Los peloteros más pequeños pusieron el beisbol nicaragüense en lo más alto, al conquistar por primera vez en la historia el Campeonato Panamericano Sub-10, tras vencer de forma contundente 17-11 a Panamá en la gran final, ayer en el estadio Roberto Clemente, del parque Luis Alfonso Velásquez Flores de Managua.
Un grupo de 20 niños, de 9 a 10 años de edad, fueron profetas en su propia tierra, ganando el torneo de forma invicta. Fueron siete victorias, dos de ellas contra Panamá, nada menos que el campeón de los últimos dos años en esta categoría.
“Me siento feliz porque es primera vez que soy parte de la Selección y ganamos el Campeonato. Quiero seguir jugando y llegar a ser como Erasmo Ramírez”, dijo el lanzador rivense Francisco Medina, Jugador Más Valioso del torneo, que de acuerdo a Nemesio Porras, presidente de la Federación Nicaragüense de Beisbol (Feniba), costó aproximadamente 200 mil dólares.
“Esta es una de las mayores satisfacciones que me ha dado el beisbol menor desde que estoy en la Feniba y es el reflejo del trabajo de todos, desde gobierno y empresa privada, hasta los padres de familia que respaldan a sus hijos”, dijo Porras, quien enfocó la federación al desarrollo del beisbol menor.
Niños estaban inspirados
Los pequeños gigantes le pegaron a la pelota como no lo habían hecho en todo el Campeonato, al ligar 20 hits.
Desde el inicio no dejaron lugar a dudas y tomaron la delantera 3-0 en el primer inning, con un doblete con las bases llenas del chinandegano Lenín Berríos. En la segunda entrada se repitió la historia y ahora fue el capitalino Juan Carlos Urbina (hijo del pelotero del Bóer del mismo nombre) que disparó un doble empujador de tres anotaciones, coronando un racimo de cuatro carreras que movió la pizarra a 7-0.
Dos carreras más en el tercero y cinco en el quinto, sobresaliendo un triple productor de dos del chinandegano Wilfredo Centeno, ampliaron la ventaja a 14-1, con la gran posibilidad de ganar por nocaut.
Sin embargo, el antiguo campeón no se dejó vencer fácilmente y logró acercarse hasta 14-11 con siete carreras en el quinto y tres en el sexto, después que habían anotado una en el segundo. Así que un doblete del costeño Rowan Lam que llevó dos carreras al plato en el inicio de la séptima entrada, dio tranquilidad.
Wilfredo Centeno fue el ganador del juego y perdió Eduardo Tait.