Aunque aparentemente estables, los dos heridos por la actuación policial en Nueva Guinea requerirán de una intervención quirúrgica, según explicaron los médicos a sus familiares.
El pasado 29 de noviembre cuando los campesinos de La Fonseca y otras comunidades vecinas pretendían avanzar en una caravana hacia Managua, para exigir la derogación de la Ley 840, creadora del proyecto del Canal Interoceánico, la Policía los obligó a replegarse a punta de balas de goma y plomo y gases lacrimógenos.
Pedro Guzmán, a quien la bala en el abdomen provocó la extracción de varios órganos, en tres meses necesitará de una segunda cirugía, dijo su esposa María Luisa García.
En el caso de Alexander Hurtado, de la colonia La Unión, herido de bala en el brazo izquierdo, su hermano Pedro Pablo Hurtado explicó que aún no ha sido intervenido porque hasta ahora empieza a desinflamarse. Los médicos le expresaron que deberán esperar unos diez días.
Ambos heridos están internados en el hospital Asunción, de Juigalpa, a donde la Coordinadora del Consejo de Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía, Francisca Ramírez, les llevó alimentos.
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Hurtado estaba cerca de su hermano cuando el 29 de noviembre en el sector de La Lechera, fue alcanzado por una bala de fusil disparado por la Policía. Y según cuenta no había ninguna justificación “para que( la Policía) nos hubiera recibido así”, en referencia a los gases, balas de goma y plomo lanzados por los antimotines.
Por su parte García comenta “jamás en la vida esperé que esto iba a suceder, estaba defendiendo sus derechos, por eso sucedió eso, no queremos quedar en la calle”.
Por otro lado, el movimiento campesino reportó que los campesinos que habían desaparecido inicialmente en El Tule, han ido apareciendo, pues lo que sucedió fue que ante la represión policial se dispersaron por los montes.