Trabajadores del hospital privado Antonio Román Matus In Memorian (Harmim), situado en la ciudad de Jinotepe, dijeron estar inconformes porque el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) los afilió, sin consultarles, a Servicios Médicos Especializados (Sermesa) de ese municipio.
El Harmim tiene 110 trabajadores, incluyendo enfermeros, doctores, personal administrativo, de mantenimiento y seguridad. De ellos, 85 estaban afiliados a dicha empresa médica y de esa cantidad, 63 fueron notificados por el INSS que a partir del 1 de diciembre recibirán atención médica en Sermesa.
Yasser Parrales es uno de los afectados. “Lamentablemente estamos pasando por una tragedia aquí en el hospital Harmim, estamos teniendo un atropello a nuestros derechos, como trabajadores y asegurados, se nos trasladó a Sermesa”, dijo.
Este asegurado —dijo— pidió una explicación a las autoridades del INSS, sin embargo le argumentaron que si él quería quedarse en la misma empresa médica tenía que pagar al menos un mes de cotización al hospital que fue enviado.
“El gobierno lamentablemente para agarrar más dinero, nos está quitando a los asegurados y al no aparecer en nuestra base de datos, no podemos brindarles el servicio hospitalario adecuado”, comentó Parrales.
Pacientes no son atendidos
Señaló que a muchos de los pacientes también les ha llegado la misma carta que ellos recibieron y que se van molestos porque no reciben atención médica.
“A la gente se les ha explicado que Harmim no tiene culpa, simplemente está en manos del gobierno y el INSS”, refirió.
Otro que no está de acuerdo con cambiar de hospital, es Luis Antonio Palacios García, también trabajador de Harmim, porque dice que en Sermesa hay mala atención. “Si vamos en buena esperanza y buen corazón, por qué no respetan los derechos del ciudadano, el gobierno puede ser muy gobierno, pero tampoco es dueño de Nicaragua”, dijo.
Tiene cirugía pendiente
Ingrid Mena labora también en esa misma empresa médica desde hace 13 años. Ella recibió la notificación el 1 de noviembre y se opone a ser atendida en otro hospital. “Yo tengo una cirugía en puerta, era el primero de diciembre, ¿cómo quedo en este caso? Soy diabética e hipertensa, mi medicamento, ¿quién me lo va a dar?, cuestionó.
LA PRENSA buscó a Lorena Bendaña, directora de Sermesa, pero fue imposible conocer su versión, porque los guardas de seguridad se pusieron en todas las entradas y expresaron que tenían órdenes de no dejar pasar a ningún periodista.
Sin respuesta del INSS
Concepción González, delegada del INSS en Carazo, el miércoles 18 de octubre que se le buscó para preguntarle de este tema, por medio de su secretaria, mandó a decir que en el INSS-Managua podían dar algún tipo de información.
Por su parte, Jorge Jarquín, gerente general de Harmim, señaló en entrevista reciente que si sus afiliados se siguen yendo, estarían obligados a cerrar la empresa y dejar en el desempleo a todos sus trabajadores.