La coordinadora de Nicas Migrantes, Martha Cranshaw, se sumó a las críticas de que sean los Ejércitos de Centroamérica quienes sean utilizados para impedir el tránsito de migrantes extranjeros en la región, como fue acordado la semana pasada durante una reunión en Honduras por parte de las Fuerzas Armadas miembros de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC), para garantizar la seguridad del área.
“Eso lo que indica es que se ve el tema migratorio como un problema de seguridad”, refirió Cranshaw, quien menciona que se trata de una población que intenta seguir de paso hacia el norte en busca de trabajo en Estados Unidos.
“Lo cual quiere decir que están viendo a esa población… como peligros para el país y creo que es un abordaje desde ese punto de vista totalmente inadecuado… es cierto que dentro de un grupo de migrantes puede haber una población que sea bandidos, bandoleros, traficantes de personas, tratantes de personas o incluso pues que se dedican a otro tipo de negocios, pero en términos generales es una población trabajadora“, afirmó Cranshaw.
No obstante, dijo que pese a todo las fronteras en la región “son porosas”, en cuanto a los numerosos puntos ciegos que expuso hay “centenares de lugares”, donde han podido pasar y están cerca de llegar a su destino, lo que indica que pese a todas las medias de control fronterizo el flujo migratorio se ha mantenido.
Señaló que aunque los soldados no toquen a los migrantes, el riesgo para estos persiste pues han habido muertos, las mismas condiciones impuestas ha sometido a los migrantes a condiciones de inseguridad pues corren peligro en el traslado de frontera a frontera, a maltrato y violación sexual como ya han sufrido muchas muchas mujeres.
LEA: Antimotines trasladan a africanos a Migración
Cranshaw manifestó que los compromisos adoptados por las fuerzas armadas centroamericanas “es previendo lo que viene”, a causa de la crisis provocada por el huracán en Haití, de donde podría provenir mayor flujo migratorio de no ocurrir en esa nación una verdadera atención humanitaria de parte del sistema de Naciones Unidas, pues no se han podido recuperar del terremoto pasado y ahora se les sumó otro desastre.
Ante todo esto, recomendó la defensora de los migrantes, “hay que ponerse el corazón en la mano”, pues las políticas migratorias creadas supuestamente para proteger los derechos humanos de los nicas y de la población migratoria, al ser tan cerradas y rígidas lo que hace es aumentar el coyotaje”, por lo cual dice, tienen que ponerse de acuerdo todos los países de la región para evitar que los migrantes sigan más en riesgo “por eso es que nosotros decimos que el coyotaje es el mayor riesgo que tiene la actual política migratoria”.
