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verdadero poder

Juan Vega Gonzalez

De corderos y lobos

La inocencia emana de buenas personas. Cada uno quiere pensar que los otros son como uno es. La mayoría de los seres humanos somos rebaño (corderos); nos gusta seguir a la mayoría.

La inocencia emana de buenas personas. Cada uno quiere pensar que los otros son como uno es. La mayoría de los seres humanos somos rebaño (corderos); nos gusta seguir a la mayoría. Sentimos la necesidad de creer en otras personas.

Todo funciona bien; hasta que deja de hacerlo. Cuando partimos de supuestos irreales del tipo: “Esas cosas no suceden aquí”, normalmente terminamos descubriendo “que esas cosas sí pasaron aquí” y empezamos a llorar sobre la leche derramada y a preguntarnos ¿por qué a mí?

Los mejores fraudes/engaños suelen cometerse por los empleados más capacitados o de mayor confianza de la organización; porque conocen perfectamente cómo vulnerar el sistema y tienen el acceso a los mecanismos de control que deciden vulnerar.

Se trata de personas que tienen una habilidad increíble para mentir, dotados de “lenguas de oro”; tan buenas que incluso ellos creen en sus mentiras. Se derriten en atenciones a supervisores y colaboradores, desviando la atención de cualquier sospecha, mientras van tejiendo su mortal telaraña.

Dicen en amores, que el tiempo cura todo. En controles, el tiempo relaja todo. Los controles se van haciendo más laxos, las personas se hacen más amigas, incrementando de forma natural la confianza entre ellas y generando el entorno propicio para pasar de un dulce sueño, a la peor pesadilla.

Después de clavarte la daga en la espalda, al ser descubiertos los lobos suelen mirarte con cierto cinismo/sonrisa maliciosa, sabedores del daño/traición que te hicieron, niegan de forma contundente las acusaciones, a pesar de la enorme evidencia que demuestra sus hechos.

En este punto existen corderos que cometen el terrible error de volver a confiar en los lobos. El lobo siempre será lobo y quien se acuesta con el diablo, amanece en el infierno.

¿Cómo pueden defenderse los corderos de los lobos disfrazados de ovejas?

Parta del principio básico de que la confianza es buena, pero los controles son mejores. Confía, pero verifica. Hay que tener la prudencia de evitar engañarse a uno mismo, distinguir fantasía de realidad y entender que “esas cosas sí pueden suceder aquí”.

Es deber gerencial evitar perder dinero. Empiece a pensar quién, cómo y dónde podría hacerle perder y desarrolle/refuerce/renueve controles independientes, objetivos e inteligentes que le ayuden a prevenir la probabilidad de fraude y a descubrir oportunamente los lobos con piel de cordero.

(*) [email protected] – Aprende más en: www.123libertadfinanciera.com

Economía Juan Vega Gonzales archivo

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