El líder religioso Francisco Javier Sánchez, quien se auto llamaba el “ungido de Dios”, en la secta religiosa “Cuerpo Místico de Jesucristo” que concentró a más de 500 personas en el campamento “Futuro Hogar” en Mechapa, en El Viejo Chinandega, se comparó con Dios ante los magistrados del Tribunal de Apelaciones de Managua, durante audiencia de apelación.
Además, aseguró que es un honor haber sido acusado por construcción en lugar prohibido, porque “está escriturado”.
“A Jesús lo acusaron ante la Corte porque dijo -destruyan ese templo y en tres días yo lo levantaré- y por construcción lo llevaron a él también ahí, y le doy gracias a Dios que usó al Ministerio Público que me trajeran a una Corte por la misma causa que a Dios lo llevaron a la Corte, para mi esto es un honor, esto es escritural”, dijo el religioso durante la audiencia.
Indocumentados en campamento
El procesado fue condenado junto a otros siete líderes religiosos a seis años de cárcel y 500 días multas por la juez Irma Laguna.
De los seis años de prisión, cinco corresponden al tráfico ilegal de migrantes, seis meses por construcción en lugares prohibidos y seis meses por abandono de personas, en perjuicio de 311 niños y niñas que vivían en el campamento “Futuro Hogar”.
Según sus abogados defensores ninguno de estos delitos fue comprobado en el juicio y piden revoquen la sentencia de culpabilidad y dejen en libertad a sus representados.
Sin embargo, la fiscal Inés Miranda dijo que se comprobó con documentos de la Dirección de Migración y Extranjería que de 596 personas que los procesados tenían en el campamento religioso bajo la promesa del “rapto divino”, 24 estaban con ingreso irregular en Nicaragua. y estos fueron ingresados por los sentenciados.
Además dijo que empleados del Gobierno llegaron al campamento y comprobaron las champas en las que tenían viviendo a la gente, las cuales no prestaban las condiciones humanas para habitar. También los niños estaban sin atención médica ni asistían a clases.