Morderse las uñas cuando está estresado o ansioso es un hábito que ha avergonzado a más de una persona, pues a veces se hace de forma involuntaria y repetitiva. Científicamente se conoce como onicofagia y los psiquiatras lo clasifican como un problema de control de impulsos y en el peor de los casos como un trastorno obsesivo compulsivo, según explicaron expertos a la BBC.
El padre del Psicoanálisis, Sigmund Freud, también planteó una teoría sobre esto: él decía que si una persona durante su infancia tuvo un período largo de lactancia, es probable que acabe comiéndose las uñas. Asimismo, otros psicólogos van más allá y aseguran que morderse las uñas es un signo de baja autoestima: “Después de todo es una forma de automutilación”, dijeron los expertos en la publicación inglesa.
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