La creación de un vivero de mangle rojo (Rhizophora Mangle) para reforestar las costas de Jiquilillo, Delta Estero Padre Ramos y Punta Venecia, además de la liberación de tortuguillos de la especie carey y paslama, fueron parte de las actividades que se compartieron con estudiantes, lugareños, visitantes hondureños y autoridades nacionales.
El ingeniero Moisés González Zelaya, jefe de buenas prácticas, medioambiente y seguridad de Semillas Acuáticas S.A., ubicado en la zona este de Jiquilillo, El Viejo, dijo que desarrollan los viveros de mangle, un sistema que garantiza el desarrollo del propágulo o semilla para plantarlo y asegurarse de su crecimiento y sobrevivencia.
“Ya lo tenemos probado, se han sembrado y tienen una buena altura en un 95 por ciento”, refirió González. En la zona destacan también las variedades de mangle blanco, angelín y palo de sal que también reproducen con viveros.
“En un ecosistema de manglar son muy importantes los bosques, debido a que ahí sobreviven una gran diversidad de especies como los moluscos. Aquí en las comunidades cumplimos con charlas para socializar el manejo y con las nuevas adaptaciones al cambio climático”, agregó el especialista.
Protección vital
Para la protección de los viveros y la conservación de tortuguillos, se despliegan en las zonas los guardabosques debidamente identificados.
Giselle de Los Ángeles Pérez, estudiante del quinto grado de la escuela “Los Zorros”, después de apreciar los viveros y los tortuguillos mencionó que le gusta llegar al lugar porque es importante protegerlo.
Edwin López es guardabosque y refirió que protegen entre el bosque y la costa a las tortugas, especies que arriban solitarias al lugar.