En lo que va de este año el síndrome de descompresión ha cobrado la vida de 14 buzos artesanales que buscaban el preciado pepino de mar en la Costa Caribe. Por ello, la Asociación Movimiento Indígena de la RAAS (Miraas) busca un acercamiento con las universidades de la capital, para realizar una investigación sobre las afectaciones de este síndrome y el tipo de medicina que se debe tomar.
“Los médicos que van a dar su servicio en la Costa Caribe van a ver, examinar y van a levantar un expediente sobre los tipos de afectaciones que tienen (los buzos que sufrieron este síndrome) y van a determinar qué tipo de medicamentos deben tomar”, explicó el coordinador de este movimiento, Róger López.
La preocupación surgió porque en este año 2016 fallecieron más buzos artesanales que en otros años.
Además, en la Costa Caribe hay más de 500 personas que sufrieron este síndrome y que actualmente padecen afectaciones, explicó Juan Samuel, relacionista público del movimiento indígena. También enfatizaron que se pretende desarrollar un programa de acompañamiento para las viudas e hijos de los pescadores que han fallecido en esta faena.
Según explicaron, la mayor parte de los buzos son empíricos, por lo tanto, no conocen las técnicas para sumergirse y no poseen el equipo necesario para bucear. Incluso, algunos se sumergen sin tanque de oxígeno.
Una de las razones por las cuales se han muerto muchos buzos artesanales es que no tienen cerca una cámara de descomprensión, ya que actualmente solo existe una en Puerto Cabezas.
“Estamos tratando de llevar ese tipo de instrumento a Bluefields y a Corn Island. A veces las pangas van a medio camino y el buzo se muere”, enfatizó López.
Una vez terminada la investigación se la presentarán a las autoridades del Ministerio de Salud, Asamblea Nacional y Ministerio del Trabajo.
El oro del mar
El precio del pepino de mar es alto, por eso los pescadores se sumergen hasta 36 metros para buscarlo. En Asia, su principal destino, puede costar 100 dólares el kilo, sin embargo el pescador artesanal gana solamente entre 20 y 25 dólares, un cuarto de su precio de exportación. Aunque con el pepino de mar, el buzo gana cuatro veces más que con otro producto marino.
Síndrome de descomprensión
El síndrome de descomprensión se produce cuando los buceadores se sumergen en grandes profundidades y no eliminan el gas inerte disuelto durante la inmersión.
Es decir, al sumergirse, la presión que actúa sobre el cuerpo se reduce rápidamente y como resultado se forman burbujas de nitrógeno que suben hasta el cerebro y tocan los nervios. El bloqueo de oxígeno provoca dolores violentos en el cerebro, los pulmones, en los huesos y en todos los tejidos. En ese momento el buzo queda en un estado vegetal parcial o total.
Para solucionarlo hay que introducir al buceador en una cámara de descompresión. Y si sobrevive sufre parálisis total o quedan en silla de ruedas.
14
buzos artesanales fallecieron en el Caribe Norte de Nicaragua, a causa del síndrome de descompresión, entre agosto y octubre del 2016.