En el libro que escribí, de reciente aparición: Ramiro Sacasa Guerrero: El Poder de Servir, hay un capítulo sobre el liderazgo. Este, al igual que los otros capítulos, tienen una clara intención, sintetizada por el poeta Guillermo Rothschuh Tablada, amigo del doctor Sacasa: “Este libro sobre la vida y obra de Ramiro Sacasa Guerrero es una lección de ética para la clase política nicaragüense”.
En Nicaragua hacen falta liderazgos honestos, capaces e incondicionales a la patria, eso me motivó a exaltar el liderazgo de Ramiro Sacasa y sus relaciones con otros líderes, fuesen del liberalismo o de diferentes tendencias ideológicas; y en la Unión Democrática de Liberación, organización creada para derrocar a Anastasio Somoza Debayle, en donde promovió el liderazgo colectivo.
Su capacidad de escuchar le permitió traducir las necesidades más sentidas del pueblo en leyes, políticas y programas. Tarea que resulta fácil cuando el líder establece la conexión entre lo político y las políticas, concibe la política como el arte de servir, de hacer el bien común y de lo posible; contrapuesta a quienes la asumen como el arte de engañar a sus electores, a través de la demagogia, el populismo y la promoción de proyectos fantasiosos para permanecer en el poder.
Ramiro Sacasa era un hombre con grandes convicciones, creía en sus ideas, en la gente que le rodeaba y en su pueblo, eso le permitió descentralizar la mayor cantidad de tareas en las personas que estaban bajo su responsabilidad, las cuales gozaban de su total confianza porque sus puestos fueron alcanzados por sus méritos.
No soportaba la mediocridad ni en las personas, ni en el trabajo que realizaban, se rodeaba de gente poseedora de cualidades humanas y profesionales. Y aunque estos pensaran diferente a él, consideraba que los intereses nacionales estaban por encima de los partidarios e ideológicos; que en un país pobre como Nicaragua, independientemente del cambio de gobierno, debía preservarse en las entidades públicas a su capital humano. Los resultados exitosos, en cada uno de los ministerios que presidió, son evidenciados en el libro El Poder de Servir.
Gracias a su tolerancia el doctor Sacasa trabajaba con personas con ideas opuestas, fuesen estas del Gobierno, empresarios y sindicalistas hasta alcanzar el consenso. Una vez que definía las prioridades con su equipo, establecía las metas, los planes y los recursos para lograrlas. Sabía captar el contexto, establecer una ruta de hasta dónde quería llegar, las posibles oposiciones y dificultades que podían presentarse en el camino, rechazaba las improvisaciones. Siempre ejecutó su labor institucional con transparencia y rendición de cuentas. Su proceder estuvo regido por las leyes y el Estado de Derecho.
Ramiro Sacasa fue la antípoda de los “políticos” y “funcionarios” que entran al Estado con una mano adelante y otra atrás para convertirse en millonarios, que parasitan y permanecen como persona o familia en el poder, aprovechándose del bajo nivel de conciencia ciudadana.
Ramiro Sacasa representaba a una de las familias más ricas de este país producto del trabajo honrado, construido a través de muchas generaciones. Sin embargo, debido a su lucha contra la dictadura de turno fue destruido económicamente. Y hay muchas dudas sobre las causas de su muerte.
El liderazgo de Ramiro Sacasa basado en principios es un referente para quienes ingresen en la arena política. Ojalá que su liderazgo y el de otros grandes hombres y mujeres nicaragüenses, que lo dieron todo a cambio de nada, se impregne en los corazones de quienes asumamos el reto de construir la democracia en Nicaragua.
El autor es sociólogo.