El Real Madrid mantiene los seis puntos de ventaja sobre el Barcelona tras el Clásico del Camp Nou, que acabó en empate por claves como un nuevo cabezazo salvador de Sergio Ramos, el error que costó caro de Arda Turán, el dominio de Luka Modric y Andrés Iniesta, el factor fortuna tras los cambios de Zinedine Zidane o la faltas de ayudas defensivas azulgranas.
Cabezazo salvador
Los finales de partidos importantes, en los que el Real Madrid va por detrás en el marcador, siempre cuentan con la aparición en el remate de Sergio Ramos. Tras la Décima de Lisboa, la Supercopa de Europa de Cardiff. Después de marcar en la final del Mundial de Clubes o en la Undécima. El Camp Nou asistió a una nuevo capítulo de fe de un jugador que nunca se rinde.
Un error que costó caro
Tenía la consigna de Luis Enrique de no cometer faltas en zonas de peligro. El Barcelona iba ganando y era un peligro absurdo conceder acciones a balón parado a su rival, dada la diferencia de estatura entre sus jugadores. Arda Turán no hizo caso y cometió una falta evitable sobre Marcelo que le costó cara a su equipo. De situarse a tres puntos del líder a mantenerse a seis.
Una guerra perdida
Es donde se suelen comenzar a decidir los grandes partidos, en la sala de máquinas y hubo mayor superioridad madridista. Zidane pobló la zona con su doble pivote croata que se sacrificó en defensa para no parar de robar balones, con Isco echando una mano y Lucas Vázquez realizando un gran desgaste defensivo.
El Barcelona fue superado siempre hasta la aparición de Andrés Iniesta. Los esfuerzos de sus jugadores no encontraban el premio salvo los de un omnipresente Sergio Busquets que recuperó buenas sensaciones.
El factor fortuna
Zidane mantuvo su planteamiento del Vicente Calderón, un 4-2-3-1 que le hizo tener protagonismo con el balón, pero en la segunda mitad realizó movimientos de difícil explicación.
El cambio de Isco Alarcón cuando se puso en desventaja en el marcador y su equipo necesitaba recuperar el balón, la entrada de un Casemiro corto de ritmo para un Clásico o aguantar a un desafortunado Karim Benzema demasiados minutos sobre el campo, no le pasaron factura gracias a un nuevo milagro de Ramos.
Seis Clásicos sin marcar
Messi durante muchos años ha sido el factor diferencial del Clásico, pero lleva seis sin ser decisivo al no marcar. No ejerció el poder que suele en el juego del Barcelona. Apareció poco y no consiguió que fuese cerca del área rival para generar desequilibrio.
La única ocasión clara que tuvo la chutó excesivamente cruzado. Tuvo en sus manos la posibilidad de sentenciar el partido pero no fue su día.
Ayudas defensivas
Los laterales de Luis Enrique nunca desequilibraron en ataque gracias a los esfuerzos en fase defensiva de los jugadores de banda del Madrid, especialmente Lucas. Sin embargo, a Messi, Neymar o Luis Suárez nunca se les vio colaborar.