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Chocopló

Presentación de una canasta de fresas con chocolates que elabora Chocoplós. LAPRENSA/CORTESÍA

Chocopló: los “pecados saludables”

De niña Karen Zeledón soñaba con trabajar en una gran empresa y para lograrlo estudió Ingeniería Industrial. Sin embargo, tras dos años de desempeñarse en su profesión descubrió que no estaba dispuesta a ser empleada.

De niña Karen Alejandra Zeledón Padilla soñaba con trabajar en una gran empresa y para lograrlo estudió Ingeniería Industrial. Sin embargo, tras dos años de desempeñarse en su profesión descubrió que no estaba dispuesta a ser empleada durante veinte años para luego jubilarse. Entonces renunció a su trabajo para asumir la administración del negocio de fumigación aérea de su padre.

A los pocos días de aceptar esa responsabilidad supo que le dejaba suficiente tiempo libre para seguir los pasos de sus progenitores y emprender su propia empresa. Contempló diversas opciones, pero su amor por las frutas y el chocolate la empujaron a combinar ambos sabores para ofrecer arreglos de frutas exóticas (principalmente fresas jumbo importadas, kiwis, piñas hawaianas y bananos), decoradas o bañadas de chocolate y cubiertas de frutos secos o coco rallado. Fue así que en diciembre del 2015 nació la tienda virtual Chocopló.

Aunque no sabía preparar las frutas, comenzó a ver tutoriales en internet y a practicar. De esos largos entrenamientos —en los que tenía muchos “accidentes” con las frutas y el resultado de los arreglos no era nada atractivo— surgió el nombre del negocio, pues a su prometido le llamaba mucho la atención el ruido que hacían estas al caer en la fuente con chocolate fundido.

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“Al comienzo perdía bastante porque practicaba y practicaba y si los arreglos me quedaban feos, me tenía que comer todo. Además, cada vez que caía una fruta dentro del chocolate fundido hacía plo y se escuchaban tantos plo que mi novio me convenció de nombrar Chocopló al negocio”, relata Karen.

Después de tres meses de entrenamiento, en la Navidad del año pasado hizo sus primeras ventas, eran un árbol navideño formado de frutas y una cajita de fresas bañadas de chocolate, recuerda la emprendedora y añade que a la gente le gustan tanto sus productos “porque son un pecado saludable, porque te comés tu frutita y a la vez un poco de chocolate”.

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Las fresas de Chocopló son seleccionadas adecuadamente para mantener la calidad. LAPRENSA/CORTESÍA

Apuesta por lo virtual

Para compensar la falta de capital optó por hacer uso de los beneficios que ofrecen las tiendas virtuales. “Cuando uno empieza un negocio quiere empezar en grande, pero eso genera costos fijos muy altos que llevan a pensar que la actividad no es rentable porque el producto no se conoce. Entonces preferí evitar eso y opté por una tienda virtual con entrega a domicilio e invertí únicamente tres mil dólares en la compra de lo básico que incluyó un carrito en el que ofrezco los productos en las ferias”, explica.

En casi nueve meses de funcionamiento esta tienda virtual tiene una empleada fija y cuenta con cinco mil seguidores y unos doscientos clientes que adquieren un promedio de veinte arreglos semanales, cuyos precios oscilan entre siete y sesenta dólares. Además, en las ferias ofrece también chocobananos y pinchos de frutas que cuestan 15 y 60 córdobas, respectivamente.

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“En días feriados, como el de los enamorados y de la madre, las ventas han sido muy buenas, también tengo clientes corporativos que me hacen pedidos para sus eventos, me piden pinchos de frutas y diversos arreglos”, detalla.

En Chocopló apoyan a otra emprendedora

Karen relata que las primeras entregas a domicilio las hacía ella misma en su carro. “Ni siquiera me salía rentable, pero me emocionaba tanto que me hicieran pedidos y lo único que me importaba era que la gente me conociera, entonces iba a donde me pidieran, hasta que un día me tocó ir a un lugar que me dio miedo y decidí no hacerlo más”, recuerda.

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Además de fresas en Chocopló también trabajan con manzanas. LAPRENSA/CORTESÍA

Curiosamente dicha decisión coincidió con que en una feria conociera a Yara Luna, dueña de la empresa Yo Voy, dedicada a hacer entregas a domicilio. “Le expliqué las condiciones de entrega que requiere mi producto, nos coordinamos y desde hace seis meses estamos trabajando juntas y nos ha ido muy bien a las dos”, sostiene Zeledón Padilla.

Para esta emprendedora el comercio en línea es la mejor opción para quienes inician un negocio, porque evita los gastos de alquiler y servicios. “Es el futuro de empresas como la mía y está al alcance de todos”, asegura y añade que organizarse es otra buena opción. Ella pertenece a una red de emprendedoras que organizan ferias para dar a conocer sus productos.

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En ocho meses ya tiene una clientela cautiva y se prepara para dar el siguiente paso que es abrir una tienda física.

“En el corto plazo mi meta es abrir una tienda. Estoy buscando un lugar céntrico y que no me resulte muy caro y en el mediano plazo es tener sucursales en los departamentos, empezando por Matagalpa”, puntualiza Zeledón Padilla.

Contacto

Chocopló es una tienda virtual que funciona en Facebook bajo ese nombre. También se puede obtener información de sus productos al teléfono 7658-8599 o al correo electrónico [email protected]

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El detalle es importante para la propietaria de Chocoplós, Karen Zeledón. LAPRENSA/CORTESÍA

Economía Chocopló emprendimiento archivo

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