Basta con que llueva 20 minutos para que algunas calles del barrio Santa Rosa, ubicado en el Distrito Cuatro de Managua, se conviertan en ríos y que las corrientes irrumpan viviendas para hacer averías.
Esta situación se repite en cada estación lluviosa, sin señales de que las autoridades locales le vayan a poner un punto final en el mediano plazo al desarrollar una millonaria obra ingenieril, que logre el drenaje de las aguas pluviales.
Es por eso que parte de los pobladores que sufren con las anegaciones, han construido muros en la entrada de sus casas o puesto las camas encima de adoquines, para que las corrientes no los alcance con facilidad, por experiencias pasadas en que han quedado llorando.
Ofelia Marín, una de las afectadas, dijo que lo único que ha hecho la Alcaldía es limpiar los sistemas de drenaje de la zona en la estación seca, pero que esto no es suficiente porque con los aguaceros las calles quedan cubiertas. Por eso ha montado su cama sobre columnas de adoquines, intentando ponerla a salvo.
“Esto es todos los años, llueve fuerte y el agua se nos mete. De la parte sur del barrio baja una corriente que no deja ni que los carros la atravieses”, manifestó Marín.
El problema ha trascendido a la administración central de la comuna, sin embargo esta no ha brindado una solución al destinar los recursos necesarios. Ni el clamor de la concejal Ileana García, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que es habitante, ha conseguido captar la atención.