Su melena dorada se convierte en un excremento apestoso rodeado de moscas. En otros dibujos, la imagen de Donald Trump es moldeada en forma de muro e incluso de bigote de Adolfo Hitler en el Museo de la Caricatura de Ciudad de México.
El controvertido candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos inspiró de tal forma a los ilustradores que el museo dedicó una sala entera a las decenas de caricaturas hechas en su honor.
Bajo el título de “Trump: un muro de caricaturas”, la exposición alude a la reiterada amenaza del magnate de hacer que México pague por la construcción de un gran muro fronterizo.
El estridente discurso del candidato, que ha llegado a tildar de criminales y violadores a los inmigrantes mexicanos y prometer la deportación de millones de extranjeros, alimentó el imaginario de la plétora de caricaturistas mexicanos y de otras naciones que participaron de la exposición.
Entre las obras aparecen elementos recurrentes: el copete abombado, muros de ladrillos, cacas frescas y símbolos nazis.
Uno de los artistas mexicanos, Antonio Rodríguez García, muestra la insignia del Partido Republicano -un elefante de color rojo y azul- defecando estiércol con la forma del inconfundible peinado de Trump.
Otro de los trabajos firmados por Rodríguez muestra a Trump como un Tío Sam que señala con el dedo, acompañado de la frase “Te odio”, en lugar del famoso “Te quiero” que aparece en el póster de reclutamiento para el ejército estadounidense.
En la misma línea ultraderechista, el dibujante español José Rubio Malagón moldeó el cabello de Trump en una mano que hace el saludo fascista.
El belga Luc Descheemaeker, también conocido como O-Sekoer, dibujó el peinado distintivo de Adolfo Hitler y su pequeño bigote, que al observarle de cerca se convierte en la silueta de Trump.
Otros fueron menos sutiles, representando al magnate como un gorila con un brazalete que lleva la esvástica, o como un Hitler rubio.
Un cómico involuntario
El cerebro detrás de la exhibición es el caricaturista Arturo Kemchs, quien como presidente de la Unión Iberoamericana de Humoristas Gráficos pidió hace algunos meses la contribución de sus colegas para un libro sobre Trump.
De los cientos de dibujos que recibió, 350 fueron publicados en el libro que ya ha vendido 2.000 copias. La idea de la exposición, que abrió al público el 13 de octubre, vino después.
Trump “es un personaje que nos facilitó la tarea”, dijo a la AFP Kemchs, para quien el magnate “es un cómico involuntario”.
En su opinión, Trump ha llegado a “invadir” espacios más allá de la frontera estadounidense.
“Algunos caricaturistas no hacen caricaturas de políticos mexicanos, si no que nos vamos con el tema de Donald Trump porque nos da muchísimo material”, explicó el dibujante mexicano, que mostró dos de sus caricaturas del polémico candidato.
Una reemplaza el cabello de Trump por un muro de ladrillos, la otra acuña su copete en forma de lengua.
La segunda metáfora retrata “la habilidad que tiene para estar hablando y hablando tonterías”, comentó.
Constrúyelo tú.
EXPOSICIÓN ITINERANTE
La exposición saldrá de gira por otras dos ciudades de México, y en el extranjero llegará a Chicago, Nueva York, Panamá y Colombia. De momento, en Ciudad de México, locales y turistas se deleitan con las obras esta semana.
La caricatura favorita de Saki Kameo, una japonesa de 21 años originaria de Kobe y que estudia español en México, muestra una muñeca rusa de Trump sobre Hitler, el hombre fuerte de Corea del Norte, Kim Jong-Un y el italiano Benito Mussolini.
“El racismo tiene una base histórica y por eso ahora está Trump, no es accidentalmente que aparece Trump“, dijo Kameo.
A Luis Antonio Engfui Amaya, un mexicano que trabaja como cajero en un restaurante, le gusta una caricatura de un mexicano imaginándose como azota a Trump mientras que el magnate de bienes raíces le pone cemento a una pared de ladrillo.
“Me imagino que es como si el ciudadano mexicano le estuviera diciendo ‘¿quieres tu muro?, constrúyelo tú solo'”