que no son parte del Cosep ni presentan sus problemas por esta vía.

En el caso de Amcham, según Sansón, también tiene acceso al Gobierno y cuando alguna de sus empresas socias lo requiere, intervienen para resolver sus problemas, pero no involucran a los medios de comunicación.

“Lo hacemos en privado y muchas veces somos más efectivos, además no esperamos reconocimiento público por nuestro trabajo gremial voluntario, sino que cumplimos con lo que establecen nuestros estatutos. Pero repito, las cámaras empresariales no deberíamos ser gestores de X o Y empresa, deberían funcionar las instituciones, porque de otra forma se convierte a las cámaras en un filtro de acceso al poder”, advierte Sansón.

El esquema de trabajo, según el dirigente de Amcham, deja en desventaja a las empresas que no pertenecen a las cámaras —que son la mayoría— y dificulta la resolución de sus problemas.

Mayorga, de la CCSN, y Cruz, de Conimipyme, admiten esto último planteado por Sansón al lamentar que las empresas que no están organizadas en los gremios queden excluidas del modelo, por lo que las invitan a organizarse. Pero también aseguran que en la mayoría de los casos resuelven los problemas de los sectores en general sin importar que las empresas sean o no sus socias.

“Estamos siendo proactivos”

Aguerri en tanto la describe como “una relación que está basada en el compromiso que las empresas tienen que tener con cualquier Gobierno en el que están operando… este no es un tema de dependencia directa, en ese sentido si te cierran una puerta tenés que ir a buscar que te la abran, pero lo que estamos tratando con este esfuerzo es ser proactivos”.

Pero para Sansón el modelo es resultado de haber confundido la eficiencia con la centralización y de la ausencia de pesos y contrapesos. “Los checks and balance, como le dicen en Estados Unidos. Cuando existe un deseo por controlar todo, para que el Estado funcione, se pierde la brújula”, dice.

Para el presidente de Amcham el modelo debe solucionar procesos y enseñar a las instituciones a no tener miedo a la toma de decisiones.

“Se deben crear líderes, funcionarios públicos, más allá de la afiliación a un partido político, se debe desarrollar la carrera de la función pública, enseñar a los trabajadores públicos a funcionar con transparencia, a rendir cuentas de su trabajo, y dar la cara a la opinión pública”, recomienda Sansón.

Además considera que las cámaras empresariales no deberían servir de intermediarias con el Gobierno para atender asuntos del día a día, que en cualquier otro país es facultad de las instituciones resolver.

 

105
Leyes se han aprobado “de consenso” entre el Gobierno y el Cosep en los casi diez años de administración sandinista. Durante la gestión de Enrique Bolaños lograron la primera y única que fue la Ley de Mediación y Arbitraje, según Cosep.

 

¿Retroceso institucional?

“Yo no diría que el sector privado se ha convertido en un espejo del gobierno en el manejo centralizado de las decisiones, sino que es el centralismo del gobierno el que obliga a solicitar o gestionar directamente lo que no se puede hacer en los ministerios o dependencias creadas para ello”, manifiesta Sansón.

Además reconoce que las distintas entidades deberían “usar la autoridad que se las brinda en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (Ley 290) y sus reglamentos”, y que en algunos casos hasta para resolver asuntos de índole municipal se tiene que recurrir al Ejecutivo.

“Eso no debería ser así. Creo que es un retroceso institucional”, señala Sansón y añade que también genera un “trato desigual que no debería de existir” ya que las pequeñas empresas tienen menos acceso al gobierno.
Aguerri rechaza que este modelo debilite la institucionalidad y califica la “revisión de cada decisión que el Gobierno toma” como una auditoría social.

“En el caso nuestro lo que ha venido es a fortalecer en lo económico el trabajo que hacen las instituciones en el sentido de que mucho se ha hablado de la necesidad de que hayan auditorías sociales en las instituciones y qué mejor auditoría puede existir que la que estamos haciendo nosotros como usuarios de las instituciones”, apuntó Aguerri.

