14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
aquiles

Nacimiento y muerte del Sol

Los antiguos griegos imaginaban a Apolo, una de sus dos divinidades representativas del Sol, como un hermoso varón joven y barbilampiño que no envejecía y era inmortal.

Los antiguos griegos imaginaban a Apolo, una de sus dos divinidades representativas del Sol, como un hermoso varón joven y barbilampiño que no envejecía y era inmortal. Sin embargo, la ciencia astronómica moderna sostiene que el Sol sí envejece y que morirá inevitablemente.

La otra representación griega del Sol era Helios, quien nació antes que Apolo. Según el mitólogo español José Antonio Pérez-Rioja, Helios es el Sol en su aspecto astronómico y Apolo en su aspecto espiritual..

En Teogonía, la genealogía de los dioses griegos, Hesíodo dice que Helios es hijo de los titanes Tea e Hiperión, que a su vez son hijos de Gea (la Tierra) y Urano (el Cielo).

Hesíodo canta con hermosas palabras el origen de Helios: “Tea, sometida al amor de Hiperión, engendró a Helios el grande, a la brillante Selene y a Eos (la Aurora) que se muestran a todos los que viven sobre la tierra y a los inmortales dioses que pueblan el cielo anchuroso”. Gea y Urano fueron también padres de Febe, diosa de la luz y de la inteligencia, madre de Leto y abuela de Apolo y Artemisa.

Los titanes, hermanos de Tea e Hiperión, no querían a su sobrino Helios, lo envidiaban porque era hermoso y resplandeciente. Se confabularon y lo ahogaron en el río Evidán. Tea buscó desesperadamente el cuerpo de su hijo, a lo largo del río, hasta que se le apareció en sueños y le dijo que no se preocupara porque él estaba en el cielo iluminando al mundo desde allá.

Helios se unió con la ninfa Perséis, hija del Océano y de Tetis. Tuvieron hijas famosas, como Circe, la reina maga de la isla Eea que tuvo amores con Odiseo; y Pasífae, esposa de Minos (rey de Creta), la que se ayuntó con un toro divino y fue madre del Minotauro. También fueron padres de Eete, el rey de la Cólquide donde estaba guardado el Vellocino de Oro que robaron los Argonautas; y de Perses, quien le arrebató el trono de la Cólquide a su hermano pero fue asesinado por su sobrina Medea.

Por su parte Apolo es hijo de Zeus y Leto y hermano gemelo de Artemisa (Diana en la mitología romana), representación divina de la Luna.

Apolo duerme durante la noche. Al amanecer lo despierta su otra hermana, Eos, la que abre las cortinas del cielo y lo inunda con una hermosa luz rosada. Entonces Apolo sale, montado en su carroza de fuego que es halada por cuatro soberbios y radiantes caballos: Flegonte (Ardiente), Aetón (Resplandeciente), Pirois (Llameante) y Éoo (Amaneciente). Y así, durante el día Apolo recorre el mundo, de un extremo a otro, hasta que se retira a descansar y entonces cae la noche.

Tal es la rutina diaria y eterna del Sol, fuente de energía y dador de vida, destinado por lo tanto a vivir para siempre según la imaginación de los antiguos griegos.

Pero no es eso lo que piensan ahora los científicos astrónomos. Para estos el Sol está destinado a desaparecer, como todo, como cualquier otra estrella y cuerpo celeste.

Esto lo han confirmado de nuevo, hace apenas una semana, los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, de los Estados Unidos de Norteamérica, más conocida como NASA, después de nuevas y más detenidas observaciones del universo por medio del súper telescopio espacial Hubbe.

Aseguran que dentro de unos 5,000 millones de años el combustible del Sol se agotará. Cuando eso ocurra la gran estrella se despojará de sus capas exteriores de gas, las cuales formarán una especie de capullo alrededor del núcleo solar restante.

Agregan que la luz ultravioleta del Sol moribundo hará que brille la materia de los alrededores, y los restos del que llamamos Astro Rey “se convertirán en una enana blanca (remanente estelar), un punto luminoso en el centro”.

Seguramente así será, si ellos lo dicen, pero entre tanto, al menos por los próximos cinco mil millones de años, Apolo (o Helios si se prefiere) seguirá recorriendo el cielo todos los días, en su carro de fuego, dando el calor y la energía que necesitamos los humildes mortales para vivir o sobrevivir mientras nos destruimos entre nosotros mismos… antes de que Apolo y Helios mueran sentenciados por la ciencia de los humanos mortales.

Columna del día Apolo Hesíodo Hiperón sol archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. ElAngelsXXI
    Hace 8 años

    Es raro que al Prof. Sánchez se le escapó hablar de los romanos, pues ellos son adoradores del dios Sol bajo su sucesión la santa iglesia católica romana.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí