“La educación no tiene edad, comenzamos desde preescolar hasta donde la persona quiere estudiar, la educación hoy en día no es solamente para niños y jóvenes, es para todo aquel que quiere salir adelante”, comentó Eduardo del Pilar Parrales Espinoza, de 54 años, quien recientemente recibió su título como bachiller en Ciencias y Letras.
Don Eduardo vive en la comunidad Los Ángeles en el municipio de Diriamba, Carazo y este domingo recibió su diploma.
Este señor humilde y de cabellera blanca, comentó que el Gobierno le dio la oportunidad para seguir con sus estudios secundarios. Es concejal en la Alcaldía de Diriamba y líder en su comunidad.
Expresó que su familia y el secretario de Comunicación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el departamento, Gutemberg Castro, lo motivaron para seguir estudiando.
En 1980 don Eduardo aprobó su cuarto grado de primaria, pero por su preocupación de mantener a su familia le fue difícil regresar a la escuela y tiempo después retomó nuevamente sus estudios, hasta que logró bachillerarse.
No se rindió
Relató que varios de sus compañeros adultos mayores que se matricularon con él en el instituto público de San Gregorio no lograron bachillerarse, porque se salieron de clases, pero que él nunca se desanimó.
“Algunas personas me decían que era locura seguir estudiando, pero yo les respondía que era necesario que ellos también se prepararan, porque es importante”, expresó Parrales.
Añadió que el hecho de haber concluido sus estudios secundarios fue una gran emoción y que le gustaría sacar una carrera en Computación.
Eduardo del Pilar Parrales Espinoza tiene cinco hijos, abandonó sus tierras para dedicarse a la política y para servirle a su comunidad. “Hay familias que lo aprecian a uno, hay otras que no, porque a como dice el dicho, no somos moneditas de oro”, dijo.
Señaló que por la inestabilidad del invierno dejó de cultivar la tierra y ahora con la ayuda económica que recibe de la Alcaldía y la que le brindan sus hijos, logra afrontar los gastos en el hogar.
Cerró su último año de secundaria con un promedio de 85 por ciento y la asignatura que más le gustaba era Lengua y Literatura.