A raíz de los acontecimientos del pasado 6 de noviembre, en Ciudad Antigua, exmiembros de la Resistencia Nicaragüense expusieron que varios de ellos pasan por momentos de zozobra y temor.
El alcalde de Ciudad Antigua, Henry Quiñónez, lo resumió como una situación “angustiante”, pues muchos de ellos han afirmado que han dejado sus casas para dormir en los montes.
A los ocho días del triple crimen en el cerro El Coyol, en la comarca La Magdalena, vecinos de Camilo Gutiérrez Pérez, líder comunal de la comarca Mojón 2, le advirtieron que soldados del Ejército de Nicaragua andaban preguntando por él, lo que le llena de temor.
Atiliano Martínez, de la comarca El Carrizal, denunció por su parte que lleva cuatro días fuera de su comunidad por temor a que le atribuyan un delito. “El miedo mío es que me hagan el mismo trabajo que le hicieron a nuestros amigos (a los asesinados)”.
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José Ángel Melgara Cárdenas, de la comarca Apatiquí, dijo que el día de las elecciones su credencial como fiscal apareció en manos de un sandinista. Y posteriormente, la Policía lo detuvo y “me golpearon, me investigaron”. Según indicó, lo acusaban que andaba “con una tropa de armados que yo no conozco”.
Después de eso, afirmó que durante tres días seguidos le han pasado golpeando las puertas. “Yo denuncio porque tengo miedo de que me vaya a pasar a lo mejor como el amigo Nahúm”, expresó Melgara.
A esta situación se suma la aseveración del alcalde de Waslala, por el antiguo PLI, Luis Ramírez Gutiérrez, de que en varios municipios del norte del país, sí hay grupos armados con fines políticos.
“Se habla de grupos armados pero todavía no es reconocido por las instituciones del Estado, pero que hay, claro que hay”, dijo Ramírez.
Ramírez consideró que estos grupos no solo están en su municipio sino “en todos los municipios del norte: Waslala, Siuna, Río Blanco por todos esos lados”. Refirió Ramírez que esto afecta a la población “porque se encuentra atemorizada. Todos los que vivimos experiencia en la década de los ochenta, que si alguien llegaba a tu casa y se comía una gallina y llegaban después los otros y nos penqueaban, los echaban preso, exactamente más o menos andamos por allí ahorita en esa situación y la gente está muy preocupada”.
A esto Ramírez le agregó que en su municipio hay crímenes que tampoco son esclarecidos, sobre todo si el autor del mismo es militante del partido oficialista.
“Hay tantos problemas en las zonas rurales, que la voz de los pueblos está clamando”, manifestó Ramírez, quien explicó que la demanda es que la justicia sea pareja, “porque nosotros hemos visto que cuando hay asesinatos, si el hechor pertenece al partido de gobierno, no se echa preso y si se echa, a los dos días sale; entonces la gente empieza a hacer justicia por su propia mano y se van engrandeciendo los crímenes”.
El alcalde de Waslala aseguró que han solicitado reuniones con autoridades policiales tanto de Matagalpa como de Managua, a través de las asociaciones de productores, pero “no hemos sido escuchados, ni siquiera hemos sido atendidos para que tratemos estos temas (…) nos preocupa, no queremos que siga sucediendo”.
“Lo que decimos todos es que es una lástima que tengamos miembros en las instituciones del Estado y que les pagamos con nuestros impuestos y no hagan su trabajo. Es una vergüenza”, criticó el alcalde de Waslala.
En Pantasma hay casos pendientes
En Pantasma, según su alcalde Óscar Gadea, aunque viven momentos de tranquilidad, no puede olvidar que hace unos años se registraron hechos que alarmaron a la población como choques entre el Ejército y armados en el Tamalaque, Anizales, así como el estallido de la mochila-bomba en la comunidad de El Portal.
Pese a ello, Gadea no se atreve a decir que en su municipio se movilizan grupos armados. “Usted sabe que los rumores corren, pero yo por lo menos no he podido comprobar, no los he visto, sí, la gente manifiesta que hay grupos armados”.
