Trabajemos en lo que más nos guste
En Nicaragua como en otros países de Latinoamérica, muchas personas trabajan en empresas y puestos a los que no les da satisfacción pertenecer. Igualmente, si se les preguntara: ¿por qué llevas años haciendo lo que no te gusta? Contestan: no tengo otra alternativa para subsistir, además poseo una familia que proteger, deudas que pagar, y por último, la frase que camufla su miedo es: “La calle está dura”. Sin embargo, es simplemente un mecanismo de defensa para justificar el desasosiego y el no aventurarse a salir del caparazón en su zona de confort, para él, es lo más arriesgado.
También existen muletillas que los insatisfechos repiten; para qué enredarse, no vale la pena intentar emerger del escollo; es mejor continuar con el sueldo que tengo; más vale poco que nada, y lo más lastimoso del asunto es que sus hijos, tal cual esponja, absorben los fracasos de papá, creyendo de igual manera, que ellos nunca triunfarán y serán asalariados en todos sus años laborables.
No es razonable perder los mejores años de vida laboral (joven) cuando aún hay vigor, iniciativa y esperanza; que se desperdicie el tiempo en una empresa que no se sienta identificado, a la que por supuesto, no da el todo por el todo y de mala gana realiza tareas.
Por otro lado, la fatiga, aburrimiento y el estrés, son aspectos que se asegura poseer en el mundo globalizado de hoy en día, sin embargo, para contrarrestar este hastío se deben de considerar los siguientes puntos: 1) Trabajemos en lo que más nos guste; 2) Comprometámonos a mejorar cada día, viviendo el presente con intensidad. Y por último, no siendo menos importante; 3) Emprendamos un negocio propio, para no ser empleados de un ente público y/o privado.
Lo preponderante del asunto es que no abandonemos los sueños, poniendo el compromiso en cada actividad que realicemos, siendo la pasión la vitamina que nutre la esperanza y nos mueve el corazón, asimismo, debe ser la catapulta hacia el éxito; donde hay fronteras autoimpuestas y denominadas paradigmas, mismas que tenemos que tumbar, retirar los escombros y erradicarlas de una vez para siempre.
De igual manera, estos esquemas fueron heredados por el papá y/o la mamá como primeros formadores, otras obsequiadas de forma grosera por (algunos) maestros, como segundos padres “coadyuvando” en la formación escolar primaria, secundaria y universitaria (según el caso) en cada uno de nosotros.
Mi llamado es para los miles de ciudadanos que están insatisfechos con sus empleos, para que no actúen como carceleros de sus propios sueños, y liberen los más nobles pensamientos, ya que “pensar es gratis”. Haciendo esto no se pagan tributos, solamente agotamos una mínima carga en la batería biológica alojada en el procesador más grande del mundo, el cerebro humano.
Finalmente, creo que es acertada la frase de Orison Marden, quien dijo: “Ninguna persona puede ser idealmente exitosa hasta que ha encontrado su lugar. Al igual que una locomotora, es fuerte en las vías pero débil en cualquier otro lugar”.
Salomón Samuel Mendoza Suárez. Municipalista.
¿Nica Act o el trapicheo del poder?
Con esta última receta que nos dieron los gringos, ahora pagamos justos por pecadores, votar en contra del nica de a pie que a duras penas subsiste y apenas recibe unas migajas de los préstamos obtenidos por el Gobierno.
Todos sabemos que los republicanos la están pasando mal con su candidato, no es culpa nuestra, que venga una legisladora republicana y proponga una ley en contra de los nicas, tampoco es culpa nuestra; seamos realistas. El “empresario” del carretón y la marchanta del canasto, nada tenemos que ver con violaciones a los derechos humanos y menos aún con la farsa electoral. El pueblo nicaragüense tiene y debe lavar sus trapos sucios en casa, “papa yanki” no nos ha tratado como iguales y menos aún con leyes “made in the USA”, demasiada historia hemos tenido como para aprender trucos nuevos.
Nos echan la culpa y no tendremos más préstamos de los organismos internacionales, ahora bien y con la mano en la conciencia, ¿quién es el culpable, son acaso el “empresario” del carretón o la marchanta del canasto los culpables por haber vendido su voto por una vaca o un chancho, o dígame usted si fue por hambre o convicción? Mejor aún, ¿quién le robó al pueblo nicaragüense su derecho a elegir?
“The american dream” no me quita el sueño y menos aún las palabras de una señora que piensa que las fórmulas enlatadas dan resultado ante la falta de la tan sonada y cacareada democracia americana, una cosa es verla venir y otra vivirla, porque de nada sirve vivir bien y otra cosa es subsistir en base a un mal pagado sueldo de un miembro de una familia de cinco.
Podría la señora congresista tener el coraje de sacrificar a todo un pueblo, cuando el pueblo no ha tenido participación del trapicheo económico-político petrolero venezolano ni demás incoherencias. Mi “querida señora”, “iustitia americana” no es igual a decir y decidir quién puede acceder a un préstamo y quién no, aquí nos condena a todos, justos y pecadores. Busque a los culpables y no nos culpe a todos por unos pocos.
Julio Ernesto Sequeira Sandoval.
Falsas aseveraciones
En atención a la nota periodística publicada por este medio, en fecha de 5 de octubre, bajo el titular “Mefcca no da cuenta de los fondos”, le exponemos nuestras aclaraciones como organismo involucrado y afectado con la falsedad de la información presentada por el periodista Yohany López, ya que dichas aseveraciones no corresponden a la realidad y no fueron vertidas por nuestro coordinador del Programa Adesep.
Su nota hace referencia a las siguientes aseveraciones falsas:
1. “… Los fondos que recibió Nicaragua provienen del Programa Regional de Apoyo al Sector Privado en Centroamérica (Adesep) que es ejecutado por el Centro Regional de Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (Cenpromype)…”
Al respecto nos permitimos señalar que el programa Adesep, cuya contraparte regional es Cenpromype, no ha entregado ni entregará fondos al Gobierno de Nicaragua ni a ningún gobierno beneficiario del programa. La modalidad de administración de los fondos de Adesep le corresponde a la Unión Europea y Cenpromype, como organismo internacionales, por lo que el párrafo anterior en completamente falso.
2. “… Para concretar este objetivo el programa recibió y distribuyó una partida de siete millones de euros (unos 7.84 millones de dólares) aportados por el Cenpromype y los países beneficiarios…”
Reiteramos que, en ningún momento el programa Adesep ha hecho ni hará transferencia de fondos a los Gobiernos. Por lo tanto, el encabezado de esta nota de prensa “Mefcca no da cuenta de los fondos”, es falso.
El Centro Regional de Promoción de la Mipyme en Centroamérica (Cenpromype) apegados a los principios de “veracidad y precisión” que exige el ejercicio de la profesión periodística, le solicita publicar una “Fe de Errata” en su rotativo, ya que dicha nota sostiene aseveraciones que no corresponden a la realidad, que no tienen ninguna fuente.
Ingrid Figueroa Santamaría, directora ejecutiva de Cenpromype.
Disculpas del redactor
En el texto publicado el 5 de octubre de 2016 en la sección Activos bajo el titular “Mefcca no da cuenta de los fondos”, falté a la precisión en la información publicada, por lo que ofrezco disculpas por los daños e inconvenientes que dicha información pudo haber ocasionado.
Yohany López, redactor Sección Activos.