Los dueños de negocios en Nueva Guinea se encuentran preocupados por la falta de compradores durante las primeras semanas de diciembre y señalan que “si así terminamos el año, pues no vamos a salir de nuestros compromisos”.
Los comerciantes ambulantes y de puestos fijos expresan que “esto es parejo, no hay dinero o es que la gente tiene temor a salir a hacer sus compras”, expresó el comerciante de celulares, Alexander Murillo.
Doña Carmen Sequeira se queja de sus malas ventas de gallinas. Señala que la gente no compra ni las gallinas indias, “ya no tenemos qué hacer para ganarnos la vida, hace unos cinco años la venta de gallinas era lo mejor, todavía el año pasado ya para el 10 de diciembre como mínimo habíamos vendido unas 100 gallinas, pero ahora ni 20 hemos podido vender”.
Janina Guillén cree que todo tiene que ver con las restricciones que han enfrentado los productores por protestar contra la Ley 840 o Ley del Canal. Hay “algunas limitaciones que le hace el Gobierno para que ellos, los campesinos, no puedan movilizarse para hacer sus demandas, quizás sea esto, pero la realidad se siente una palmazón”.
Elvin Mejía dijo que a pesar de que los precios de las verduras se mantienen, los compradores se “esconden” o no quieren hacer ni ensalada, pues el tomate, repollo y otras legumbres son difíciles de comercializar por estos días.
Pablo Jirón comercia con pólvora desde hace 20 años y, según él, la baja en las ventas podría atribuirse a las lluvias, que desde el 6 de diciembre no paran en Nueva Guinea. “Nosotros, los más de 10 vendedores de pólvora en el costado este de la catedral, solo venimos a vernos las caras, esperamos (vender) tal vez para la Nochebuena”, dijo Jirón.
El pasado 8 de diciembre las fuertes lluvias ocasionaron que el río El Zapote, situado en la periferia de Nueva Guinea, dejara sin paso a los motorizados, quienes debieron esperar a que el afluente disminuyera su caudal y poder pasar sobre el puente alterno.