Hay distintas variedades de tomates, se consumen verdes o maduros, crudos o cocinados.
Botánicamente es una fruta, pero culinariamente es considerado una verdura, se utiliza como ingrediente para condimentar comidas o como alimento principal.
Se rellena con mariscos, arroz, quinoa, cuscús, atún, aguacate, queso, huevos, carne, pollo y otros.
Se prepara en sopa, ensaladas y salsas. Aderezado con aceite de oliva, vinagre balsámico, albahaca fresca y queso mozarella conforma la deliciosa ensalada capresa.
Su aporte calórico es bajo, su contenido de agua, fibra, potasio, vitamina C y carotenos es alto. Es una excelente fuente de antioxidantes. Contiene miles de fitoquímicos, sustancias que protegen al cuerpo del daño celular y metabólico que puede causar cáncer, aterosclerosis, inflamaciones, enfermedades pulmonares y otras enfermedades crónicas.
Uno de los fitoquímicos más importantes del tomate es licopénico, neutraliza los radicales libres generados en procesos oxidativos. Protege especialmente contra cáncer de próstata, favorece la disminución de niveles de colesterol, por lo tanto, protege contra infartos y enfermedades cardiovasculares.
Conviene consumirlo para control de peso, diabetes, hipertensión y estreñimiento. Como todos los alimentos que se consumen crudos se recomienda la higiene adecuada así como el control de la cantidad de sal en su preparación.
Escríbame a [email protected]