Afecta clima de negocios

Pero Sansón recuerda que el país necesita mejorar su clima de negocios y que solo se logra “con más institucionalidad, con un orden jurídico que se respete, con independencia de los Poderes del Estado, con justicia sin colores políticos (a la hora de decidir quién tiene la razón), con sentencias que no favorezcan a un correligionario sobre aquel que tiene la razón y la ley de su lado”.

Para el presidente de Amcham entre menos intervenga el Estado en el quehacer de las empresas es mejor, ya que se evita la corrupción. Muestra de ello son economías que sí funcionan como las de Costa Rica, Uruguay, Chile y últimamente Perú, en las que se fomenta que las instituciones funcionen dentro del marco de la ley.

“No es en vano, (ni por casualidad) que esos países son quienes lideran —en América Latina— en los índices de desarrollo económico, así como de crecimiento económico con una más justa distribución de la riqueza”, dice Sansón

Por tanto, el modelo debe cambiar, ya que para cerrar las brechas que Nicaragua tiene con respecto a sus vecinos, el país necesita crecer a tasas del 10 por ciento y eso no se logra “con más centralización sino con menos”, porque “cada año que pasa, perdemos más oportunidades y son los menos favorecidos, que representan más del 80 por ciento de los nicaragüenses los que lo sufren” las consecuencias de este modelo.

No hay información

La ausencia de información que caracteriza el modelo centralizado de poder, instaurado por el Frente Sandinista desde su regreso al poder en el 2007, no es exclusivo de Nicaragua sino un problema generalizado en Centroamérica, dice Jorge Vargas Cullell, director del Programa Estado de la Nación.

Vargas atribuye la escasez o ausencia de información a los problemas institucionales que enfrentan los países. “En algunos casos es simplemente que la información no existe porque nadie la recolecta, en otros es de mala calidad y en otros hay miedo de las instituciones de salir mal ”, dice Vargas.

Esta escasez o ausencia de información según Vargas impacta en la toma de decisiones porque al no haber información de buena calidad hay que aplicar el “olfatímetro”, es decir tomar decisiones con lo que “más o menos se conoce o se imagina”.

Además, la falta de información afecta la “conversación pública”, ya que no se puede conversar sin información en la mano.

“Un tercer efecto es sobre la rendición de cuentas y la evaluación de la política pública”, advierte Vargas.

¿Culpa de los políticos o del gobierno?

Para Rosendo Mayorga, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), la aprobación de las 105 leyes que en los últimos diez años ha negociado directamente el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) con el Gobierno, refleja que los políticos no asumen su responsabilidad.

“Ellos son los que deberían estar ahí al tanto de las leyes que nos afectan, pero ellos no asumen su responsabilidad y como lamentablemente no tenemos esa representación, lo tenemos que asumir nosotros”, afirmó.

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COMENTARIOS

  1. ramon
    Hace 8 años

    Estamon ante la situacion q’el unico q’se siente feliz es el cosep y sus camaras,da la impresion son esos dos entes,el resto fue reducido a melenca,se confunden,no es modelo,un simple posesionamiento de la familia Ortega y sus compinches de forma indefinida dandole ahora al empresario no palo como antes,cajetas de leche,no es porq’respete la propiedad,sino porq’le conviene y permite intaurar lo q’ellos llaman regimen socialista,solidario,no recuerdo el otro epiteto,es una burda mascarada,q’no es ni chino,ni sovietico,ni Norteamericano,ni mucho menos europeo,un retroceso total de la historia,una burla a lo q’antano se llama estado,esta borrando todos los atributos de este,me queda la esperanza,estos fueron dando forma atravez de miles de anos,ahora biene este y quiere liquidarlos de un plumazo,una relacion amquiavelica con el empresario no le borra su origen del centralismo democratico,marxista leninista.

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