A los problemas que enfrentan las exportaciones de leche y derivados lácteos ante el cierre de la frontera de Honduras y las medidas proteccionistas impuestas en El Salvador, se ha sumando en las últimas semanas el cobro adicional de 700 dólares por contenedor que hace desde hace mes y medio la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) al queso que sale rumbo a El Salvador.
“El problema es que la Aduana de Nicaragua nos cobra 700 dólares de embalaje por contenedor cuando mandamos el queso, pero ahora que pusieron el escáner nos quieren cobrar otros 700 dólares por cada contenedor que viene con las cajillas vacías, entonces nos quitan 1,400 dólares solo por el embalaje”, dice Álvaro Aguilar, dirigente de la Cooperativa de Procesadores Lácteos Centroamericanos.
Para los exportadores además de arbitrario este cobro es ilógico, ya que dichas cajillas regresan porque se utilizan únicamente para proteger el producto durante el viaje y no son parte de la carga que se entrega el comprador.
“Son las mismas cajillas que salen cuando va el queso y simplemente vienen de regreso porque en ellas se vuelve a empacar el siguiente envío. Además, ni siquiera cuando sale el queso se debería pagar porque quien tiene derecho a cobrar el embalaje es el país de destino de la carga y en El Salvador nos cobran el 13 por ciento sobre el valor total de la carga”, asegura Aguilar.
El cobro es “arbitrario”
Dicha “arbitrariedad” es atribuida a recientes cambios de personal realizados en la Aduana El Espino y la queja ya fue presentada a las autoridades de la DGA.
Cada contenedor lleva unas 47,000 libras de queso, que puestas en El Salvador, que es el principal mercado de ese producto, reciben en promedio una paga de 1.40 dólares por libra el quesillo para pupusas y 1.80 dólares por libra el morolique.
La queja ya fue presentada a las autoridades aduaneras y el sector espera una pronta respuesta, ya que este cobro eleva los costos de producción y ha generado algunos atrasos ya que en la semana en que se estableció el cobro no se realizó ninguna exportación, dado que las empresas se negaban a cancelar la tarifa.
“Se supone que hubo cambio de personal y los nuevos funcionarios desconocen los procedimientos porque están cobrando por las panas vacías (usadas) como si fueran nuevas. Pero aprovechamos la reunión del Consejo de Ministros de Integración Económica que se realizó en Managua la semana pasada para abordar a la gente de aduana y quedaron de resolver la próxima semana”, manifiesta Willmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac).
El sector confía en que la situación se resuelva pronto, ya que además de elevar los costos de producción ha generado algunos atrasos que han llevado a la cancelación de contratos.
También causa atrasos
“Cuando establecieron el cobro pasamos más de una semana sin exportar ni una sola libra y cuando uno incumple en las entregas el cliente busca el producto en otro lugar. Además, por la situación económica y la inseguridad que enfrenta ese país, las ventas también se han caído”, sostiene Aguilar.
A esos obstáculos se suman, según el dirigente de Canislac, Ariel Cajina, las medidas proteccionistas que desde inicios de este año promueve la mayoría de los mercados de la región en contra de las productos lácteos nicaragüenses.
“Lo que se había negociado era que de cada diez furgones de queso que entraran a El Salvador se iba a inspeccionar uno y que si no se encontraba ningún problema esa frecuencia se iba a ir reduciendo. Pero en lugar de reducir lo que han hecho es incrementarla, ahora de cada diez inspeccionan a tres o cuatro furgones”, señala Cajina.
Esta decisión de las autoridades salvadoreñas implica que cada furgón inspeccionado deba permanecer una semana en la frontera El Amatillo y pagar entre 1,700 y 2,000 dólares por la inspección.
“Pero el problema más grave es que cuando nos reunimos con las comisiones del Gobierno no encontramos ninguna respuesta. El problema con Honduras es un buen ejemplo han pasado meses y Nicaragua no ha podido hacer cumplir las disposiciones de la Organización Mundial del Comercio para lograr la apertura de la frontera de ese país a los productos lácteos nicaragüenses”, lamenta Cajina.
Ventas repuntan
35,423 toneladas de queso local se colocaron en el mercado exterior entre enero y noviembre de 2015.
105.95 millones de dólares generaron las exportaciones de queso en los primero 11 meses del 2015.
3.0 dólares por kilo (3,000 por tonelada) fue el precio promedio de venta que alcanzó el queso en el lapso de referencia de 2015.
36,442 toneladas de queso exportó Nicaragua entre enero y noviembre de este año.
106.33 millones de dólares han generado, entre enero y noviembre de este año, los envíos de queso al mercado externo.
2.90 dólares por kilo (2,900 dólares por tonelada) es el precio promedio en que se ha vendido el queso local entre enero y noviembre de este año.