Retirado del servicio diplomático de su país, luego de acogerse en su jubilación desde el 15 de julio de este año mientras era embajador costarricense en Nicaragua, Javier Sancho opina brevemente sobre el país gobernado por Daniel Ortega y la negativa de su gobierno de pagarle una indemnización a Nicaragua por el daño ambiental causado a un humedal tico hace seis años.
“Hay personas que no conocen lo que está pasando en Nicaragua (…). Lo que está pasando es que la democracia ha sido estrangulada, la destitución los (28) diputados en el congreso nacional es una señal inequívoca, como ya lo han dicho en Nicaragua, de que la democracia en Nicaragua no se está fortaleciendo”, dijo sin tapujos el exdiplomático de carrera costarricense.
“Realmente los nicaragüenses quieren vivir en paz y en una plena democracia”, añadió Sancho, quien brindó declaraciones a LA PRENSA durante una presentación en el parlamento tico, del libro El régimen de Ortega. ¿Una nueva dictadura familiar en el continente?
Sancho aseguró que ha sido el régimen de Ortega y su esposa Rosario Murillo el que se ha negado a dialogar con Costa Rica tras una seguidilla de conflictos diplomáticos con demandas concluidas y abiertas en la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ).
No hay interés de negociar con Costa Rica
“Lamentablemente el régimen de Nicaragua, hablo de régimen y no del pueblo de Nicaragua que es un pueblo trabajador, noble y humilde que merece todo nuestro respeto, este régimen no tiene ningún interés en sentarse a negociar con Costa Rica”, explica Sancho.
“Yo durante fui embajador (en Managua) traté de buscar vías de comunicación para sentarnos a conversar seriamente, francamente, mirándonos a los ojos como estamos usted y yo en este momento. Pero eso no fue posible. No hay ningún interés, ya hemos visto también la última relación en cuanto al fallo de La Haya de hace un año. Ha esperado hasta el último momento Nicaragua para poder emitir explicaciones. Ha dejado transcurrir todo un año para reconocer o no el pago de una indemnización, eso también deja mucho que desear”, añade.
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Desde el año 2010 las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua están más que frías, cuando una cuadrilla dirigida por el exguerrillero Edén Pastora dragó un humedal en la desembocadura del río San Juan, reclamado por Costa Rica.
Ese mismo año el Estado costarricense demandó a su contraparte ante la CIJ, por la invasión militar y el daño ambiental provocado por las cuadrillas de Pastora.
Hace casi un año, el 15 de diciembre anterior, la CIJ falló a favor de Costa Rica y ordenó a Nicaragua pagar el daño ambiental, para lo cual abrió un período de un año para que las partes se pusieran de acuerdo, de lo contrario será la CIJ que defina la indemnización.
A mediados de año Costa Rica valuó el daño en 6.7 millones de dólares. No obstante, fue hasta hace poco que Nicaragua lo rechazó en una carta firmada por su embajador y agente en La Haya, Carlos Argüello.
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“Costa Rica es un país que no tiene una economía poderosa y no puede tampoco darse el lujo de botar seis millones de dólares que fueron ordenados por La Haya pagar como parte de indemnización”, dijo Sancho.
“Me parece a mí que en este asunto Nicaragua debió haberse sentado a dialogar con Costa Rica desde hace muchísimos años, no ahora enviando una carta a través del embajador sobre el tema de la indemnización. Esa es una muestra de mala fe hacia Costa Rica, no puedo decir que el régimen sandinista quiera tener interés de un diálogo fluido. No veo que haya buena fe del régimen sandinista en pagar”, indicó el exembajador.
No se busca robarle nada a Nicaragua
Según el exembajador de Costa Rica en Nicaragua, Javier Sancho, su país cobra una indemnización según la sentencia del año pasado de la CIJ y por lo tanto no pretende robarle un centavo a Nicaragua.
“Se han tejido mitos alrededor de nuestras relaciones, de que nosotros robamos o queremos robarle en Nicaragua. No es nuestro interés, nuestro interés es a partir de nuestros problemas buscar cómo desarrollar Costa Rica, lo cual al régimen sandinista le molesta”, concluyó.
