Por disposición de la Ley 844: Ley que Declara el Día Nacional del Abogado y Abogada, cada 29 de septiembre se celebra el día de los profesionales del Derecho, por el natalicio del doctor Miguel Larreynaga, primer abogado en Nicaragua.
La ciudadanía debe conocer que nuestro trabajo, como abogados y notarios, es importante y no se limita a defender acusados, solicitar pensión de alimentos, la indemnización o reintegro de un trabajador o redactar poderes de representación. La ciencia jurídica al igual que las ciencias médicas (las profesiones más antiguas de la humanidad), tienen varias especialidades, muchas de las cuales son desconocidas por la población. Trabajamos en muchas otras facetas tales como la administración pública, lo artístico e intelectual, lo tributario y otras ramas que dentro del gran árbol del derecho van regulando distintos aspectos de las relaciones humanas.
El trabajo del abogado y notario es vasto e importante. Por citar unos breves ejemplos: 1- Empresarial: no hay una sola empresa que no cuente con un asesor legal permanente o temporal desde su fundación. 2- Notarial: no hay un solo vehículo o inmueble que se pueda donar, heredar o vender sin nuestra fe pública como notarios. 3- Sociedad civil: las asociaciones sin fines de lucro pasan por un proceso de conformación, aprobación e inscripción en varias instituciones del Estado para lo cual necesitan los servicios de un notario y abogado gestor. 4- Derechos Humanos: cuando la Policía se excede en el ejercicio de la fuerza pública (como recientemente ocurrió con un ciudadano de Bluefields), un abogado representará a la víctima para que se le restituya su libertad y se castigue a las autoridades responsables. 5- Herencias: si un ciudadano con bienes fallece y no deja testamento (muy común sabiendo que nadie espera a la muerte repentina) se debe acudir a la vía judicial para una declaratoria de herederos e inscribir la propiedad con los nuevos dueños. Todo este trámite lo realiza un abogado. Y así hay muchos ejemplos más en los que seremos solicitados por la ciudadanía.
En películas y telenovelas, siempre aparecerá un abogado —por lo general, penalista— dentro de los personajes e incluso existen series de televisión y películas exclusivamente de abogados. Los abogados siempre estamos llamados a colaborar con las personas para orientarlas y defender sus derechos dentro del margen permitido por la ley, la moral, la verdad y la honestidad. Somos parte indispensable de la sociedad para la búsqueda y aplicación correcta de Justicia. Siempre se necesitará de un abogado y notario. Nadie puede asegurar que nunca haya necesitado de la asistencia de un médico o la de un abogado y notario. Desde que estamos en la matriz —donde ganamos el derecho a la vida— hasta que fallecemos y nos entierran —y aún después— necesitaremos del derecho y de quienes ejercen esta carrera.
Pese a la mala fama de esta profesión por los leguleyos que la desprestigian —sea ejerciendo de manera independiente o como jueces y magistrados— el verdadero abogado comprometido con el bienestar y la paz antepone la justicia y la ley antes que sus intereses particulares, los honorarios a recibir o la conveniencia de quienes mal ejercen el poder. Además es un educador que contribuye a orientar al ciudadano en los caminos de la ley.
Honremos este día sabiendo que la patria siempre nos llamará a ser los auxiliares de la justicia por excelencia para dar a cada uno lo que se merece. ¡Felicidades a todos los abogados y abogadas!
El autor es abogado y Notario Público.
