Con Ideas estéticas y políticas de las vanguardias en Nicaragua (1918-1933). Primer tomo: Salomón de la Selva; edición de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua, Managua, 2016, cuyo eje oscila entre la crítica y la historia de la literatura, María Augusta Montealegre renueva el estado de la cuestión del estudio documental de las fuentes históricas.
El libro expone el argumento de su tesis doctoral defendida en la Universidad de Salamanca. En pocas palabras: Salomón de la Selva no solo pertenece a las vanguardias hispanoamericanas del siglo XX, sino que particularmente a la nicaragüense. Ya no es aquel poeta inclasificable o en el sitial de los “tres grandes después de Darío”, junto a los posmodernistas Alfonso Cortés y Azarías H. Pallais.
En donde, a pesar de una primera reivindicación crítica de Jorge Eduardo Arellano que lo separa de ellos, todavía se ubicaba, en aras de no reconocer su vanguardismo en antologías y biografías compuestas por literatos nicaragüenses que exiliaban su obra de su propia patria.
Porque el desconocimiento de Salomón de la Selva y su exclusión de la vanguardia, se ha reproducido en tres generaciones de la crítica literaria nicaragüense, hasta los literatos herederos del autodenominado Movimiento Nicaragüense de Vanguardia.
Ya que en Nicaragua coincide la crítica literaria con el oficio de la literatura, y más aún de la poesía. Por la falta de una escuela de expertos en Filología y en el análisis sistemático de crítica literaria, o porque “en Nicaragua todo mundo es poeta…”. Así, las generaciones de poetas escriben su propia historia y crítica literaria, una crítica endogámica.
Trascendencia de las ideas estéticas
Pero la cuestión del ocultamiento y negación de la vanguardia de Salomón de la Selva trasciende del campo de la crítica literaria al campo político-ideológico, porque como evidencian las conclusiones del trabajo investigativo de Montealegre:
1. El autodenominado Movimiento Nicaragüense de Vanguardia, aparece desconectado de las posiciones culturales avanzadas y políticas progresistas de las vanguardias latinoamericanas, y más bien conecta con la idea de “hispanidad” del Movimiento Nacional franquista.
2. El autodenominado Movimiento Nicaragüense de Vanguardia se vincula en sus principales exponentes al grupo social y económico del conservadurismo nacional-católico nicaragüense, al universo ideológico de exaltación de La República Conservadora y la Restauración Conservadora.
3. Salomón de la Selva se vincula al liberalismo y al socialismo, dentro del espectro del movimiento obrero al el liberalismo social.
La nueva generación
Con la tesis de María Augusta, que es una crítica de la crítica sobre las fuentes históricas de la vanguardia de Salomón de la Selva, están apareciendo nuevos autores; por los nuevos referentes de espacio generacional y de época, de otra constelación temática y político-ideológica en los estudios sociales en Nicaragua.
El giro en el estudio de las fuentes históricas que acompaña la tesis de Montealegre, ejercerá una gran influencia no solamente sobre la crítica literaria, ya que reforma el canon vanguardista en su país, sino también sobre la historiografía nicaragüense.
HISTORIA Y ESCRITURA
Porque también la historiografía de la República Conservadora y la Restauración Conservadora son puestas en cuestión en torno al ocultamiento y negación del vanguardismo de Salomón de la Selva.
La nueva generación ya no hace una historia de relatos heroicos, y tampoco fabrica andamios de datos “documentales” para sostener esquemas de periodizaciones. Ya que la historia no comienza por el escenario y generalizaciones de supuestos ideológicos de un período, sino por el trabajo de análisis concreto de la situación concreta.